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Estudio bíblico de Jonás Introducción

Jonás - Introducción

En nuestro recorrido bíblico continuamos avanzando hoy por el Antiguo Testamento, y llegamos al libro de Jonás. Dedicaremos este programa y el próximo a tratar temas de introducción a este libro, para que nuestros oyentes tengan el trasfondo y los antecedentes necesarios como para comprender mejor los alcances de este mensaje del profeta Jonás. Creemos que al desarrollar una introducción a un libro de la Biblia tiene gran importancia para conocer al autor, sus motivaciones, los rasgos de su personalidad y la intencionalidad de su mensaje. En este sentido, confiamos, estimado oyente, en que estos datos constituyan una preparación adecuada para que usted pueda sentirse cercano al personaje y a las circunstancias tan peculiares que le tocó vivir.

Creemos que, en primer lugar, resultará útil reseñar las opiniones de aquellos que, siendo críticos con respecto a la inspiración de las Sagradas Escrituras, se han ensañado en sus críticas contra este libro. Después, examinaremos algunos datos que son comunes a todas las introducciones que siempre presentamos antes del estudio de cualquier libro de la Biblia. En esta introducción, trataremos temas como, por ejemplo, el escritor de esta obra, la naturaleza del libro, la fecha de su composición, el tema o mensaje que transmite y, finalmente, presentaremos un bosquejo general que resume los temas principales, en el cual detallaremos los capítulos y versículos que subdividen el libro. Una vez hecho esto, nos dedicaremos a examinar este relato siguiendo nuestra norma habitual, es decir, comentando los detalles principales. En primer lugar, hagamos una reseña de las

Críticas principales

que este libro ha recibido en el transcurso de los años.

Ahora, Jonás es el libro de la Biblia que quizás ha siso más criticado, más que ningún otro libro. Desafortunadamente hay muchos creyentes que de forma desconsiderada, y a veces hablando en broma han difamado, sin quererlo, por supuesto, a este importante libro del canon de las Sagradas Escrituras, sin darse cuenta de que estaban inocentemente favoreciendo a los críticos de la Biblia, convirtiéndose en incautos frente a los escépticos. Y con sus comentarios han dado a entender que la historia relatada en este libro es difícil o incluso casi imposible de creer.

En la guerra la táctica del enemigo consiste siempre en tantear los puntos débiles en las líneas de oposición, y centrar su ataque en un lugar estratégico. Juzgando según este criterio, hay muchos críticos que han llegado a la conclusión de que el libro de Jonás es la parte vulnerable del registro divino. Y este libro constituye el lugar al cual el enemigo ha apuntado con su artillería más pesada. Como resultado, el creyente término medio piensa hoy que este es el eslabón más débil de los 66 eslabones de la cadena de las Sagradas Escrituráis. Y si este eslabón cede, entonces toda la cadena se rompe.

¿Es, entonces, el libro de Jonás el talón de Aquiles de la Biblia? Bueno, lo sería si aceptáramos la explicación ridícula que dan los críticos. Los que tradujeron la Septuaginta o Versión Griega de los Setenta, fueron los primeros en cuestionar lo razonable de este libro. Ellos establecieron, por así decirlo, las normas para las críticas que han llegado hasta nuestros propios días. Un método antiguo consistió en alegorizar el libro y clasificarlo junto con otras novelas bien conocidas. Aun hoy algunos usan las mismas tácticas. Lo convierten en una alegoría, diciendo que esta historia realmente nunca tuvo lugar.

Algunas de las extravagantes teorías de los críticos son tan inverosímiles y exageradas que en realidad son casi ridículas. Resulta mucho más fácil creer el libro de Jonás tal como ha llegado hasta nosotros, que creer estas explicaciones. Ahora quisiéramos compartir con usted, estimado oyente, algunas de estas explicaciones estrafalarias sobre este libro de Jonás.

(1) Algunos críticos que no tienen ni un ápice de evidencia para sostener su afirmación, han dicho que Jonás era el hijo de la viuda de Sarepta.

(2) Algunos han presentado la teoría de que Jonás tuvo un sueño cuando se encontraba en el barco, mientras dormía, durante la tormenta, y que el libro de Jonás es el relato de ese sueño.

(3) Otros relacionan el libro de Jonás con el mito fenicio de Hércules y el Monstruo Marino. No hay, en absoluto, ninguna similitud y ellos continúan tratando de encontrar alguna explicación.

