El rey Josías destaca en la historia por haber sido el instrumento usado por Dios para un avivamiento. Y éste se produjo porque llevó al pueblo de regreso a la Palabra de Dios...
El descenso del Espíritu Santo para morar en la Iglesia marcó el comienzo de una nueva época. En este estudio veremos las circunstancias en las que ocurrió y el mensaje del apóstol Pedro a raíz de este importante acontecimiento.
El rey Josías, como muchas veces nosotros también, nos enfrentamos con decisiones muy difíciles en las que no sabemos qué escoger. En esta ocasión él decidió algo con toda honestidad, estando incluso dispuesto a dar su vida por ello, pero eso no quita que tal vez estuviera equivocado...
El Señor Jesús había resucitado y ascendido triunfante al cielo. Una prueba de ello la encontramos en que en su Nombre había poder para sanar enfermos y para traer salvación a los hombres.
A raíz de las predicaciones de los apóstoles se formó la primera iglesia en Jerusalén, que ha quedado como un bello ejemplo de la unidad y amor que debe existir entre los creyentes en su testimonio frente al mundo...
El avance del Evangelio desde Jerusalén hasta el fin del mundo continuaba, ofreciendo nuevas oportunidades pero también enfrentando nuevos retos. En todo caso, el Espíritu Santo seguía dirigiendo y obrando a través de sus siervos para cumplir con la tarea encomendada...
Cuando Israel fue llevado en cautiverio a Babilonia, éste fue un acontecimiento de graves consecuencias. ¿Dónde quedaban las promesas de Dios para su pueblo? ¿Por qué lo permitió Dios? ¿Que debemos aprender de todo esto?...
En el tiempo de Hageo Israel había abandonado la Casa de Dios que estaba en ruinas. Entonces, como también ahora, los motivos y las excusas eran las mismas: materialismo, temores, falta de tiempo...
Cada creyente y cada iglesia local formamos parte de la Casa de Dios. Esto quiere decir que Dios mora en nosotros. Por lo tanto, debemos ser un faro de luz irradiando las grandes verdades acerca de nuestro Dios hacia un mundo sumido en las tinieblas de su propia ignorancia...