Saltar al contenido

Estudio bíblico de 1 Tesalonicenses 3:1-13

1 Tesalonicenses 3:1-13

Amigo oyente, en estos días estamos estudiando la primera Epístola del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses; y el tema principal de este libro es "el arrebatamiento de la Iglesia". El tema principal de la segunda Epístola a los Tesalonicenses es la revelación de Cristo, es decir, Su venida a la tierra para establecer Su Reino. Lo que nos impresiona son las consecuencias prácticas de estas doctrinas que Pablo enseñó a los Tesalonicenses. En la actualidad las escuelas de escatología (es decir, de profecía) han colocado esta enseñanza como aparcada en un área abandonada, donde se convierte en un tema más bien irrelevante. Llega a ser un asunto interesante para hablar sobre él, o incluso para discutirlo con argumentos, pero que no es demasiado significativo para la vida diaria. No enseñan este tema como algo que debe ser orientado hacia la vida misma, para influenciarla en su diario caminar por este tierra. El enfoque de la enseñanza de Pablo es totalmente diferente.

El tema de este capítulo 3 enfatiza que "la venida de Cristo es una esperanza purificadora". Esto cambiará su vida, y afectará a su estilo de vida, si usted se aferra a la esperanza del arrebatamiento de la Iglesia; es decir, de la venida inminente de Cristo por los Suyos. Si no tiene ninguna influencia en su vida, amigo oyente, entonces usted en realidad no cree en esa esperanza. Para usted es simplemente una especie de teoría o filosofía. Este tema es el corazón mismo de la epístola, y estaremos considerándolo desde el capítulo 3 hasta el capítulo 4, versículo 12.

Comencemos nuestra lectura del capítulo 3 con el versículo 1, que comenzó a relatar que

Timoteo trajo un buen informe de los tesalonicenses

"Por eso, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas"

Pablo ansiaba regresar para estar con los Tesalonicenses pero se quedó en Atenas solo, para poder enviar a Timoteo, y quizás a Silas, a Lucas y a otros a Tesalónica.

La expresión Por eso es importante porque conecta este capítulo con lo que Pablo había escrito en el capítulo anterior sobre la relación familiar que existía en la Iglesia. El había sido para esa iglesia como una madre, como un padre, como un hermano. Les había llevado a un conocimiento del Señor y los amaba. Dijo que ellos serían su honra, su gloria y su alegría en la llegada de Cristo, y aquí utilizó la palabra griega "parousia", queriendo decir la aparición del Señor Jesús cuando todos los creyentes recibieran sus premios.

Ahora debido a que el apóstol sentía un cariño verdadero por ellos, se sintió frustrado por no poder regresar a Tesalónica. Había sido estorbado por Satanás, Pablo había tenido que salir de aquella ciudad tan rápidamente que habían quedado enseñanzas y doctrinas sin terminar, cuya enseñanza no había podido desarrollar plenamente. Y no solo tenía ansias de regresar, sino que también pensaba con preocupación en el futuro de ellos en aquel lugar. Pablo deseaba consolarlos. En otras palabras, les estaba demostrando en la práctica el tema mencionado al principio de esta carta, es decir, un trabajo motivado por el amor. Aquí tenemos un ejemplo de amor en acción.

El amor no es solamente un afecto o simplemente una sensación muy agradable, un sentimiento cálido que envuelve el corazón. El amor busca el bienestar de otra persona. Esa es la forma en que el amor se expresa por los demás. Si usted ama a alguien, usted procurará su bienestar y realmente pondrá en peligro su propia vida por causa de la persona a quien ama. Y Pablo dijo en el versículo 2:

"Y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe"

A causa de esta preocupación, Pablo envió a Timoteo de regreso a Tesalónica. Llamó a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios. La palabra para servidor equivale al término griego "diakonos", de la cual proviene nuestra palabra diácono, que literalmente significa siervo.

Prosigue diciendo el versículo 2, colaborador nuestro en el evangelio de Cristo". Ahora "el evangelio de Cristo" es la esfera de servicio. Es decir, que Pablo no era solo un hacedor de buenas obras. A veces se nos critica porque nuestro objetivo principal es el de difundir la Palabra de Dios. La convertimos en la tarea más importante. Y recibimos críticas porque no enfatizamos lo suficiente el aspecto social del evangelio. Pues, bien, amigo oyente, no ha existido nunca ningún movimiento social de envergadura que no haya estado basado en la predicación del evangelio. Las leyes laborales en cuanto a los niños en Inglaterra fueron un resultado de las reuniones que tuvo el gran evangelista Juan Wesley. Y los movimientos obreros en la actualidad le deben mucho al citado Juan Wesley, aun dichos movimientos se han distanciado tanto de sus orígenes que no los reconocen como tales. Pero, en realidad, esta ha sido la base de todo gran esfuerzo social. Un gran número de hospitales han surgido como consecuencia de la predicación de la Palabra de Dios. Es que si las personas responden al mensaje del evangelio de Cristo, sus vidas serán transformadas y entonces, estas buenas obras fluirán naturalmente de ese cambio.

