La Biblia en un año - Reina Valera 1995

Un plan de lectura bíblica diaria y consejos para saber cómo leer la Biblia adecuadamente

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada: 30/04/2024

2 Reyes 16-18

Versión actual:
Reina Valera 1995

Capítulo 16

Reinado de Acaz

 1En el año diecisiete de Peka hijo de Remalías comenzó a reinar Acaz hijo de Jotam, rey de Judá. 2Cuando comenzó a reinar Acaz tenía veinte años, y reinó en Jerusalén dieciséis años, pero no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, su Dios, como su padre David, 3sino que anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar por fuego a su hijo, según las prácticas abominables de las naciones que Jehová echó de delante de los hijos de Israel. 4Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, sobre los collados y debajo de todo árbol frondoso. 5Entonces Rezín, rey de Siria, y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para atacarla y sitiar a Acaz, pero no pudieron tomarla. 6En aquel tiempo el rey de Edom recobró Elat para Edom, y echó de Elat a los hombres de Judá. Los de Edom llegaron a Elat y habitaron allí hasta hoy. 7Entonces Acaz envió embajadores a Tiglat-pileser, rey de Asiria, diciendo: "Yo soy tu siervo y tu hijo. Sube y defiéndeme de manos del rey de Siria y de manos del rey de Israel, que se han levantado contra mí". 8Acaz tomó la plata y el oro que había en la casa de Jehová y en los tesoros de la casa real, y envió al rey de Asiria un presente. 9El rey de Asiria atendió su petición, pues subió contra Damasco y la tomó, se llevó cautivos sus habitantes a Kir y mató a Rezín. 10Después fue el rey Acaz a encontrarse en Damasco con Tiglat-pileser, rey de Asiria. Cuando el rey Acaz vio el altar que estaba en Damasco, envió al sacerdote Urías el diseño y la descripción del altar, conforme a todos los detalles. 11Y el sacerdote Urías edificó el altar, de acuerdo con todo lo que el rey Acaz le había enviado de Damasco. Así lo hizo el sacerdote Urías, antes que el rey Acaz regresara de Damasco. 12Cuando el rey llegó de Damasco y vio el altar, se acercó y ofreció sacrificios en él; 13encendió su holocausto y su ofrenda, derramó sus libaciones y esparció la sangre de sus sacrificios de paz junto al altar. 14Trasladó el altar de bronce que estaba delante de Jehová, en la parte delantera de la Casa, entre el altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado norte del altar. 15Después mandó el rey Acaz al sacerdote Urías: "En el gran altar encenderás el holocausto de la mañana y la ofrenda de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, asimismo el holocausto de todo el pueblo de la tierra, su ofrenda y sus libaciones; esparcirás sobre él toda la sangre del holocausto y toda la sangre del sacrificio. El altar de bronce será mío para consultar en él". 16El sacerdote Urías hizo conforme a todas las cosas que el rey Acaz le mandó. 17Luego el rey Acaz cortó los tableros de las basas y les quitó las fuentes; quitó también el mar de sobre los bueyes de bronce que estaban debajo de él y lo puso sobre el suelo de piedra. 18Por causa del rey de Asiria quitó del templo de Jehová el pórtico para el sábado que habían edificado en la Casa y el pasadizo de afuera, el del rey. 19Los demás hechos que puso por obra Acaz, ¿no están todos escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 20El rey Acaz durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David. En su lugar reinó su hijo Ezequías.

