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Estudio bíblico de Génesis Introducción 3

Introducción a la Biblia (III)

¿Qué quiere usted decir con revelación? ¿Inspiración? ¿Iluminación? ¿Interpretación?

Revelación significa que Dios ha hablado, y que El se ha comunicado con el hombre. La Inspiración garantiza la revelación de Dios. La Iluminación tiene que ver con el Espíritu de Dios como maestro y tutor que la enseña. La Interpretación se refiere al significado que tú y yo damos a la Palabra de Dios.

Revelación

La Revelación significa que Dios ha hablado. La frase "Así dice el Señor" y expresiones sinónimas aparecen 2.500 veces en el texto Bíblico. El Señor no quiso que dejásemos de entender que El ha hablado. Observa el pasaje Bíblico de Hebreos 1:1,2

"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros tiempos nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el universo."

Dondequiera que encuentres 2 personas, dotadas de un nivel razonable de inteligencia, que abrigan los mismos sentimientos y deseos, y que en mayor o menor medida se atraen mutuamente, encontrarás que hay una comunicación entre ellas. Las personas de propensiones semejantes, separadas la una de la otra, se deleitan al ponerse en contacto entre ellas, alegrándose por poder comunicarse entre sí. Esta característica innata del corazón humano explica la existencia de medios como las oficinas de correos y el teléfono.

Los amigos se comunican con sus amigos. El marido que está lejos de su hogar, le escribe a su mujer. El niño que está como interno en una escuela, escribe a sus padres. Y con frecuencia, la carta de una chica llega a manos de un chico, que a su vez se deleitará en contestarla. Todo esto se llama comunicación. Constituye la expresión del corazón. Las Sagradas Escrituras lo expresan breve pero elocuentemente en el libro de los Salmos.

Dice el poeta: "un abismo llama a otro ". En este momento recuerdo la historia de Helen Keller, y la emoción que me produjo leer el relato de la vida de esta mujer, prácticamente excluida del mundo por enfermedades como la ceguera y la sordera, sin poder comunicarse con sus semejantes hasta que surgió una manera de ponerse en contacto con la gente, una forma de comunicarse, probablemente mejor que lo hacemos muchos de nosotros, que podemos ver y oír.

Ahora, y en base a todo esto, me gustaría hacerte una pregunta que creo es razonable e inteligente. ¿Acaso no resulta razonable concluir que Dios se ha comunicado con sus criaturas, a quienes El ha dotado de un cierto nivel de inteligencia, y a quienes ha creado a su semejanza? Permíteme decirte lo siguiente. Si no hubiésemos tenido una revelación de Dios, creo que en este mismo instante tú y yo podríamos disponernos a esperar y El, efectivamente, nos hablaría. Ciertamente, podríamos contar con que Dios hablaría con nosotros.

Seguramente observarás que el escritor de la epístola a los Hebreos dice que, en el Antiguo Testamento Dios habló por medio de los profetas y que en estos tiempos nos ha hablado por medio de Jesucristo. Tanto la revelación de los profetas en el Antiguo Testamento como la revelación de Cristo en el Nuevo Testamento son, por supuesto, la Palabra de Dios. Y ésta es la única forma en que podemos enterarnos de la acción comunicativa de Dios. La Biblia consta de 66 libros, por medio de los cuales El nos ha hablado.

Dice de la Biblia un autor desconocido:

"Este libro contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino para la salvación, la perdición de los pecadores y la felicidad de los creyentes. Sus doctrinas son santas, sus preceptos son vinculantes, sus historias son veraces, y sus decisiones son inmutables. Léelas para ser sabio, créelas para ser salvo y practícalas para ser santo. Contiene luz para orientarte, alimento para sostenerte y consuelo para animarte. Es el mapa del viajero, el bastón del peregrino, la brújula del piloto, la espada del soldado y el carácter del cristiano. Aquí, el paraíso es restaurado y las puertas del infierno, puestas en evidencia. Cristo es su sublime propósito, nuestro bien es su intención y la gloria de Dios, su finalidad. Debería llenar la memoria, regir el corazón y guiar los pies. Léela lentamente, frecuentemente y en una actitud de oración. Te ha sido dado para esta vida, será abierto en el juicio y será recordado siempre. Implica la más alta responsabilidad, recompensará la tarea más ardua y condenará a los que tratan con poca seriedad su sagrado contenido."

Inspiración

Esto nos conduce al segundo gran Tema, que es la inspiración. Yo personalmente creo en lo que se conoce por inspiración verbal y plenaria de las Escrituras, y que significa que la Biblia es una declaración autorizada y que todas sus palabras constituyen la Palabra de Dios para nosotros, en el día en que vivimos. La inspiración garantiza la revelación de Dios. Y eso es exactamente lo que este Libro dice. Dos hombres: Pablo, escribiendo su última epístola a Timoteo y Pedro, escribiendo su última epístola, tuvieron algo considerablemente definido que decir sobre la Biblia;

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." (2 Timoteo 3:16,17)

Observa que toda la Escritura es dada por inspiración. La palabra inspirada significa espirada por Dios. El dijo por medio de estos hombres, tal como lo hizo aquí a través de Pablo, exactamente lo que El quiso decir. El no ha tenido que añadir nada más. Pedro lo expresa de esta manera:

"Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." (2 Pedro 1:21)

Es muy importante considerar que estos hombres fueron movidos, impulsados, como si hubieran sido llevados, por el Espíritu Santo de Dios. Dijo el Obispo Westcott: "Los pensamientos están unidos a las palabras tan necesariamente como el alma está unida al cuerpo ".

