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Estudio bíblico de Romanos 16:3-27

Romanos 16:3-27

Continuamos hoy estudiando el capítulo 16 de esta epístola del apóstol Pablo a los Romanos, capítulo que comenzamos en nuestro programa anterior. Y estuvimos hablando de Febe, que fue la primera mujer mencionada en este capítulo 16, donde tenemos la exposición de las relaciones mutuas entre cristianos. Y decíamos que Febe es la primera que se menciona en este catálogo de héroes de la fe. Ella no era judía como su nombre así lo indica. Como hemos mencionado anteriormente, había muchos que no eran judíos en la iglesia de Roma. Ahora, su nombre le fue dado en honor a la diosa griega Diana, quien en la mitología griega, era la diosa de la luna, así como su hermano Apolo era el dios del sol. Ahora, muchos creyentes adoptaron nuevos nombres al ser bautizados, pero por alguna razón, Febe se quedó con su nombre pagano. Y señalamos el hecho de que Febe fue quien llevó hasta Roma esta epístola a los Romanos, aunque reconocemos que hay quienes no creen que ella fuera la portadora de esta epístola. Ahora, dijimos también, que al parecer, Febe había estado particularmente activa en una posición oficial en la iglesia local en Cencrea. Parece que iba a Roma en un viaje de comercio y por lo tanto, Pablo le dio a ella la epístola a los Romanos, para que ella la entregara a la iglesia, antes que confiar esa carta al transporte público romano, que era bastante lento. Pablo iba rumbo a Jerusalén cuando entregó su carta a Febe. Y él entonces, la recomendó de una manera especial a los creyentes en Roma, a quienes ella hasta entonces, aún no había conocido. Continuemos hoy leyendo los versículos 3 y 4 de este capítulo 16 de la epístola a los Romanos, en los cuales se incluyen

Saludos para los creyentes de Roma

"Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí, a los cuales no sólo yo doy las gracias, sino también todas las iglesias de los que no son judíos".

En aquel tiempo había iglesias formadas por creyentes que no eran judíos. Parece que ése era el caso de la Iglesia en Roma, que estaba integrada mayormente por no judíos procedentes de muchas razas.

Priscila y Aquila eran un matrimonio judío. ¿Dónde les conoció Pablo y en qué sentido fueron sus ayudantes? Resulta que se produjo una ola de antisemitismo en Roma y tuvieron que salir de la ciudad. Llegaron a la ciudad de Corinto y establecieron allí su negocio. Esa ciudad era un importante centro comercial y Pablo también se ocupó allí de su trabajo. El practicar el mismo oficio hizo que se conocieran y Pablo les guió a creer en el Señor. Esta pareja se mencionó por primera vez en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 18, versículos 1 al 3, donde dice: "1Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. 2Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila, su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma. Fue a ellos, 3y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas".

Ellos siguieron a Pablo hasta Éfeso, a donde quizás fueron para abrir una sucursal y donde también pudieron ayudar a Apolos, según leemos en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 18, versículo 26, donde dice: "26Y Apolos comenzó, pues, a hablar con valentía en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron con más exactitud el camino de Dios".

Pablo les envió saludos también en la última carta que escribió; en la segunda carta a Timoteo, capítulo 4, versículo 19, leemos: "Saluda a Prisca y a Aquila". Aquí los hallamos de vuelta en Roma. Alguien ha comentado que como Roma era su centro de operaciones, y habían sido ahuyentados de allí por un edicto imperial, como lo vimos hace un momento en el capítulo 18 del libro de los Hechos de los apóstoles, era natural que ellos regresaran allá, tan pronto como les fuera oportuno y seguro regresar. Ahora, se presume que Priscila fuera la que tuviera mayor experiencia y conocimiento de los dos en cuanto a asuntos espirituales. Continuemos ahora con el versículo 5:

"Saludad también a la iglesia que se reúne en su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo".

Parece que en sus comienzos la Iglesia se reunía en casas privadas. Alguien ha dicho que no hay ninguna evidencia decisiva hasta el tercer siglo, de la existencia de edificios especiales que fueran usados para iglesias. Muchos creemos en la actualidad que la iglesia que comenzó reuniéndose en casas particulares, volverá a reunirse en casas. Muchos de estos grandes edificios con sus grandes torres, que llamamos iglesias, no son nada más que un montón de ladrillo, piedra y cemento. Muchos de ellos son como mausoleos, antes que organismos vivos formados por creyentes. Nunca ha sido el propósito de Dios, que se hablara de la iglesia, como de un edificio. Durante los primeros tres siglos, la iglesia fue pues el cuerpo de creyentes y éste se reunía en casas como la de Aquila y Priscila. Ahora, Epeneto es un nombre griego que quiere decir, "alabado". Evidentemente, fue el primer convertido de Pablo en la provincia romana de Asia. Ahora, el versículo 6 de este capítulo 16 de la epístola a los Romanos, dice:

"Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros".