Capítulo 17

Caída de Samaria y cautiverio de Israel

 1En el año duodécimo de Acaz, rey de Judá, Oseas hijo de Ela comenzó a reinar en Samaria sobre Israel. Reinó nueve años, 2e hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. 3Salmanasar, rey de los asirios, subió contra Oseas, quien fue hecho su siervo y le pagaba tributo. 4Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba, pues había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no pagó tributo al rey de Asiria, como lo hacía cada año, por lo que el rey de Asiria lo detuvo y lo encerró en la casa de la cárcel. 5Luego el rey de Asiria invadió todo el país y sitió a Samaria, y estuvo sobre ella tres años. 6En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y llevó a Israel cautivo a Asiria. Los estableció en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos. 7Esto sucedió porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová, su Dios, que los sacó de la tierra de Egipto, de bajo la mano del faraón, rey de Egipto. Adoraron a dioses ajenos 8y anduvieron en los estatutos de las naciones que Jehová había expulsado de delante de los hijos de Israel, así como en los estatutos que hicieron los reyes de Israel. 9Los hijos de Israel hicieron secretamente cosas impropias contra Jehová, su Dios: se edificaron lugares altos en todas las ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas, 10y levantaron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso. 11Quemaron incienso en todos los lugares altos, a la manera de las naciones que Jehová había traspuesto de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová. 12Servían además a los ídolos, acerca de los cuales Jehová les había dicho: "Vosotros no habéis de hacer tal cosa". 13Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes diciendo: "Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas". 14Pero ellos no obedecieron, sino que se obstinaron tanto como sus padres, los cuales no creyeron en Jehová, su Dios. 15Desecharon sus estatutos, el pacto que él había hecho con sus padres y los testimonios que él les había prescrito, siguiendo en pos de vanidades y haciéndose vanos ellos mismos, por imitar a las naciones que estaban alrededor de ellos, aunque Jehová les había mandado que no obraran como ellas. 16Dejaron todos los mandamientos de Jehová, su Dios; se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera; adoraron a todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal; 17hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, se dieron a adivinaciones y ag@ueros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocando su ira. 18Por lo tanto, Jehová se enfureció tanto contra Israel, que los quitó de delante de su rostro, y sólo quedó la tribu de Judá. 19Pero ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová, su Dios, sino que anduvieron en las costumbres que Israel había establecido. 20Entonces desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, los afligió y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia. 21Cuando separó a Israel de la casa de David y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat, Jeroboam apartó a Israel del camino de Jehová y les hizo cometer un gran pecado. 22Los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados que cometió Jeroboam y no se apartaron de ellos, 23hasta que Jehová apartó a Israel de su presencia, como lo había anunciado por medio de todos los profetas, sus siervos. Así Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta el día de hoy.

Asiria puebla de nuevo a Samaria

 24El rey de Asiria llevó gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y la puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel. Así ocuparon Samaria y habitaron en sus ciudades. 25Pero aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que como no temían a Jehová, él envió contra ellos leones que los mataban. 26Entonces dijeron al rey de Asiria: "Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado en medio de ellos leones que los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra". 27Y el rey de Asiria ordenó: "Llevad allá a alguno de los sacerdotes que trajisteis de ese lugar, que vaya y habite allí y les enseñe la ley del Dios del país". 28Entonces uno de los sacerdotes que se habían llevado cautivo de Samaria, fue y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová. 29Pero cada nación se hizo sus dioses en la ciudad donde habitaba, y los pusieron en los templos de los lugares altos que habían construido los de Samaria. 30Los de Babilonia hicieron a Sucot-benot, los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima. 31Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac, y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego para adorar a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim. 32Temían además a Jehová, e hicieron del bajo pueblo sacerdotes para los lugares altos, los cuales sacrificaban para ellos en los templos de los lugares altos. 33Aunque temían a Jehová, honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde habían sido trasladados. 34Todavía hoy hacen como antes: no temen a Jehová ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel. 35Cuando Jehová hizo un pacto con ellos, les mandó: "No temeréis a otros dioses ni los adoraréis, ni los serviréis, ni les haréis sacrificios. 36Solo a Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con gran poder y brazo extendido, a este temeréis, a este adoraréis y a este haréis sacrificio. 37Los estatutos, derechos, ley y mandamientos que os dio por escrito cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis a dioses ajenos. 38No olvidaréis el pacto que hice con vosotros ni temeréis a dioses ajenos, 39sino temed a Jehová, vuestro Dios, y él os librará de manos de todos vuestros enemigos". 40Pero ellos no escucharon, sino que hicieron según su costumbre antigua. 41Así, aquellas gentes temieron a Jehová y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos. También sus hijos y sus nietos, tal como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.

Capítulo 18

Reinado de Ezequías

 1En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá. 2Cuando comenzó a reinar tenía veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre era Abi, hija de Zacarías. 3Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre. 4Quitó los lugares altos, quebró las imágenes, rompió los símbolos de Asera e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamó Nehustán. 5En Jehová, Dios de Israel, puso su esperanza. Entre todos los reyes de Judá no hubo otro como él, antes ni después, 6pues siguió a Jehová y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. 7Jehová estaba con él, y adondequiera que iba, prosperaba. Ezequías se rebeló contra el rey de Asiria y no lo sirvió. 8También derrotó a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.