Hay una curiosa historia de una chica que había tomado lecciones de canto con un maestro muy famoso. El maestro estaba presente en el recital de su alumna y, una vez que éste finalizó, estaba lógicamente ansiosa por conocer su reacción. Como él no fue a los camarines para felicitarla, ella le preguntó a un amigo: "¿Qué dijo? " Su leal amigo le respondió: "Dijo que cantaste de forma celestial "

Ella no podía creer que su maestro hubiese dicho esto, así que trató de indagar más. " ¿ Es eso exactamente lo que dijo ? ", " Bueno . . . No, pero eso es lo que quiso decir " La chica insistió; " Dime las palabras exactas que él utilizó " Bueno, las palabras exactas fueron; " ¡ Aquel sonido no era terrestre ! " Es evidente que hay una diferencia entre un ruido no terrestre y un sonido celestial. Las palabras exactas son importantes.

Créeme, son las palabras de la Escritura las que están inspiradas --no solo los pensamientos, sino también las palabras. Por ejemplo, en el relato en que los Evangelistas Mateo, Marcos y Lucas nos cuentan como tentó Satanás a Cristo en el desierto, Satanás no estaba hablando por inspiración divina cuando mentía. Pero la Biblia registra, o deja constancia, de que el dijo una mentira. Por eso decimos que son las palabras, que nos transmiten fielmente lo que ocurrió, las que están inspiradas. Y el episodio de aquella tentación culmina con las palabras del Señor Jesús que dijo, " escrito está ", citando la Palabra de Dios en el Antiguo Testamento. Es así que los hombres que escribieron las Escrituras declararon lo que Dios tenía que decir. En el libro del Éxodo, capítulo 20 y versículo 1, Moisés escribió: "Y habló Dios todas estas palabras, diciendo . . ." Fue Dios el que pronunció las palabras, y Moisés escribió lo que El dijo.

En el transcurso del tiempo se han descubierto muchos y muy excelentes manuscritos de las Escrituras. Hablando de los manuscritos de Gran Bretaña, Sir George Kenyon, el ya fallecido director y principal bibliotecario del Museo Británico hizo la siguiente declaración: " Gracias a estos manuscritos, cualquier lector de la Biblia puede sentirse tranquilo en cuanto a la completa veracidad del texto. Aparte de unas pocas alteraciones verbales de poca importancia, normales en libros transcriptos a mano, podemos sentirnos confiados de que el Nuevo Testamento ha sido transmitido de tal manera que ha llegado hasta nosotros intacto. Podemos estar seguros de que hoy tenemos un texto tan cercano a los autógrafos (es decir, a los escritos originales) como pudo ser posible. Y yo creo en la inspiración verbal y completa de los escritos originales.

Allá por el siglo segundo Ireneo, que fue uno de los llamados padres de la iglesia, escribió lo siguiente: "Las Escrituras son verdaderamente perfectas, puesto que han llegado a existir por la Palabra de Dios y por su Espíritu." Agustín, que vivió en el siglo quinto, afirmó: "Por lo tanto, sometámonos e inclinémonos ante la autoridad de las Sagradas Escrituras, las cuales no pueden equivocarse ni engañar. "

Y el famoso predicador Spurgeon comentó: " Nunca podría yo tener dudas sobre la doctrina de la inspiración verbal y plenaria; ya que veo constantemente, en la experiencia real, como las palabras mismas que Dios se complació en utilizar --por ejemplo, un plural en vez de un singular en determinadas palabras-- constituyen una bendición para las almas de las personas." En su Libro, Dios habla directamente a nuestros corazones, y a nuestras vidas.

Iluminación

La iluminación tiene que ver con el hecho de que tú y yo tenemos un Libro, un Libro divino y un Libro humano, escrito por hombres que estaban expresando sus pensamientos y, al mismo tiempo, estaban escribiendo la Palabra de Dios. Solamente el Espíritu de Dios puede comunicarnos y enseñarnos esa Palabra. Aunque podamos conocer los hechos y realidades de la Biblia por nosotros mismos, el Espíritu de Dios tendrá que abrir nuestras mentes y corazones para que seamos capaces de comprender la verdad espiritual que en ella se encuentra.

