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Estudio bíblico de Apocalipsis 13:1

Apocalipsis 13

Versículo 1

Tenemos ante nosotros uno de los libros más impactantes que se hayan escrito jamás en todos la historia de la Humanidad; nos referimos al libro de Apocalipsis, el último libro de la Biblia. Así como el libro de Génesis es el primer libro de Las Sagradas Escrituras, explicando y relatando el principio de todas las cosas, Apocalipsis nos anticipa el final de los tiempos. En programas anteriores hemos podido observar que, a pesar de los juicios y situaciones apocalípticas que se describe como hechos ineludibles que acontecerán en un futuro en nuestro planeta Tierra, siempre encontramos reiteradamente la paciente misericordia de Dios.

Cordialmente le invitamos, estimado amigo, amiga, oyente a acompañarnos en nuestro estudio del impresionante capítulo 13 de Apocalipsis. Aquí se nos presentarán dos personajes, los últimos de los siete que hemos visto en programas anteriores. Este grupo de los 7 personajes fueron apareciendo al ser tocada la séptima trompeta. Vimos a 5 personalidades en el capítulo 12, que fueron: la mujer, que representa al pueblo de Israel; al dragón escarlata, que figurativamente es Satanás; al niño de esta mujer, que es Cristo, afirmando así su procedencia de linaje judío; a Miguel, el arcángel; y el remanente, es decir, los 144.000 fieles judíos que fueron sellados por Dios y que van a pasar como testigos a través del período de la Gran Tribulación.

Ahora, en este capítulo 13 el apóstol Juan, autor de estas visiones proféticas, nos presenta a los dos últimos personajes; uno es la Bestia que sube del mar. Éste personaje encarnará un poder político, pero también es una persona. Eso lo veremos en los primeros 10 versículos.

El último personaje será la Bestia que sube de la tierra; éste será un líder religioso, como veremos a partir del versículo 11 al 18. Pero antes de comenzar a ver más detalles, queremos hacer algunas aclaraciones y comentarios previos.

Aquí se nos revelará la encarnizada guerra que se mantiene entre la LUZ y la Oscuridad, entre Dios y Satanás. Ahora se manifestará, con toda crudeza, la terrible lucha que desde los comienzos han mantenido el Dios Creador y Satanás, el más hermoso de todos los ángeles, quien quiso ser como Dios, e inició una rebelión arrastrando consigo a un tercio de las huestes celestiales. Este enemigo, aun sabiendo que ha sido derrotado en la muerte y la resurrección de Jesucristo, el Hijo de Dios, quiere arrastrar consigo, hacia su castigo final, a cuantas almas pudiera conquistar.

En este capítulo veremos a dos Bestias, que en su traducción literal serían "bestias salvajes". Existe desacuerdo entre expositores bíblicos de reputación en cuanto a la identidad de las bestias. Algunos consideran que la primera bestia es una persona, mientras que otros relacionan esta figura con el imperio romano. Algunos tratan a la segunda bestia como el hombre de pecado, mientras que otros la tratan meramente como a un profeta, o, como un acompañante de la primera bestia, como lo fue Juan el Bautista, para Jesucristo.

Estas dificultades se presentas, según nuestra opinión, porque es imposible separar al rey, de su reino. Un dictador tiene que tener un feudo sobre el cual regir o gobernar, de otro modo no podría ser un dictador. Aun cuando es difícil distinguir a los dos, parece ser que la primera Bestia es el Anticristo, el gobernante sobre el restaurado Imperio Romano. En el capítulo 16, versículo 10, se nos habla del trono de la bestia. De esa mención podemos deducir que tiene que haber alguien que se sentará sobre ese trono, que sería la Bestia menciona aquí.

Después de determinar la identidad de la primera Bestia, no es difícil identificar a la segunda. Es un hombre, el Falso Profeta, el líder religioso, quien tiene a su cargo guiar y llevar a cabo, la adoración de la primera Bestia, que es el Anticristo.