En varios países se realizan hoy programas de asistencia social, en algunos casos promovidos por estados o por ONG. Cuando tales esfuerzos no son llevados a cabo por personas responsables, que ejercen un control adecuado sobre la distribución de dinero, ropas y alimentos, se han dado casos de corrupción, con el consiguiente desvío de fondos a quienes se han querido enriquecer personalmente. Esto suele suceder cuando las instituciones no se han basado en el evangelio de Cristo y en la ética que el evangelio promueve,

Pablo dijo aquí, que Timoteo era un servidor, y que su esfera de servicio era el evangelio de Cristo. Y esta debe ser también nuestra esfera. Y cuando el evangelio es proclamado, estimado oyente, como resultado, se llevarán a cabo muchas obras buenas. La única crítica que hemos expresado a los hacedores de buenas obras es que sus buenas acciones constituyen meramente una ayuda o asistencia social temporal. No están ayudando a las personas de forma permanente, llevándolas a establecer la debida relación con Dios. Y solo el evangelio de Cristo puede lograrlo, al comenzar a transformar al individuo, dándole una motivación para luchar en esta vida.

El versículo 2 continúa diciendo para confirmaros. . . respecto a vuestra fe.

El apóstol habló de "confirmarlos"; esta es una hermosa palabra, la misma que se usó en el Éxodo cuando Moisés subió al monte para levantar sus manos en oración, para asegurar la victoria de Israel; dice Éxodo 17:12, 12Como las manos de Moisés se cansaban, tomaron una piedra y la pusieron debajo de él. Moisés se sentó sobre ella, mientras Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro; así se mantuvieron firmes sus manos hasta que se puso el sol. Aquí dice que ellos "sostenían sus manos". La palabra "sostuvieron" fue la misma que se usó aquí cuando Pablo dijo que envió a Timoteo para "confirmaros", es decir, para sostenerlos, para confirmarlos, para fortalecerlos en la fe. Y en el día de hoy la gente necesita la misma necesidad. Necesita ser confirmada en la fe.

El versículo 2 finaliza diciendo que la labor de Timoteo también ha de ser exhortarlos, en el sentido de animar, alentar, como traducen otras versiones. El envió a Timoteo para sostenerlos y para estimularlos en la fe. Y luego leemos en el versículo 3:

"A fin de que nadie se inquiete por estas aflicciones, porque vosotros mismos sabéis que para esto hemos sido destinados."

Aquí tenemos una declaración que para nosotros es algo difícil de asimilar. Él dijo aquí que nadie se inquiete, lo cual significa que nadie debía sentirse perturbado por esas aflicciones. Las aflicciones aquí se refieren a "presiones, tensiones."

Después Pablo pronunció una declaración sorprendente. Dijo que para esto hemos sido destinados. Sabemos que tenemos que pasar por tempestades. Serán tempestades temporales, pero no podemos escapar de ellas. Aquí en la tierra vamos a tener problemas. La Palabra de Dios lo dejó bien en claro. Y Pablo quiso que los Tesalonicenses se mantuvieran firmes en la causa de Cristo en medio de las aflicciones.

Hay otros pasajes de la Biblia que enseñan la misma verdad. En Juan 16:33 el Señor Jesús dijo: 33Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Las aflicciones constituyen el problema que todos vamos a experimentar.

Si usted es un creyente, no va a poder evitar los problemas. Aceptar a Cristo no significa que desde ese momento uno tiene un seguro contra el sufrimiento. El hecho es que usted tendrá problemas después de haberse convertido en un hijo de Dios, incluso si no ha tenido problemas nunca antes. El Señor nunca ha prometido que evitaríamos pasar por las tormentas de la vida. Por el contrario; pasaremos por todos los problemas de la vida. Lo que sí El dijo de forma y definitiva y dogmática, fue que El irá con nosotros a través de las tempestades, y que llegaremos a puerto. Cualquier barca en la cual El esté presente, no irá a parar al fondo del Mar de Galilea, sino que llegará a la otra orilla. Usted y yo nos encontramos en el proceso de cruzar al otro lado del mar.

Pablo reforzó esta verdad. En 2 Timoteo 3:12, escribió: todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecución. Para leer más sobre este tema recomendamos 1 Pedro 4:12-19).