Pablo escribió lo siguiente a los creyentes de la ciudad de Corinto:

"Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito; Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman." (1 Corintios 2: 7-9)

Ahora bien, tú y yo adquirimos la mayor parte de lo que sabemos por medio de la puerta de entrada del ojo, por la entrada del oído o a través de la razón. Aquí, Pablo nos dice que hay ciertas cosas que el ojo no ha visto ni el oído escuchado, ciertas cosas que tú no puedes, en absoluto, asimilar en tu mente. ¿De qué manera, entonces, vas a comprenderlas?

Dice al respecto, el mismo escritor Bíblico:

"Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios " (1 Corintios 2:10)

Quizás recuerdes que el Señor les preguntó a sus discípulos: "¿Qué dicen los hombres de mí? Ellos respondieron que algunos decían una cosa y otros, otra. (Y hoy en día tú podrías obtener una respuesta diferente de casi cada persona a quien se te ocurriese preguntar. Existen muchos puntos de vista sobre Jesús.) En aquella ocasión, les preguntó entonces a sus discípulos:

"Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos." (Mateo 16:15-17)

Dios es Aquel que reveló la verdad a Simón Pedro. Y en la actualidad, solamente Dios puede revelarnos la Palabra de Dios para nosotros, para que realmente la comprendamos.

En el día de la resurrección del Señor Jesús, El descendía por el camino hacia la aldea de Emaús y se acercó a dos personas que también se dirigían hacia allí. Agregándose a la conversación, les preguntó:

"¿Qué pláticas son éstas que tenéis entre vosotros mientras camináis, por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le dijo: ¿Eres tu el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y como le entregaron los principales sacerdotes nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron" (Lucas 24:17-20)

Como seguramente recordarás, Jesús había predicho todo ello. Y resulta interesante observar que la profecía escrita lo había estado diciendo por años. Luego, aquellos viajeros expresaron la esperanza que habían tenido:

"Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido." (Lucas 24:21)

Y ellos continuaron contando lo que sabían y lo que las mujeres habían relatado cuando habían dicho: "Los que estaban con nosotros fueron al sepulcro. . . Pero a Él, no le vieron ". Las esperanzas de aquellos caminantes se habían esfumado y la oscuridad había penetrado en sus corazones. Ahora, escuchemos la reacción de Jesús:

"¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de Él decían." (Lucas 24:25-27)

¿No hubiera sido maravilloso estar allí aquel día, y haberle escuchado citar el Antiguo Testamento, destacando las Escrituras que hablaban de Él? Después de que al llegar a la aldea, finalmente, se dio a conocer a sus compañeros de viaje, cuando estaban sentados a la mesa para cenar. Y cuando El desapareció de su vista, ellos comentaron:

"¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?" (Lucas 24:32)

Como puedes ver, estamos estudiando un libro que es diferente a cualquier otro libro. No se trata de que yo solo crea en la inspiración de la Biblia. Creo, además, que es un libro cerrado para ti. Y digo cerrado, para enfatizar que su significado espiritual no te resultará comprensible a menos que el Espíritu de Dios abra tu corazón y lo haga real.

Después de aquel incidente y cuando Jesús regresó a Jerusalén, continuó enseñando a sus discípulos:

"Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos." (Lucas 24:44)

Observa que El creyó que Moisés había escrito el Pentateuco. El creyó que los profetas habían hablado de Él y que los Salmos le señalaban. Y ahora llegamos a un versículo importante que dice:

"Entonces El les abrió el entendimiento, para que entendiesen las Escrituras." (Lucas 24:45)

Así que, estimado oyente, si El no abre o actúa sobre tu entendimiento, sencillamente, no vas a poder entender las Sagradas Escrituras. Este es el motivo por el cual debemos aproximarnos a este Libro con una mente humilde, aparte de cuan elevado sea nuestro cociente intelectual o la amplitud de nuestra cultura.

Refiriéndonos otra vez a la epístola a los Corintios, Pablo continúa afirmando:

"Por lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no la puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1 Corintios 2:13,14)

Nunca me sorprende que un no creyente diga que no cree que la Biblia sea la Palabra de Dios. Es normal que se exprese de esta manera. Después de todo, si él no es un creyente, no puede comprenderla. El escritor Mark Twain, que no era un creyente, dijo que a él no le perturbaba aquello que no comprendía de la Biblia. Lo que le preocupaba era lo que sí comprendía. Hay cosas que un no creyente puede entender, y son aquellas que hacen que muchos, como el citado escritor, rechacen la Palabra de Dios. Fue Pascal, quien dijo: "El conocimiento humano debe ser entendido para ser amado, pero el conocimiento Divino debe ser amado, para ser comprendido."

Al dejar el Tema de la iluminación, permíteme agregar lo siguiente. Solo el Espíritu de Dios puede abrir tu mente y corazón para ver, y para aceptar a Cristo, y para confiar en El cómo tu Salvador. ¡Qué maravilloso! Siempre delante de un micrófono me siento ¡tan impotente! Porque, créeme, yo, como ser humano, no puede convertir a nadie. Sin embargo, no solo me siento débil. También me siento fuerte, sabiendo que el Espíritu de Dios puede tomar mis palabras carentes de vida, transformándolas en una viva realidad.

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