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Blog cristiano: Pensamientos para la vida cotidiana

Imagen del artículo: Más que ovejas: Un llamado a guiar

Más que ovejas: Un llamado a guiar

Publicado el 07/02/2025

¿Alguna vez te detienes a pensar hacia dónde vas en la vida o a quién recurrir en busca de orientación? Una vez que encuentres esa dirección, ¿te basta con seguir aprendiendo y creciendo, o sientes el llamado a compartir lo que has aprendido con otros? Al reflexionar sobre mi camino, he llegado a una conclusión importante: si solo nos preocupamos por nuestro propio crecimiento, muchos se quedarán sin dirección. No basta con seguir al rebaño; si solo seguimos, ¿quién guiará a los demás?

Después de graduarme de la universidad, me inspiraron historias de viajeros que dejaban que la vida los llevara a donde fuera. Sin mucha planificación, decidí recorrer el país con solo una mochila, llevando lo que creía necesitar. Pero cada día, el peso de mi carga y el calor sofocante me desgastaban. En menos de diez días, llamé a mi padre, y él me dijo que regresara a casa. Mirando atrás, veo lo desorientado e inexperto que estaba, no solo físicamente, sino también espiritualmente.

Ese viaje me enseñó una verdad fundamental: vagar sin una dirección clara nos deja perdidos y agotados. Desde la adolescencia, queremos trazar nuestro propio rumbo, alejarnos de la guía de nuestros padres y encontrar nuestro propio camino. Durante gran parte de mi vida, seguí mis instintos sin preguntarme si se alineaban con la sabiduría de Dios. Pero cuando confiamos solo en nuestro propio juicio, fácilmente nos extraviamos y necesitamos ser rescatados. Ahora, gracias a las Escrituras, he encontrado un camino con propósito y paz. En el libro de Eclesiastés, Salomón anima a los jóvenes a disfrutar la vida, pero con una advertencia clave: siempre recordar a Dios.

(Ec 11:9) “Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos; pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto.”

Es una cosa encontrar alegría en nuestra juventud, pero la verdadera sabiduría está en recordar a Dios y ayudar a otros a hacer lo mismo. No tenía esta guía en ese entonces. Ahora la busco. Yo era una oveja perdida que necesitaba un pastor, Jesús.

(Sal 23:1) “El Señor es mi pastor, nada me faltará.”

A lo largo de los años, he encontrado tanto consuelo como desafío en leer, memorizar y meditar en la Biblia, participar en estudios bíblicos y escuchar sermones. Pero, al haber sido diagnosticado recientemente con cáncer en etapa 4, he comprendido que mi propósito va más allá de buscar orientación y crecer en sabiduría. También debo compartir esa sabiduría con otros.

(Ec 12:9) “El Maestro no solo era sabio, sino que también enseñó su sabiduría al pueblo. Escuchó, investigó y compuso muchos proverbios.”

Pensar en la posibilidad de que mi vida termine pronto me ha llevado a preocuparme menos por mí mismo y más por los demás. ¿Estoy ayudando a mi familia? ¿Los estoy guiando en la dirección correcta? He estado contento siguiendo a mi Pastor, pero ¿cómo puedo estar en paz si mis seres queridos aún vagan sin rumbo? ¿Cómo puedo animarlos a mantenerse firmes en el camino de la sabiduría?

(Ec 12:11) “Las palabras de los sabios son como aguijones; sus dichos recopilados son como clavos bien clavados, dados por un solo pastor.”

Todos nacemos como ovejas perdidas. Algunos encontramos al Buen Pastor, quien nos guía y cuida de nosotros. Estamos felices de seguirlo. Pero no podemos limitarnos a simplemente seguir. Jesús nos da una misión:

(Mt 28:19-20) “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.”

Seguir a Jesús es solo el comienzo. También estamos llamados a guiar a otros. Si estamos atentos, encontraremos muchas oportunidades para compartir la sabiduría de Dios. Recientemente, mi esposa me mostró un video que decía que, cuando morimos, no podemos llevar nada con nosotros al cielo, excepto una cosa: nuestros hijos. Seamos padres o no, siempre podemos encontrar a otros con quienes compartir la sabiduría de la Biblia.

¿Qué estás haciendo para guiar, proteger y nutrir a otros con la sabiduría de Dios y ayudarlos a llegar al cielo? ¿O sigues al rebaño sin compartir el camino con otros? Comparte tus pensamientos en los comentarios.

Will Rhett


Comentarios

Esmeralda de Miguel (07/02/2025)

Estoy de acuerdo, ya sea porque vemos el final cerca o porque los años pasan rápido y nos llenamos de canas, la vida la vamos viendo con otra perspectiva; como cristianos somos llamados a compartir nuestra fe y dejar un legado a los que vienen detrás, a los que ahora nos observan. La fe del cristiano no consiste en su propia fortaleza, sino en poner nuestra mano en la mano del Pastor y dejar que El nos guíe.