Un momento para preocuparse al respecto sería cuando no hay nubes en el cielo, ni ondas en el mar, y todo a nuestro alrededor transcurre de manera apacible y agradable. Entonces tendríamos que interrogarnos a nosotros mismos con respecto a nuestra salvación. Pero si usted está experimentando problemas, si las presiones y tensiones de la vida están presentes sobre nosotros, entonces esa es una señal de que usted es un hijo de Dios. Porque esta es la forma en que Dios nos enseña a confiar en El, a depender de Él. Continuemos leyendo el versículo 4 de 1 Tesalonicenses 3:

"Cuando estábamos con vosotros os predecíamos que íbamos a pasar por aflicciones; y así sucedió, como bien sabéis."

Esta palabra aflicciones es la misma palabra que tribulaciones. Como ya hemos dicho anteriormente, la Iglesia no va a pasar a través de la Gran Tribulación. Aquí nuestro texto se refiera a "pequeñas aflicciones" -pequeñas comparadas con aquella. Todos vamos a pasar por problemas y aflicciones menores. Y estas pruebas tienen el propósito de acercarnos más a Dios. Ellas promueven en nosotros el ser cada vez más santos en el proceso de desarrollo de la vida cristiana. Continuemos ahora con el versículo 5:

"Por eso también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, pues temía que os hubiera tentado el tentador y que nuestro trabajo hubiera resultado en vano."

Bien, "el tentador" aquí no es otro, sino Satanás. En el versículo 18 del capítulo 2, Pablo dijo: "Pero Satanás nos estorbó". En otras palabras, Pablo estaba diciéndoles a los Tesalonicenses: "Satanás me lo está haciendo pasar mal, y me temo que a vosotros también".

Otro propósito de las aflicciones es comprobar la autenticidad de nuestras creencias. La aflicción es el fuego que prueba la autenticidad de la moneda de una creencia. Porque hay creyentes verdaderos y falsos creyentes. Un factor que revelará realmente la autenticidad de la fe es la capacidad para soportar las aflicciones por medio de la fe en Dios. Las pruebas de la vida revelan quienes son los creyentes genuinos, y en el caso de los Tesalonicenses, éste fue el motivo de su alegría. Y el versículo 6 dice:

"Pero cuando Timoteo regresó, nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, y que deseáis vernos, como también nosotros a vosotros."

Para el apóstol fue un momento feliz cuando recibió un informe de ellos, con buenas noticias. Ellos estaban soportando las aflicciones. Y el versículo 7 dice:

"Por eso, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados al saber de vuestra fe."

Pablo les dijo que él, evidentemente también tenía que soportar aflicciones, pero las buenas noticias de ellos eran para él un consuelo. Y continuó diciendo el versículo 8:

"De modo que ahora hemos vuelto a vivir, sabiendo que estáis firmes en el Señor."

Veamos la expresión hemos vuelto a vivir. Otra versión dice, "ahora sí que vivimos". Esto nos lleva a pensar que, como creyentes, disfrutamos de la vida. Y la expresión sabiendo que estáis puede también traducirse "Ya que estáis firmes en el Señor". Incluso en medio de problemas, podemos disfrutar de la vida, aunque ello, estimado oyente, no es fácil llevarlo a la práctica. Escuchemos lo que escribió el apóstol Pedro en su primera carta, capítulo 4:12 y 13: 12Amados, no os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciera. 13Al contrario, gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Como creyente, usted no puede perder. Aun si usted tiene problemas o se enfrenta con dificultades, esas pruebas van a resultar para su propio bien, y puede estar siempre seguro de ello.

Leamos ahora el versículo 9, a partir del cual

Pablo instó a un crecimiento continuo

"Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos alegramos a causa de vosotros delante de nuestro Dios"

La alegría está relacionada con la vida, y la aflicción y el dolor están asociados con la muerte. La tristeza o el dolor, aumentan la capacidad del corazón para la alegría. Pablo quiso que los Tesalonicenses supieran cómo alegrarse. Es que el ser cristiano, es una hermosa experiencia. Y continúa diciendo el versículo 10:

"Orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro y completemos lo que falte a vuestra fe?"

La labor de Pablo en Tesalónica fue bruscamente interrumpida, siendo expulsado de la ciudad, aunque él quería regresar para continuar sus actividades de enseñanza. Quería enseñar la Palabra de Dios. Dice el versículo 11:

"Pero el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros."

Aquí vemos la intensidad de las oraciones de Pablo por una oportunidad de regresar y visitarles. Pero el apóstol continuó diciendo lo siguiente en los versículos 12 y 13:

"Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros. a fin de que él afirme vuestros corazones, que os haga irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos."

Llama la atención la frase abundar en amor. Aquí el amor corresponde a la palabra griega "ágape". En esta carta, el amor solo se ve en acción. Recordemos la expresión "el trabajo de vuestro amor", del primer capítulo de este libro. No se trata simplemente de afecto, sino de una búsqueda activa del bienestar de otro. El versículo 12 comienza con la expresión a fin de que porque el amor tiene un propósito; no tiene un fin en sí mismo.