Caída de Samaria

 9En el cuarto año del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, subió Salmanasar, rey de los asirios, contra Samaria y la sitió. 10La tomaron al cabo de tres años. En el año sexto de Ezequías, el cual era el año noveno de Oseas, rey de Israel, fue tomada Samaria. 11El rey de Asiria llevó cautivo a Israel a Asiria, y los estableció en Halah, junto al río Gozán en Habor, y en las ciudades de los medos, 12por cuanto no habían atendido a la voz de Jehová, su Dios, sino que habían quebrantado su pacto y no habían escuchado ni puesto por obra todas las cosas que Moisés, siervo de Jehová, había mandado.

Senaquerib invade a Judá

 13A los catorce años del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá y las tomó. 14Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria que estaba en Laquis: "He pecado; retírate de mi país y aceptaré todo lo que me impongas". El rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro. 15Entregó, por tanto, Ezequías toda la plata que había en la casa de Jehová y en los tesoros de la casa real. 16En aquella ocasión Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había recubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria. 17Después el rey de Asiria envió contra el rey Ezequías al jefe de los ejércitos, al jefe de los eunucos y al copero mayor, al frente de un gran ejército, y estos subieron de Laquis a Jerusalén para atacarla. Al llegar acamparon junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador. 18Llamaron luego al rey, y salió a encontrarse con ellos Eliaquim hijo de Hilcías, el mayordomo, Sebna, el escriba, y Joa hijo de Asaf, el canciller. 19Y el copero mayor les dijo: --Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: "¿Qué confianza es esta en que te apoyas? 20Dices (pero son palabras vacías): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Pero ¿en qué confías, que te has rebelado contra mí? 21Veo que confías en este bastón de caña astillada, en Egipto, que si uno se apoya en él se le clava y le traspasa la mano. Tal es el faraón, rey de Egipto, para todos los que en él confían. 22Si me decís: Nosotros confiamos en Jehová, nuestro Dios, ¿no es este aquel cuyos lugares altos y altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Delante de este altar adoraréis en Jerusalén? 23Ahora, pues, te ruego que hagas un trato con mi señor, el rey de Asiria: yo te daré dos mil caballos si tú consigues jinetes para ellos. 24¿Cómo podrías resistir a un capitán, o al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto, con sus carros y su gente de a caballo? 25¿Acaso he venido yo ahora a este lugar para destruirlo sin contar con Jehová? Jehová me ha dicho: Sube a esta tierra, y destrúyela ". 26Entonces Eliaquim hijo de Hilcías, y Sebna y Joa respondieron al copero mayor: --Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros en lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre el muro. 27El copero mayor les dijo: --¿Acaso me ha enviado mi señor para decir estas palabras a ti y a tu señor, y no a los hombres que están sobre el muro, expuestos a comer su propio estiércol y beber su propia orina con vosotros? 28Entonces el copero mayor se puso en pie y clamó a gran voz en lengua de Judá: "Oíd la palabra del gran rey, el rey de Asiria. 29Así ha dicho el rey: "No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar de mis manos. 30No os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente nos librará Jehová, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria ". 31No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: "Haced conmigo las paces y rendíos ante mí; que cada uno coma de su vid y de su higuera, y beba cada uno las aguas de su pozo, 32hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de olivas, de aceite y de miel. Viviréis y no moriréis. No oigáis a Ezequías, porque os engaña cuando dice: Jehová nos librará. 33¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de manos del rey de Asiria? 34¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim, de Hena, y de Iva? ¿Pudieron estos dioses librar a Samaria de mis manos? 35¿Qué dios entre todos los dioses de estas tierras ha librado su tierra de mis manos, para que Jehová libre de mis manos a Jerusalén?"" 36Pero el pueblo calló y no le respondió ni una palabra, porque el rey había dado una orden que decía: "No le respondáis". 37Entonces el mayordomo Eliaquim hijo de Hilcías, el escriba Sebna, y el canciller Joa hijo de Asaf, fueron a ver a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le contaron las palabras del copero mayor.

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