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Estudio bíblico de 1 Timoteo 1:3-7

1 Timoteo 1:3-7

En nuestro, programa anterior, amigo oyente, vimos la introducción de esta epístola a Timoteo que hemos comenzado a estudiar, escrita por el Apóstol Pablo.

En la introducción a este libro, dijimos que en todas estas 3 epístolas llamadas pastorales, Pablo trató dos temas: el credo de la Iglesia, y la conducta de la Iglesia. Dentro de la Iglesia, la adoración debe hacerse en forma correcta, y fuera de la Iglesia, deben manifestarse las buenas obras. La adoración tiene lugar dentro, y las obras en el exterior. Esta es la manera en que debe hacerse visible la Iglesia.

Pablo trató estos dos tópicos en cada una de las 3 epístolas. Por ejemplo, en 1 Timoteo, capítulo 1, es la fe, la fe de la iglesia, su doctrina. En el capítulo 2 - el tema es el orden de la iglesia. El capítulo 3 trata sobre los cargos de la iglesia. El capítulo 4 describe la apostasía que vendría. Y en los capítulos 5 y 6, tenemos las obligaciones de los cargos de la iglesia.

El tema de este capítulo es, pues, "la fe de la iglesia". El énfasis de Pablo aquí no será presentar una declaración doctrinal de la iglesia cristiana, sino una advertencia contra los maestros falsos en la iglesia local. El destacará que el evangelio de la gracia de Dios es central en la doctrina y concierne a la persona de Cristo.

Así que hemos encontrado que Pablo usó aquí (y por todas las Epístolas Pastorales) expresiones que no veremos en otras partes de sus escritos. Obviamente Él habló a estos predicadores jóvenes de una manera más íntima y personal de la que utilizó en sus mensajes públicos o escritos. ¿No le hubiera agradado a usted ser Timoteo, haber viajado con Pablo, y que el gran apóstol le abriera su mente y su corazón? Bien, estimado oyente, el Espíritu de Dios está aquí y nos está hablando a través de esta epístola que Pablo escribió a Timoteo.

Aunque 1 Timoteo es íntima y personal, tiene que ver con los asuntos de la iglesia local, el cuerpo de los creyentes, tal como se manifiesta en la comunidad. Y aquí quisiera decir, y quizás esto revela nuestra tendencia pastoral, que cada creyente debería estar identificado con alguna iglesia local.

El versículo 2 incluye la frase Dios nuestro Padre. Dios era el Padre de Pablo, era el Padre de Timoteo, y es su Padre, estimado oyente, si usted ha recibido a Cristo. El es mi Padre porque yo he recibido a Cristo y he sido introducido en la familia de Dios. ¡Qué gran privilegio es este! Pablo había sido un Fariseo, y en el judaísmo nunca había tenido el privilegio de llamar a Dios su Padre.

El versículo 2 termina con la frase y de Cristo Jesús nuestro Señor. Todo lo que se lleva a cabo en la iglesia local requiere ser hecho en el nombre de Cristo y bajo Su mandato. Él es la Cabeza de la iglesia; el es el Señor. El Señor Jesús dijo, en Lucas 6:46, 46»¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que yo digo? Es como si hubiera dicho: "¿Por qué no me obedecéis?" ¿Podría el decirnos lo mismo hoy a muchos de nosotros? El Señor ha advertido que en el día del juicio se presentarán muchos que dirán: "Señor, hemos hecho esto y aquello, y además otras cosas. Hemos estado sumamente ocupados en tus asuntos". Y Él les tendrá que responder: "Ni siquiera os conozco. No sabía que estabais haciendo eso en Mi nombre porque, sin duda alguna, no buscásteis mi voluntad. No procurásteis obedecerme". Hay que destacar esto que es muy importante. No solo necesitamos llamarle Señor, sino también obedecerle como Señor.

Comenzamos ahora con un nuevo párrafo que hemos titulado

Advertencia contra la doctrina erronea

Ya hemos dicho anteriormente que esta epístola trata sobre el credo y la conducta en la iglesia local. El credo de una persona debe ser correcto, antes que la conducta de esa persona pueda ser correcta. Es casi una imposibilidad pensar de manera equivocada y actual correctamente. Y su credo tiene que estar correcto antes de que su conducta pueda ser correcta. Es triste que una persona trate con frecuencia de actuar correctamente aun cuando su forma de pensar está equivocada. Resulta imposible mantener esta situación por mucho tiempo. Ahora, en el versículo 3 leemos:

"Como te rogué que te quedaras en Éfeso cuando fui a Macedonia, para que mandaras a algunos que no enseñen diferente doctrina"

Aquí el apóstol recalcó que Timoteo les ordenara a algunos supuestos maestros que dejaran de enseñar doctrinas falsas; en otras palabras, que no enseñaran una doctrina diferente. Recordemos que Pablo también les escribió a los Gálatas que no había otro evangelio. Los judaizantes estaban predicando otro evangelio. ( Aclaremos que los judaizantes eran judíos convertidos al cristianismo que seguían practicando las previsiones de la ley mosaica. Y pretendían imponerlas a los no judíos convertidos.) Así que había un solo evangelio, así como había solo una doctrina.

Esta palabra doctrina se refiere a las enseñanzas de la Iglesia. ¿Cuál debería ser la enseñanza de la iglesia local? Debería ser aquella que se enseñó desde el mismo principio. Después del día de Pentecostés, el relato registró que perseveraban en la doctrina de los apóstoles. Esta fue una de las 4 cosas que caracterizaron a aquella iglesia: (1) la doctrina de los apóstoles (2) la comunión unos con otros (3) las oraciones y (4) el partimiento del pan, es decir, la cena del Señor. Estas son, por así decirlo, las cuatro "huellas dactilares" de la iglesia visible. Una iglesia no es una verdadera iglesia de Cristo si su doctrina no es la doctrina de los apóstoles.

Reconocemos que nuestras variadas interpretaciones de la Escrituras nos llevan a estar en desacuerdo en algunos puntos de doctrina. En cierta ocasión dos Pastores estaban conversando y hablaban sobre aquellos temas en los que estaban o no estaban de acuerdo y al final llegaron a la conclusión de que no había las serias diferencias entre ambos que en un principio habían pensado. Al despedirse, uno le dijo al otro: "Hay tantas cosas en las que nosotros estamos de acuerdo, porque estamos de acuerdo en aquello que es básico: En consecuencia, no deberíamos distanciarnos por temas que no son esenciales. Por supuesto, nos agradaría que todos pensaran como nosotros, pero tenemos que aceptar como hermanos a otros que en algunos puntos secundarios difieren de nuestra interpretación.

Sin embargo, debemos mantenernos fieles a la doctrina de los apóstoles, es decir, a las doctrinas básicas de la fe. Los apóstoles enseñaron la inspiración total verbal de las Sagradas Escrituras, la integridad e infalibilidad de la Palabra de Dios. Y ellos enseñaron la deidad de Cristo. En esta misma epístola veremos que Pablo tiene un elevado punto de vista del Señor Jesucristo. Hubo quienes dijeron que él no enseñó la deidad de Cristo. Sin embargo, entre todos los temas doctrinales que trató, en la exposición de éste tema fue extremadamente claro. El enseñó con toda claridad la deidad de Cristo. Incluso aquí en este capítulo cuando dijo de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor, el colocó a Cristo inmediatamente al lado de Dios, dejando bien en claro que Él es Dios.

Y ahora, hablando a este joven Timoteo, le dijo: te rogué que te quedaras en Éfeso. Pablo había dejado a Timoteo en Éfeso mientras él mismo se quedaba en Macedonia. Éfeso era una ciudad importante de esa época y Pablo pasó más tiempo allí que en cualquier otro lugar, y también fue la ciudad en la que tuvo su mayor ministerio. Y Timoteo tuvo que recordar a los Efesios que no enseñaran otra doctrina. Porque si la enseñanza de la iglesia no era la correcta, no era una iglesia. No importaba el número de diáconos, ancianos, pastores, líderes de alabanza, coros o escuelas dominicales que estuvieran trabajando. Si la doctrina verdadera no se enseñaba allí, aquel grupo no era realmente una iglesia. Porque la doctrina debía ser la de los apóstoles. Y continúa diciendo el versículo 4 de este primer capítulo de 1 Timoteo:

"Ni presten atención a fábulas y genealogías interminables (que acarrean discusiones más bien que edificación de Dios, que es por fe), así te encargo ahora."

Luego, les continuó aconsejando que no prestaran atención a leyendas o fábulas, ni a mitos. En Éfeso, se encontraba el centro de las religiones de misterios de aquellos tiempos. En aquel gran centro se encontraba el templo a Adriano, el templo a Trajano, y el gran templo de Diana. Toda esa adoración pagana se encontraba centralizada en Éfeso. Estaba basada en la mitología de los griegos, y los creyentes de Éfeso debían evitarla tener contacto con ella.

La referencia de Pablo a las fábulas o mitos podría haberse referido a la filosofía de Filón. Filón era un israelita destacado y brillante que tomó el Antiguo Testamento y lo espiritualizó. En otras palabras, intentó introducir el punto de vista de los mitos. Esa enseñanza tuvo su auge en algunos seminarios. Enseñaron, por ejemplo, que el libro del Génesis era un mito, que sus historias eran mitos y que los hombres allí mencionados jamás vivieron realmente. Pero ha habido tal acumulación de evidencia de descubrimientos arqueológicos para apoyar al libro de Génesis, que tales puntos de vista ya no reciben el énfasis que recibían en el pasado.

La frase genealogías interminables podría referirse a la enseñanza falsa de que la iglesia es simplemente una continuación del judaísmo. Es decir, que sería solo una genealogía siguiendo a otra, lo que implicaría negarse a reconocer que Dios trata con el hombre de acuerdo a diferentes economías de la historia. El desechar esta enseñanza Bíblica produce una gran confusión en lo que se refiere a las posiciones de Israel y la iglesia en el programa de Dios.

También debemos decir que los griegos estaban enseñando lo que era conocido con el nombre de "Gnosticismo". Su enseñanza se convirtió en parte de la primera herejía dentro de la iglesia. Ellos enseñaron que había emanaciones que procedían de un ser absoluto, que era el ser supremo e indescriptible. El ser original creó una criatura, y esa criatura creo otra que estaba debajo de ella, y así sucesivamente en línea descendente. Una de esas emanaciones era conocida como el demiurgo. Ellos querían adaptar a Jesús en alguno punto de esa línea, como uno de esos seres creados.

Y continuó diciendo Pablo en el versículo 4, (que acarrean discusiones más bien que edificación de Dios, que es por fe) En otras palabras, Pablo le dijo a Timoteo que todos estos tipos de enseñanza falsa no los edificarían, no los desarrollarían en la fe. Mirando a nuestra realidad, podemos apreciar que en ciertos sectores del cristianismo, pueden observarse los frutos de muchos años de incredulidad. Esa enseñanza ha producido un foco de resistencia de personas insensibles a las realidades sobrenaturales, a quienes les falta totalmente la fe. Han rechazado a la Palabra de Dios y los resultados que se observan en algunas comunidades que profesan ser cristianas son increíbles. Y Pablo continuó diciendo en el versículo 5 de este primer capítulo de 1 Timoteo:

"El propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, de buena conciencia y fe no fingida."

Aquí se habla de amor nacido de corazón limpio. Pablo estaba nuevamente usando expresiones íntimas al escribir a este joven predicador, que no encontraremos en sus epístolas dirigidas a las iglesias. Le dijo a Timoteo que lo que se enseña en la iglesia debería producir un amor que brote de un corazón limpio. Un "corazón limpio" está en contraste con nuestra vieja naturaleza. Se refiere a una persona que ha sido declarado justa en Cristo y que entonces puede manifestar, hacer visible el fruto del Espíritu, que incluye al amor.

