Las biografías de personajes bíblicos siempre son interesantes e instructivas. La del rey Ezequías es especialmente relevante por dos razones: la primera, porque de él se dice que fue un hombre que puso su esperanza en Dios, y la segunda, porque bajo su reinado Dios dio un notable avivamiento a la nación. Sin lugar a dudas, hay muchas lecciones espirituales para nosotros en la consideración de estos relatos bíblicos...
Ezequías dirigió un importante avivamiento entre el pueblo de Dios en su época. Aquí notamos que él comenzó por no ceder en un tema tan extendido y aceptado como era la idolatría. Sin duda, nosotros también tenemos que aprender mucho de estos principios.
Ezequías no sólo destruyó los ídolos paganos, también acabó con otras cosas a las que el pueblo daba una importancia indebida. Esto nos lleva a reflexionar sobre cuántas cosas se idolatran dentro de la cristiandad...
La Palabra de Dios elogia al rey Ezequías de una manera casi única. ¿Qué tenía este hombre que consiguió tal aprobación divina? Podríamos decir que confió en Dios y se entregó a él de una forma plena, oponiéndose con firmeza a todas aquellas cosas que desagradaban a Dios...
Aunque hizo diferentes cambios políticos y morales, el rey Ezequías era consciente de que no podría haber una reforma duradera si primero no se producía una limpieza espiritual en la vida de cada persona y también en la casa de Dios...
Cuando se trata de hacer cambios en la vida espiritual, muchas veces tenemos muy buenos propósitos que finalmente no llegan a ninguna parte. El rey Ezequías hizo profundas reformas espirituales en su país y puede enseñarnos algunas cosas importantes sobre esta cuestión.
Muchos creyentes actúan imitando lo que siempre han visto hacer, sin llegar a preguntarse si eso es lo que Dios realmente desea que hagan. Cuando en sus días el rey Ezequías intentó enseñar al pueblo lo que de verdad la Palabra de Dios dice, comprobó que eso despierta mucha oposición... la misma que en la actualidad.
Todo hombre anhela una alegría genuina, profunda y duradera. No obstante, todos sabemos por experiencia que este anhelo de gozo auténtico del corazón no se satisface ni con cosas materiales ni con alegrías sensuales...
Vemos aquí a Ezequías dando órdenes claras al pueblo para que ofrendasen de acuerdo a lo ordenado por Dios para el servicio del templo, el cuidado de los sacerdotes y levitas, y el sustento de los pobres. Hay aquí muchas lecciones para nosotros también en el día de hoy.
La fe que no ha sido puesta a prueba no es todavía una fe madura, por eso Dios siempre permitirá que atravesemos por pruebas. Y en muchas ocasiones lo hará en aquellas áreas en las que nos sentimos más seguros...