Saltar al contenido

Salmos 28

Reina Valera 1960

Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta

1A ti clamaré, oh Jehová.
Roca mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro.

2Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

3No me arrebates juntamente con los malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus prójimos,
Pero la maldad está en su corazón.

4Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.

5Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
El los derribará, y no los edificará.

6Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos.

7Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.

8Jehová es la fortaleza de su pueblo,
Y el refugio salvador de su ungido.

9Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre.


Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org)

Ver en otras versiones: