Algunas veces pasamos por situaciones en la vida en las que nos preguntamos si es posible que lo que Dios nos pide es demasiado. En este estudio consideramos uno de esos momentos; cuando Dios mandó a Abraham que ofreciera a su hijo Isaac.
José fue un joven que supo decir no a la tentación sexual. Y hoy sigue siendo necesario que los jóvenes sean fieles al Señor y estén dispuestos a decir no cuando corresponde. Para José lo fácil habría sido ceder y echar la culpa a las circunstancias, pero no lo hizo. Un buen ejemplo para todos nosotros.