Hay tres cosas que deberían manifestarse en la iglesia. La primera es la fe, fe en Cristo y en Su Palabra. La segunda es el amor. El amor no es algo que usted tiene que estar expresando verbalmente todo el tiempo. El amor es una preocupación activa por otros, que significa que usted no cotillea acerca de ellos, es decir, que habla de ellos de una manera que les cause daño ni les perjudique en modo alguno.

La fe debería ser vivida de forma concreta en la experiencia de la iglesia, así como también el amor. Uno necesita una organización y cargos en una iglesia, pero da lo mismo si usted tiene una forma de gobierno episcopal, congregacional o presbiteriana. Si faltan la fe y el amor, usted no tiene más que una simple asociación, o una especie de club religioso. Pero si la fe y el amor se manifiestan, la forma de gobierno no es demasiado importante.

La tercera cosa que debería manifestarse en la vida de la iglesia es una buena conciencia. No creo que la conciencia es una buena guía, incluso para un creyente; sin embargo un creyente debe tener una buena conciencia. Cuando usted se acuesta por la noche, ¿se siente mal acerca de algo que ha dicho o hecho durante el día? Muchos cristianos sensibles son sensibles así y no pueden conciliar el sueño hasta haberse puesto en contacto con una persona a la que han ofendido con sus palabras, o con comentarios críticos. Así que es bueno tener una conciencia sensible. Porque otros parecen tener conciencias que parecen haber sido cauterizadas con un hierro candente. Han llegado a una condición en la cual son insensibles al bien y al mal.

Estas tres gracias y bendiciones divinas, el amor, una buena conciencia y la fe, son las cosas que Pablo dijo que deberían ser manifestadas, puestas en evidencia en la iglesia local. Continuemos leyendo el versículo 6 de este primer capítulo de 1 Timoteo.

"Algunos, desviándose de esto, se perdieron en vana palabrería."

Esta vana palabrería significa discusiones inútiles, aunque tengan un lenguaje florido, discusiones que no conducen a nada constructivo y provechoso. Hay personas que le adularán con fines interesados, le darán palmadas en la espalda, pero todo ello no tendrá ningún valor. Serán simplemente palabras vacías y gestos que expresan sentimientos falsos. Y continúa diciendo el versículo 7 de este primer capítulo:

"Pretenden ser doctores de la Ley, cuando no entienden ni lo que hablan ni lo que afirman."

Pablo estaba hablando en esta ocasión en una forma muy directa, aludiendo directamente a personas concretas, y dejando bien en claro que había individuos que enseñaban el error, y lo presentaban con certeza, como si fuera la verdad. Pero ellos rechazaban la Palabra de Dios y realmente no entendían de qué estaban hablando.

En esta sección tenemos entonces una serie de advertencias contra la doctrina. El apóstol hizo mención especial de las religiones de misterio y de la idolatría, que predominaban en una ciudad como Éfeso, en la que le tocó desempeñar al joven Timoteo una gran responsabilidad. Otra advertencia importante se dirigió hacia enseñanzas falsas que intentaban convertir a la revelación del Antiguo Testamento en una simple mitología. Al continuar veremos también que Pablo advertiría contra las enseñanzas de los legalistas, que eran aquellos que enseñaban que la ley era un medio para alcanzar la salvación, y después de la salvación, la convertían en un medio para alcanzar la santificación del cristiano. Pero de ello, ya hablaremos con mayor detalle en nuestro próximo programa, al continuar avanzando por este primer capítulo de esta primera carta de Pablo a Timoteo.

Bien, amigo oyente, vamos a detenernos aquí por hoy, y Dios mediante, continuaremos con este tema en nuestro próximo programa. Como es nuestra costumbre, le sugerimos leer y meditar en el contenido de los siguientes versículos de este capítulo 1 de la primera epístola del Apóstol Pablo a Timoteo, para estar mejor informado y pueda sacar el mayor provecho de este estudio. Deseamos que las implicaciones prácticas de las grandes doctrinas expuestas en esta carta le resulten de ayuda espiritual para su vida diaria y esperamos contar con su compañía en nuestro próximo encuentro.

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