María, es un nombre judío y significa "rebeldía". Ella trabajó hasta el límite de sus fuerzas. ¡Qué cambio había tenido lugar en su vida! Antes de convertirse en una creyente, era rebelde, pero ahora ella se entregó totalmente a su trabajo por amor a otros creyentes. Ella fue entonces obediente a Cristo. Y continuamos con el versículo 7:

"Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisiones. Ellos son muy estimados entre los apóstoles, y además creyeron en Cristo antes que yo".

Andrónico, es un nombre griego y ha sido identificado con un esclavo. Junias, es un nombre romano y puede ser o masculino o femenino. Pablo los llamó "mis parientes", lo cual puede significar que pertenecían a la tribu de Benjamín como Pablo. Pero, ello no significa necesariamente un parentesco cercano.

Ahora, la expresión "Compañeros de prisiones", parece indicar que Pablo los había conocido en una de las muchas cárceles del Imperio Romano, en las cuales él había sido encarcelado. Estos dos eran bien conocidos y muy estimados entre los apóstoles y eran tenidos en alta consideración por ellos. Pablo no había conducido a Cristo a estos dos, como algunos creen, porque habían creído en Cristo antes que él, como él mismo dijo.

La Iglesia en Roma fue fundada por Pablo bajo circunstancias extraordinarias. Se había encontrado con Aquila y Priscila en un mercado de Corinto; y con Andrónico y Junias, en una cárcel. Estos cuatro luego habían ido a Roma y formado allí una Iglesia. Prosigamos con los versículos 8 y 9, de este capítulo 16 de la epístola a los Romanos:

"Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. 9Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío".

Amplias, es un nombre común de esclavos, pero apareció en las tumbas de los primeros cristianos en las catacumbas, en un lugar de honor. Evidentemente fue uno de los convertidos de Pablo, y muy amado por él.

Urbano, este nombre significa "criado en la ciudad". Éste también era un nombre común entre esclavos y puede significar que había sido un criado en la ciudad y no en el campo. Fue identificado aquí en este versículo como un buen colaborador.

El nombre Estaquis, significa "mazorca" y ha sido hallado en la lista de nombres en la familia real. Es un nombre masculino. Fue amado no solamente por Pablo, sino también por los creyentes de la Iglesia. Ahora el versículo 10, dice:

"Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la familia de Aristóbulo".

Apeles, es un nombre, o bien griego o judío. Significa "aprobado". Era un nombre común entre los judíos. Aparentemente había resistido alguna gran prueba.

Aristóbulo, ha sido identificado por el Obispo Lightfoot como el nieto de Herodes el Grande. Por otra parte, es posible que fuera un esclavo que tomó el nombre de su amo. Avancemos con el versículo 11:

"Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor".

Herodión, evidentemente era judío, ya que Pablo lo llama "pariente". El nombre sugiere que era de la familia de Herodes, y siendo que se menciona inmediatamente después de la familia de Aristóbulo, creemos que esto le da sostén a la sugerencia del Obispo Lightfoot.

Ahora, Narciso, es el nombre de un esclavo liberado, bien conocido, muerto por Agripina, que fue madre del Emperador Nerón. Estos, probablemente eran esclavos que antes le pertenecieron, y habían tomando su nombre. Ahora, el versículo 12, dice:

"Saludad a Trifena y a Trifosa, que trabajan arduamente en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, que tanto ha trabajado en el Señor".

Trifena y Trifosa, se supone que eran hermanas. Sus nombres son eufónicos y significan "delicada" y "fina", derivados de "truphao" que quiere decir, "vivir lujosamente". Es posible que hayan sido mujeres de recursos que apoyaron la obra del apóstol Pablo, o esclavas. En cualquier caso, trabajaron intensamente en la iglesia de Roma.

Pérsida, es el nombre de una esclava liberada. Su posición la puso en una situación de poder hacer más que lo que podrían hacer las dos hermanas mencionadas previamente. Observemos aquí la prominencia de las mujeres en la Iglesia de Roma, reflejada en los versículos 1, 3, 6, 13 y 15. Ahora, el versículo 13, dice:

"Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre, que lo es también mía".

Rufo, era el nombre más común entre esclavos. Probablemente era hijo de Simón de Cirene. En el capítulo 15, del evangelio según San Marcos, registró el incidente en el que los soldados romanos vieron a Jesús cayendo bajo el peso de la cruz. Dice el versículo 21 de ese capítulo: " 21Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz". El Evangelista Marcos, entonces, al escribir a los romanos, identificó a Simón como el padre de Alejandro y de Rufo. Todos los creyentes de Roma sabrían quién era Rufo, que era un miembro distinguido de la iglesia.

Ahora, veamos las palabras de Pablo aquí, "a su madre y mía". Aunque no sabemos nada sobre los padres del apóstol, sabemos por este pasaje que aquella mujer de la ciudad de Jerusalén fue como una madre para él. Y también vemos que el padre de Rufo fue quien llevó la cruz de Jesús. Ahora, los versículos 14 y 15 dicen:

"Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos".

Para nosotros ésta es simplemente una lista de nombres. Pero Pablo les conoció muy bien, porque probablemente les había guiado en su conversión a Cristo. Leamos ahora los versículos 16 al 18, que nos introducen a un párrafo sobre

La conducta hacia otros cristianos

"Saludaos los unos a los otros con beso santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo. Pero os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y ponen tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido. Apartaos de ellos, porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios apetitos, y con suaves palabras y halagos engañan los corazones de los ingenuos".