(4) Otro grupo sostiene que Jonás fue un personaje real, que verdaderamente tomó un barco que se dirigía a Tarsis y una tempestad hizo naufragar el barco. Después de la tempestad y el naufragio, fue rescatado y/o subió a otro barco en el cual había la figura de un pez en su mascarón de proa, lo cual explicaría el relato del libro de Jonás. Podemos entender muy bien que, después de haber sido rescatado de una tempestad, Jonás hubiera permanecido inconsciente por unos momentos. En aquellos momentos, podemos también entender que podía haberse sentido como si estuviera dentro de un pez, pero en nuestra opinión, después de recuperarse, digamos al segundo día, Jonás habría llegado a la conclusión de que se encontraba en un barco y no dentro de un pez.

(5) Ahora, hay otros que aún van más lejos en sus pretendidas explicaciones. Creen que había un gran pez muerto flotando en las inmediaciones, y que Jonás se refugió en él durante la tempestad. Así es que esta gente tiene a un pez muerto y a un Jonás vivo. Pero antes de concluir el estudio de este libro nosotros vamos a cambiar el orden, y decir que lo que en realidad tenemos aquí es a un pez vivo y a un Jonás muerto.

Así que, en general, la mayoría de los críticos de la inspiración de las Sagradas Escrituras, han adoptado el punto de vista de que el libro de Jonás no es otra cosa que una alegoría, que fue meramente una historia que podría clasificarse entre las fábulas de Esopo o de Samaniego. Los autores de tales explicaciones afirman que este libro es irrazonable, y han expuesto estas teorías para dar credibilidad a la historia. Sería verdaderamente muy interesante escuchar la reacción de Jonás a estas explicaciones supuestamente "razonables". Verdaderamente, al escuchar algunas críticas uno tiene la sensación de que necesita más fe para creerlas, pasa asumirlas, que la que necesita para aceptar lisa y llanamente la veracidad del texto Bíblico.

Debemos descartar todas estas explicaciones por no estar basadas en hechos, por no ofrecer ningún vestigio de verdad desde un punto de vista histórico. Además por haber cobrado existencia en las imaginaciones de los críticos. Puede ser establecido que Jonás fue un personaje histórico y no un personaje de la mitología. Se puede determinar con una buena autoridad que el relato es exacto. Y puede demostrarse que el mensaje de este libro es altamente significativo incluso para esta época crucial en que estamos viviendo. Vamos a hacer algunas consideraciones sobre

El escritor

Jonás fue un personaje histórico y al autor de este libro. Vamos a leer un pasaje de uno de los libros históricos, el segundo libro de los Reyes, capítulo 14, versículo 23, que dice: El año 15 de Amasías hijo de Joas, rey de Judá, comenzó a reinar Jeroboam hijo de Joas en Samaria sobre Israel. Reinó 41 años. Ahora, hasta donde nosotros sabemos, nadie ha jamás puesto en duda que Jeroboam II fue un rey en el reino del norte de Israel y que él reinó por 41 años. Este es un registro histórico. Los versículos 24 y 25 de este mismo capítulo 14 del Segundo Libro de Reyes, continúan diciendo: Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. Restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arabá, conforme a la palabra del Señor, Dios de Israel, la cual había él anunciado por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer. Ahora, el rey Jeroboam fue un personaje real, histórico. Israel era una nación real y Hamat era también un lugar real, y es muy improbable que este hombre Jonás aquí mencionado sea un producto de la imaginación. Así que todos deberían ser consecuentes ante los detalles innegables de este relato, y consecuentes con estas conclusiones que surgen de un examen objetivo del texto. Por lo tanto, afirmamos que aquí tenemos un relato histórico, y es razonable concluir que Jonás fue un personaje histórico.

Sería forzar mucho las cosas decir que el mencionado en el pasaje leído era otro Jonás. No es en absoluto razonable creer que hubo 2 Jonás, cuyos padres se llamaban Amitai, y que ambos fueron profetas. Esto es especialmente evidente cuando uno observa que el nombre Jonás no era un nombre común; Los únicos textos en que este nombre apareció en la Biblia son esta referencia en el segundo libro de los Reyes, en el libro mismo de Jonás, y en las referencias del Nuevo Testamento sobre este libro. Solo hubo un Jonás en la Biblia, y fue un personaje histórico.

En este sentido resulta interesante comparar el caso de Jonás con otro de los profetas, y nos referimos a Abdías. Por lo que sabemos, nadie ha cuestionado la existencia de un hombre llamado Abdías, que escribió el libro que lleva su nombre. Y sin embargo, no hay ningún registro histórico en el Antiguo o en el Nuevo Testamento en cuanto a Abdías. Los críticos aceptaron a Abdías, pero rechazan a Jonás. ¿Por qué? La razón es demasiado evidente como para pasarla por alto. Es que los críticos desean negar el milagro que fue registrado en este libro.