Hay otro punto de vista que se mantiene, de que el Anticristo es la "actitud de negación" de la persona de Cristo, en lugar de ser "una persona" concreto. Es decir, que anticristo sería una doctrina falsa, en lugar de ser un personaje que aún no ha sido revelada. Creemos que podemos dar una respuesta a esta cuestión. La explicación de esta palabra "Anti cristo" creemos, se encuentra en el significado de la preposición "anti", que tiene 2 aplicaciones: "anti" tiene el significado de "ser contra"; y el segundo es "en lugar de". Vemos estos dos significados también en las Escrituras. El apóstol Juan, en su primera y segunda epístola, menciona al anticristo. Él es el único que utiliza esa expresión. Creemos que explica estas 2 características o acepciones: "estar en contra" de Cristo, y la otra, "imitar ser" Cristo. El anticristo es ambas cosas; y ¿cómo se puede reunir estas características en una persona? Vamos a dedicar algo de tiempo para ver lo que Juan quiere comunicarnos. Ya habíamos visto estos textos bíblicos cuando estudiamos la Primera Epístola del Apóstol Juan. En su Primera Epístola, el capítulo 2, versículo 18, leemos: Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

Observemos su expresión: Hijitos, ya es el último tiempo. Eso lo escribió hace casi 2.000 años. Parece que "este último tiempo" abarca una gran extensión de tiempo. Juan no sólo afirma que vendrá o habrá un anticristo, sino que en sus días ya había "muchos anticristos". Ahora, ¿cómo se identificaba a un anticristo? Bueno, leamos el capítulo 2, de esta su primera epístola, versículo 22, dice: ¿Quien es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.

El Anticristo niega la deidad de Cristo. Él está en contra de Cristo, él es el enemigo de Cristo sobre la Tierra.

Juan, en el capítulo 4, señala unos hechos adicionales acerca del Anticristo. En los versículos 1 al 3, de este capítulo 4 de su primera epístola, él dice: Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Es decir, cualquier persona, grupo o libro que niega la deidad de Cristo, eso es anticristo. Existen películas, obras de teatro, libros y escritos supuestamente reveladores acerca de aspectos desconocidos, misteriosos, místicos y ocultos sobre la vida de Jesucristo, su nacimiento vida, muerte, y detalles fantásticos que, honestamente debemos considerar, como anticristo. Va en contra de Cristo Jesús, revelado en la Biblia, las Sagradas Escrituras. Cualquier religioso que niega la "deidad de Cristo" es anticristo; él está contra Cristo. En la segunda epístola del Apóstol Juan, versículo 7, él dice: Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el Anticristo.

El Anticristo es un engañador. El pretende ser Cristo, y aparenta ser como Cristo, pero no lo es, no es el Señor Jesucristo. Eso es exactamente lo que el Señor Jesucristo anunció. Él dijo que vendrían muchos en Su nombre, usando Su nombre, diciendo que eran cristos. Porque no todo espíritu es de Dios, y se nos recomienda probarlos.

Estimado amigo, amiga oyente, deberíamos probar, analizar y sacar las conclusiones más honestas sobre nuestra fe, en quién creemos, a quién seguimos, quienes dirigen, influyen o gobiernan nuestra vida. Podríamos encontrarnos con la sorpresa que lo que hacemos, creemos, lo que dicta nuestras costumbres, hábitos y el modo de enfocar y vivir nuestra vida, es contraria a Jesucristo y sus enseñanzas; eso significaría que el espíritu del anticristo está también presente en nuestra vida cotidiana. El Señor Jesucristo, en su discurso en el Monte de los Olivos, como lo relata el evangelio de Mateo, capítulo 24, versículo 24, dijo: Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Observemos: Se levantarán falsos Cristos. Es decir, habrá personas capaces de realizar milagros. Y la última bestia, veremos, será una persona que realizará muchos milagros. Él será un anticristo religioso, así como la primera bestia será un anticristo político. Ni siquiera el diablo pudo reunir todo el poder político y religioso en una sola persona. Creemos que estas dos bestias serán dos personas, y que son el Anticristo.