En medio del envío de saludos cordiales, Pablo introdujo esta nota de amonestación. Ahora, el uso de los artículos con las palabras divisiones y tropiezos en el texto original, revela que el apóstol pensaba en algunos casos específicos

Ahora, el versículo 19, dice:

"Vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, y por eso me gozo de vosotros. Pero quiero que seáis sabios para el bien e ingenuos para el mal".

La Iglesia en Roma ya gozaba de un buen nombre entre los creyentes en todas partes, lo cual trajo alegría al corazón de Pablo. También dice aquí, "sabios para el bien". Esto quiere decir, que necesitaban ser instruidos en la Palabra de Dios. También en este versículo 19, dijo el apóstol: "Ingenuos para el mal". Y esto quiere decir, "sin permitir ni una mezcla con lo malo". En su primera carta a los Corintios, capítulo 14, versículo 20, el apóstol dice: " 20Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en cuanto a la malicia, y maduros en cuanto al modo de pensar". Avancemos ahora con el versículo 20:

"Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros".

Es el Dios de paz quien aplastará bien pronto a Satanás. Pero, mientras tanto, tenemos que resistir al diablo, ser sobrios y permanecer en una actitud de vigilancia. Leamos ahora, el versículo 21, que mencionan a

Los creyentes que enviaron saludos con Pablo

Los creyentes que se encontraban con él en el momento de escribir esta carta.

"Os saludan Timoteo mi colaborador, y mis parientes Lucio, Jasón y Sosípater".

Timoteo, compañero constante de Pablo, estaba con él en esta ocasión. Su nombre quiere decir, "uno que honra a Dios". Todos estos, eran compañeros de Pablo y saludaban a la iglesia romana. Luego, el versículo 22, dice:

"Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo en el Señor".

Este versículo se podría leer así: "Yo Tercio, el secretario que está escribiendo esta Epístola, os envío saludos en el Señor". Como vemos, Pablo tuvo un secretario para escribir sus cartas. Su carta a los Gálatas fue una excepción. Como vemos en el capítulo 6, de esa epístola, versículo 11, donde el apóstol escribió: "Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano". Pablo, probablemente sufría de una enfermedad de los ojos llamada oftalmía. Ahora, aquí en la epístola a los Romanos, Pablo permitió que Tercio enviara sus propios saludos. Ahora, el versículo 23 dice:

"Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto".

Todos en la Iglesia de Corinto se reunían en la casa de Gayo. Pablo era huésped en su hogar. Y el versículo 24 de este capítulo 16 de la carta de Pablo a los Romanos, dice:

"La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén".

Hay algunos que omiten este versículo 24. Y, finalmente, leamos los versículos 25 al 27, que contienen la Doxología final, que era una formula de alabanza y

La bendición

"Y al que puede fortaleceros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero se ha manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén".

Ésta es la tercera y última bendición que concluye esta tercera sección de este libro, y la Epístola misma. El evangelio que Pablo llama "mi evangelio" es el único poder para convertir a un pecador en un creyente. El "misterio" al cual se refiere aquí, no revelado específicamente en el Antiguo Testamento, se refiere a la época actual, en la que Dios está tomando tanto de los judíos como de los que no lo son, a un pueblo para Su nombre, y formándolos en un cuerpo, que es la iglesia.

La fe es la obediencia que Dios requiere en el día de hoy. Es la obra de Dios hoy. En el evangelio según San Juan, capítulo 6, versículo 29, leemos: " 29Respondió Jesús y les dijo: Ésta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado". La obediencia es la obra y el fruto de la fe. Esto es lo que Santiago quiso decir, cuando escribió en su epístola, capítulo 2, versículo 17: "17Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta".

Y las palabras "al único y sabio Dios" revelan que Dios determina la norma de la sabiduría. La cruz es la sabiduría de Dios, aunque para los seres humanos sea un disparate. Como el mismo apóstol dijo en su primera carta a los Corintios, capítulo 1, versículos 21 al 25: "Puesto que el mundo, mediante su sabiduría, no reconoció a Dios a través de las obras que manifiestan su sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los no judíos locura; en cambio para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres".

Estos tres últimos versículos de este capítulo 16, último capítulo de la epístola a los Romanos, nos hablan de la obediencia de fe. Y, estimado oyente, si usted confía en Cristo, usted le obedecerá. El mismo Señor Jesucristo lo dijo en el evangelio según San Juan, capítulo 10, versículo 27: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Y éste, amigo oyente, es el mensaje de la epístola a los Romanos. La obediencia es la obra y el fruto de la fe. Por lo tanto, le invitamos a aceptar la invitación de Jesús a creer en Él.

Y así concluimos nuestro estudio de esta gran epístola del apóstol Pablo a los Romanos. En nuestro próximo programa, Dios mediante, volveremos al Antiguo Testamento, para comenzar nuestro estudio del Primer libro de Crónicas. Estimado oyente, le invitamos a acompañarnos en esta nueva etapa.

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