Así que tenemos un registro histórico de Jonás en el Antiguo Testamento, y tenemos también el testimonio en el Nuevo Testamento expresado por la mayor autoridad que jamás haya vivido sobre esta tierra, el Señor Jesucristo. El apoyó personalmente la autenticidad del personaje histórico de Jonás y de su experiencia con el pez. En el Evangelio de Lucas capítulo 11, versículo 30, leemos: 30porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, lo será también el Hijo del hombre a esta generación. Y después, en el Evangelio de Mateo capítulo 12, versículos 39 al 41 leemos: El respondió y les dijo: -La generación mala y adúltera demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y en este lugar hay alguien que es más que Jonás. Creemos que esta afirmación del Señor no pudo ser más clara y contundente.

En el momento en que alguien ponga en duda el registro histórico del libro de Jonás, está cuestionando la credibilidad del Señor Jesucristo. Resulta extraño oír decir a un crítico: "Jesús fue el maestro más importante que jamás vivió", teniendo en cuenta que una de las características de un gran maestro es que lo que él enseñe sea exacto y ajustado a la verdad. Si Jesús fue un gran maestro, estimado oyente, entonces la autoridad de su acreditación del libro de Jonás debe permanecer vigente.

Deseamos concluir esta sección en la cual hemos intentado hacer frente a las objeciones de los críticos citando al gran estadista, Sir Winston Churchill, cuando trató el tema de la inspiración de las Sagradas Escrituras:

"Nosotros rechazamos con desprecio todos aquellos eruditos y laboriosos mitos de que Moisés no fue más que una figura legendaria, sobre la cual el sacerdocio y el pueblo basaron sus ordenanzas sociales, morales y religiosas. Creemos que el punto de vista más científico, la concepción más actualizada y racionalista, encontrará su satisfacción más plena al considerar la historia Bíblica literalmente, e identificando a uno de los seres humanos más grandes con el salto hacia adelante más decisivo y destacado de la historia humana. Podemos estar seguros de que todos estos eventos han sucedido, tal cual están registrados según la Santa Palabra". Hasta aquí, el testimonio de Winston Churchill. Ahora, continuando con esta introducción, diremos algo sobre

La naturaleza del libro

Jonás fue un profeta, pero este libro de Jonás no es una profecía - no hay ninguna profecía registrada en él. En cambio, es un relato personal de un evento importante en la vida de Jonás quien, como narrador, nos contó su dramática experiencia personal.

Esta narración contiene dos grandes mensajes. El profesor McGee, autor de estos estudios Bíblicos cree que aquí tenemos, en miniatura, una figura de la nación de Israel en el período de la gran tribulación, una figura de cómo preservará Dios a Su pueblo, a los 144.000 que, según el libro de Apocalipsis, serán sellados. También tenemos en esta obra una gran enseñanza sobre la resurrección de Jesucristo. Este libro es en realidad profético con respecto a la resurrección. El Señor Jesucristo mismo dijo que, así como Jonás fue una señal para los habitantes de la ciudad de Nínive, El también sería una señal para Su generación en Su resurrección de entre los muertos.

El libro de Jonás no es la historia de un pez, y esto es algo que realmente inquieta o deja fuera de lugar las habladurías de algunos críticos, que le han dado mucha importancia a la imposibilidad de creerlo. Este libro nos presenta la figura de un hombre que fue resucitado de los muertos, y de un trono en medio del cual "se encontraba un Cordero como inmolado". Este Cordero era un Cordero resucitado, y algún día futuro, un mundo que rechaza a Cristo clamará a los montes y a las peñas: escondednos de aquel que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie? (Como podemos leer en el Apocalipsis, capítulo 6, versículo 16).

Algunas veces, la excelencia literaria de esta obra breve ha sido empañada, o ha quedado confundida entre el alboroto producido por los críticos de la inspiración de Biblia. Sería bueno recordar aquí el tributo rendido por el profesor Charles Reade, destacado autor y crítico literario inglés, que escribió lo siguiente: "Jonás es la historia más hermosa jamás escrita con una extensión tan breve". Hasta aquí la cita. O sea, que haríamos bien en recordar que tenemos ante nosotros una joya literaria, y no simplemente la historia de un pez.

Estimado oyente, nuestro tiempo ha llegado a su fin y debemos interrumpir aquí nuestro estudio. En nuestro próximo programa, en el que esperamos que usted nos acompañe, continuaremos exponiendo la introducción a este libro. Mientras tanto, le sugerimos que lea por sí mismo, y anticipándose a nuestra lectura, el primer capítulo de este libro del profeta Jonás, para estar más familiarizado con su contenido cuando reanudemos nuestro estudio. Al despedirnos le agradecemos por habernos acompañado en esta nueva etapa de nuestro recorrido "a través de la Biblia."

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