Bien, regresemos entonces a nuestro texto en Apocalipsis, y leamos los dos primeros versículos de este capítulo 13 de Apocalipsis:

1Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. 2 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. (Ap. 13:1-2)

El apóstol Juan habla aquí en primera persona. En los manuscritos más fiables se presenta como "él" se paró sobre la arena del mar. ¿De quién estábamos hablando en el anterior capítulo 12? Leímos sobre el dragón, Satanás, echado de la presencia de Dios, arrojado fuera del Cielo. Ahora, se paró sobre la arena del mar. Juan escribe: Y vi subir del mar una bestia. ¿Quién es el que hace salir del mar a la bestia? Bueno, es Satanás. Él es quien hace salir del mar a esta primera bestia. El mar, en las Escrituras, es un cuadro que representa a las naciones del mundo, a toda la Humanidad, y se la describe como un mar agitado. Esta bestia tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.

El aspecto de esta bestia es terrorífico. El Dragón, sobre la arena del mar, hace salir a la Bestia salvaje del mar y la domina. Esta es su obra maestra. Él es una persona real quien encabezará el resurgir del antiguo Imperio Romano. Recordemos que Roma simplemente se desintegró; este personaje será el único capaz de volver a reunirlo nuevamente. Hablábamos de estas circunstancias detalladamente cuando estudiamos el libro del profeta Daniel. Como vemos es necesario conocer el libro de Daniel para poder estudiar Apocalipsis con las claves que nos ofrece ese profeta del Antiguo Testamento.

Aparentemente Dios no interviene en la Tierra por un tiempo, y la entrega a Satanás. Personalmente, creemos en la justicia divina, y debido al hecho de que "el mal" ha aparecido, y Satanás ha llegado a ser quien es, Dios debe permitirle a él demostrar que, aunque le deja dominar y dirigir los eventos "a su manera", Satanás no será capaz de producir nada más que agonía, sufrimiento y violencia. Satanás podría recriminar a Dios, al enfrentarse a su destino, que es el lago de fuego: "Tú nunca me diste una oportunidad. Si Tú no hubieras intervenido en el mundo y me hubieres dejado sólo, entonces yo sí hubiera sido capaz de realizar mi propósito y establecer un segundo reino". Satanás no podrá reprochar nada a Dios.

Para entender este texto bíblico debemos recordar un pasaje similar, porque esta Bestia salvaje es similar a la cuarta bestia descrita en el capítulo 7 de Daniel. Allí se representa la historia profética del Imperio Romano, hasta el pequeño cuerno y su destrucción. Esa bestia parecía como dormida por un corto tiempo. De una de sus 7 cabezas salieron 10 cuernos, y otro cuerno pequeño. En Daniel, capítulo 7, versículo 8, leemos: Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos.

En los tiempos de Juan, la mayor parte de la profecía de Daniel ya se había cumplido. Las primeras 3 bestias que vio Daniel fueron: el león, que era Babilonia; el oso, que representaba al imperio Medo-Persa; y el leopardo símbolo del imperio Greco-Macedonio. Daniel presentó estas profecías siglos antes, y la visión de las tres primeras bestias tuvo su cumplimiento en los tiempos de Juan. Por lo tanto Juan concentra su atención en la última bestia y en el pequeño cuerno. La última Bestia, considerada como representativa del Imperio romano se estaba desintegrando. El apóstol Juan estaba viviendo en el tiempo del Imperio romano, habiendo sido exiliado en la isla de Patmos por el Emperador romano, Domiciano. Ya se percibían señales de debilidad, desintegración y deterioro. Juan fue un espectador presencial de aquello que para el profeta Daniel significaban hechos futuros. En el Apocalipsis el énfasis está dado sobre el gobierno del cuerno pequeño de Daniel, capítulo 7, y este cuerno pequeño se describe como una bestia salvaje, que gobierna y controla el restaurado Imperio romano, en la profecía de Juan.

El cuerno pequeño de Daniel y la Bestia salvaje de Apocalipsis 13 son idénticos. Aquellos estimados oyentes que habitualmente nos escuchan y son estudiantes de la Biblia, podrán comprender la importancia de un conocimiento previo de otras profecías complementarias, como sucede en este caso.

La Bestia salvaje es el Hombre de pecado, un anticristo, y el último dictador mundial. Y el último versículo de ese capítulo 13 de Apocalipsis confirma este criterio. Dice el versículo 18: Aquí hay sabiduría. Él que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es 666. Volveremos sobre este tema. Estamos hablando de aquel hombre que será el último dictador mundial. Y vamos a ver el desarrollo aquí en este capítulo 13 de Apocalipsis.