El versículo 13 expresa un deseo: que Él afirme vuestros corazones, que os haga irreprochables en santidad. El fin deseado del amor de ellos los unos por los otros, era que desarrollaran un carácter de santidad. Si usted fuera procesado ante un tribunal por ser un cristiano, ¿habría suficiente evidencia como para declararlo culpable? Algún día vamos a aparecer ante el Señor y el va a juzgar nuestras obras. Puede que esta idea le cause temor, pero El también va a juzgar nuestro carácter como creyentes y determinar el premio que recibiremos. Estimado oyente cristiano, ¿qué clase de vida está viviendo usted?

Y el versículo 13 termina diciendo en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. La mayor parte de las escuelas de `pensamiento estarían de acuerdo en que este versículo indica que los santos van a llegar con Cristo cuando El venga a la tierra a establecer Su Reino. Pero este versículo también parece indicar que El no los premiará hasta ese momento en que venga a la tierra para establecer Su Reino. Sin embargo, muchos de nosotros creemos que los creyentes estarán frente el tribunal de Cristo antes de ese momento; es decir, creemos que cuando El recoja a Su iglesia del mundo, el mundo entrará en el período de la gran tribulación y después, El vendrá a establecer Su Reino al final del período de la gran tribulación. Así que naturalmente surge la pregunta: ¿cuándo va El a presentarnos irreprochables en santidad delante de Dios? ¿Será cuando recoja a Su Iglesia del mundo? O, ¿será en el momento en que llegue a la tierra para establecer Su Reino? La respuesta depende de nuestra comprensión de esta frase: en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

Hay diferentes palabras griegas para "venida" y "aparición". La primera de estas palabras es "epiphaneia": de ella obtuvimos nuestra palabra "epifanía" (que significa manifestación, aparición). La primera venida de Cristo fue una epifanía. Tiene la palabra la idea de "brillar a través de" Veamos el pasaje de la carta de Pablo a Tito 2:11, 11La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a toda la humanidad, El Señor Jesús vino en persona como un niño en Belén hace más de 2.000 años. El fue una irrupción, una luz que brilló. Esta palabra puede ser usada de Su primera venida o de Su venida para recoger a la Iglesia del mundo, o de Su venida para establecer Su Reino. Las tres ocasiones tienen la idea de una irrupción, de una manifestación de un resplandor, y de la presencia real, de la manifestación visible del Señor Jesús.

Una segunda palabra griega es "Apocalipsis", que significa "revelación" o un "descubrimiento". Este es verdaderamente el nombre del Libro del Apocalipsis o de la Revelación. Uno difícilmente podría ver a Su primera venida como una revelación o un descubrimiento, porque Su gloria realmente fue velada, encubierta en un cuerpo humano cuando El nació en Belén. Fue como la gloria Shekinah en la tienda de reunión del Antiguo Testamento, que se encontraba en el Lugar Santísimo, donde solo se le permitía entrar al sumo sacerdote. Había un velo o cortina que separaba el Lugar Santísimo del resto del tabernáculo o tienda. Cuando el Señor Jesucristo estuvo en la tierra por primera vez, Su gloria no se transparentó, sino que permaneció velada en aquel cuerpo humano. Cuando El venga otra vez, Su gloria brillará públicamente. Así que esta palabra "apokalipsis" se refiere a su Segunda venida.

La tercera palabra griega es "parousia". Literalmente significa "presencia" o "estar al lado de". Se traduce comúnmente "venida", pero realmente significa "presencia". Hoy usamos la palabra "venida" de la misma forma. A veces en la Biblia se ha traducido como "presencia" como, por ejemplo en Filipenses 2:12, donde Pablo dijo: siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, En esta primera carta a los Tesalonicenses 2:19, así como en este capítulo 3:13 que estamos considerando, "parousia" es traducida "venida".

Por lo tanto, la frase en la venida de nuestro Señor Jesucristo se refiere al hecho de que los creyentes van a estar presentes con el Señor Jesús en el mismo momento en que sean arrebatados para recibir al Señor en el aire. El nos llevará al hogar que está en la gloria celestial, al lugar que ha preparado para nosotros. Así que esta "venida" no se refiere al regreso del Señor con Sus santos para establecer Su reino, sino a nuestra ida al Cielo ante la presencia de Dios el Padre. Tenemos la misma idea en 1 Tesalonicenses 2:19, que dice: 19pues ¿cuál es nuestra esperanza, gozo o corona de gloria? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Nosotros llegaremos a la presencia del Señor Jesús y, como dice nuestro último versículo de hoy, en el 2:13, seremos presentados irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Padre.

Copyright © 2001-2024 ( TTB - Thru the Bible, RTM - Radio Transmundial, EEA - Evangelismo en Acción). Todos los derechos reservados.

CONDICIONES DE USO