Hace ya varios años se hablaba con desbordante entusiasmo sobre el proyecto de reunir a las diferentes naciones en lo que actualmente conocemos como el "Mercado Común Europeo". Estimado amigo, amiga oyente, han habido muchos los que han tratado de reunir y unificar otra vez a Europa. Carlomagno lo intentó y fracasó. El Sacro Imperio Romano estaba centrado en Viena, Austria. También lo intentaron Napoleón, el Kaiser Guillermo, Hitler y Mussolini. Pero, el tiempo de Dios no era ese; y Dios no permitirá que nadie se le adelante hasta que comience la Gran Tribulación. El cumplimiento de ese proyecto del Mercado Común Europeo es un tema muy interesante. No, porque veamos que se está cumpliendo la profecía, sino porque nos damos cuenta que se está preparando el escenario que demuestra que la profecía puede ser cumplida. A través de los siglos muchos personajes han manifestado, que reunir otra vez a Europa, es una tarea imposible. Será imposible, hasta que Dios tenga todo preparado. Satanás proveerá ese hombre poderoso, embaucador, fascinador, que al principio parecerá ser realmente un instrumento de paz y justicia, pero después demostrará toda la crueldad de su amo y señor, Satanás.

Los 10 cuernos con las 10 diademas revelan la división en 10 partes del Imperio romano en el tiempo de la Gran Tribulación. Los 10 cuernos significan los 10 reyes que gobernarán a estas 10 divisiones. Esta interpretación es confirmada en Apocalipsis capítulo 17, versículo 12.

El cuerno pequeño que ha aparecido entre los 10 cuernos llegará al poder al derribar primero a 3 líderes o gobernantes. Después, él dominará a los otros siete gobernantes, y llegará a ser el dictador mundial, como lo veremos más adelante. Las 7 cabezas de la Bestia no son identificadas fácilmente. En el capítulo 17, versículos 9 y 10, y también el versículo 17, se hace referencia a 7 reyes. Estos no reinarán simultáneamente, como los harán los 10 gobernantes que son representados por los 10 cuernos coronados con diademas. Pero sí aparecerán en orden cronológico. Algunas estudiosos han interpretado a estos 7 reyes como la representación de ciertos emperadores romanos, como Domiciano, quien era el gobernante en el tiempo del apóstol Juan. Otros han interpretado estas 7 cabezas como formas de gobierno a través de las cuales transcurrió el Imperio romano. Hubo reyes, concilios, dictadores, tribunos militares, emperadores y déspotas.

El tercer punto de vista es que las siete cabezas representan algunas grandes naciones de la Antigüedad que blasfemaron contra Dios: Roma, Grecia, Media y Persia, Caldea, Egipto y Asiria. El reino de la Bestia que aún está por venir, sería el séptimo. El comentarista y erudito Seiss toma esa posición.

Otro criterio probable es que las 7 cabezas corresponden a las 7 cabezas del dragón, y que esto es una muestra de una sabiduría excepcional. Satanás le da energía extraordinaria al hombre de pecado, como también se le llama al último dictador.

Ahora, las siete cabezas son culpables de blasfemar. La blasfemia se manifiesta de dos maneras, según expresa el comentarista Govett: (1) "Haciéndose a sí mismo igual a Dios, usurpando Su lugar, y (2) calumniando y tomando el nombre de Dios en vano". Los emperadores de Roma eran culpables de la primera forma mencionada. Ellos se proclamaban a sí mismo de ser dios. En el imperio romano existía la adoración del emperador. Los fariseos eran culpables de lo segundo, cuando blasfemaban contra el Espíritu Santo. La Bestia aquí es culpable de ambas formas, como veremos más adelante, cuando estudiemos este capítulo.

Bien, estimado amigo, amiga oyente, solamente hemos presentado una introducción al capitulo 13. Esperamos que nos acompañe en nuestro próximo programa donde hablaremos con más detalle de la presencia y la actuación de estas dos Bestia. Continuamos pidiendo a Dios por usted y para que Él bendiga Su Palabra que hoy hemos meditado.

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