Estudio bíblico de 2 Tesalonicenses 2:10-17
2 Tesalonicenses 2:10-17
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en esta Segunda Epístola del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses, y estamos en el capítulo 2, y queremos comenzar repitiendo la lectura del versículo 7, que forma parte de la segunda división de la epístola, titulada "El ministerio de la maldad operando en el presente, retenido por el Espíritu Santo". Dijo Pablo en este versículo 7:
"Ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio."
El llamado misterio de la iniquidad ya había comenzado a actuar en el tiempo de Pablo, y continúa operando. El Señor Jesús pronunció una parábola en Mateo 13 que reveló la condición del mundo en la actualidad. Estos son los misterios del reino de los cielos, y ellos explican la condición del mundo y de la Iglesia en el mundo de hoy. La Palabra de Dios está siendo sembrada en el campo del mundo, pero el enemigo ha llegado y ha sembrado cizaña. La cizaña y el trigo están creciendo juntos, es decir, que la Palabra de Dios y la maldad están creciendo hoy juntas. El mundo está empeorando y, en un sentido, el mundo está mejorando porque creemos que la Palabra de Dios se está difundiendo más que nunca antes en la historia del mundo. Las puertas están abiertas, la Palabra está creciendo, el trigo está creciendo. Pero la cizaña también está creciendo.
La maldad, el espíritu de rebelión, continuará deteriorando la situación, pero el Espíritu Santo no permitirá que Satanás actúe de esta manera durante toda esta época. Cuando el Espíritu Santo sea removido, será como extraer el tapón de una botella: el líquido de la maldad se derramará por todo el mundo de ese tiempo.
¿Cuándo será removido el Espíritu Santo? El será removido con la Iglesia. ¿No estará el Espíritu Santo en el mundo durante la Gran Tribulación? Si. ¿Acaso no estaba en el mundo antes de Pentecostés? Con toda seguridad estaba. El estaba presente en los días del Antiguo Testamento, pero estaba con una misión diferente. Y El estará con una misión diferente después que la Iglesia haya sido removida. Ahora el Espíritu Santo está sellando a los que creen hasta el día de la redención, cuando El nos presente y nos entregue al Señor Jesús. Si no lo hiciera, no podríamos llegar hasta ese día. Después que El lo haga, creemos que volverá a la tierra para reanudar su misión anterior aquí en el mundo. El no impedirá el mal, sino que permitirá al diablo controlar la situación por un tiempo. Créanme, yo no querría estar en la tierra cuando el diablo tenga el control. La situación ya es lo suficientemente deplorable en la actualidad; así que no quiero estar aquí cuando el control de la situación le sea entregado. Continuemos leyendo el versículo 8:
"Y entonces se manifestará aquel impío, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida."
El impío, el malvado, o sea, el anticristo, el hombre de pecado, será un dictador mundial. Nadie podrá detenerlo, ningún poder de la tierra. Sólo la venida de Cristo lo detendrá. Así como el pueblo de Dios en Egipto estaba indefenso y desesperado hasta que Dios los liberó, así también los creyentes durante la Gran Tribulación estarán indefensos bajo el poder del anticristo hasta que el Señor Jesús venga a la tierra para establecer Su Reino. Continúa diciendo este versículo diciendo de él a quien el Señor matará con el espíritu de su boca. Es decir que la Palabra de Dios, que es como una espada de doble filo que procede de Su boca consumirá al anticristo. Fue la Palabra de Dios la que creó este universo. Todo lo que Dios tuvo que hacer fue hablar. Como vemos en Génesis 1:3, dijo Dios: "sea la luz". Y fue la luz. El Señor Jesús es la Palabra viva de Dios. Hoy tenemos la Biblia, que es la Palabra escrita de Dios. La Palabra escrita nos habla de la Palabra viviente, que está viva y es poderosa. Cuando el Señor Jesús regrese, El vendrá como la Palabra viva de Dios.
Y el versículo 8 de este capítulo termina hablando del anticristo, diciendo y lo destruirá con el resplandor de su venida. "Resplandor" aquí equivale a la palabra griega "Epiphaneia", de la cual proviene nuestra palabra epifanía y se describe el esplendor de Su venida. Cuando el Señor Jesús vino a Belén, fue su primera epifanía. La carta de Pablo a Tito 2:11, usó esa palabra "Epiphaneia" cuando dijo: La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a toda la humanidad. Esa fue la misericordiosa aparición de Su primera venida.
Cuando El venga otra vez será otra epifanía. El removerá a Su Iglesia de este mundo y después volverá a la tierra para establecer Su reino. Podría mirarse de esta manera: Su primera venida se concretó en dos episodios. El vino a Belén como un niño, y más tarde, comenzó Su ministerio a la edad de 30 años, cuando entró en el templo y lo limpió. Su Segunda venida también tendrá dos fases. El llamará a Su Iglesia para que se reúna con El en el aire, y después vendrá a la tierra para establecer Su Reino. En aquel tiempo, el anticristo será consumido y destruido con el resplandor de Su venida.
Leamos ahora el versículo 9, a partir del cual se nos hablará sobre
El malvado aparecerá en la gran tribulación
"La llegada de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañada de hechos poderosos, señales y falsos milagros"
Este es el anticristo, el hombre de Satanás, el malvado, que se presentará por obra de Satanás, avalado por toda clase de milagros y prodigios falsos.
Al hablar de hechos poderosos se usó en el griego la palabra "dunamis", que significa poder físico cuyo origen es sobrenatural, que se manifestará en toda clase de milagros. Creemos que podrá caminar sobre las aguas y que también podrá controlar el viento. Recordemos que leímos en el libro de Job que Satanás en una ocasión permitió que el viento destruyera a los hijos e hijas de Job.
La palabra señales se refiere a muestras, a demostraciones que tendrán el propósito de apelar a la comprensión, a los conocimientos. Este hombre realizará señales que apelarán al mundo científico de aquel tiempo, así como a políticos, y al mundo religioso. Algunos se preguntan cómo podrá ser que tantas personas, de niveles culturales tan diversos, resulten engañadas. Estimado oyente, el que no se apoya sobre algo firme, caerá por cualquier motivo. Las personas que no estén arraigadas o asentadas sobre el cimiento sólido de la Palabra de Dios, caerán a causa de toda clase de señales milagrosas.
Y el versículo 9 termina hablando de señales y prodigios falsos. Estos producirán un efecto sobre los observadores. En aquellos días, la gente de todo el mundo estará hablando con admiración de este personaje, el "hombre de pecado", por todas las cosas que será capaz de hacer. ¿Y quién caerá en el engaño por causa de estos prodigios falsos? Aquellos que no obedezcan al Evangelio.
Leamos ahora, el versículo 10, de este capítulo 2 de 2 Tesalonicenses:
"Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos."
Otra versión lo traduce así: "con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos". Creemos que el evangelio va a ser difundido hasta los confines de la tierra; incluso podría ser que la Iglesia lograra cumplir esta tarea. Creemos que el mensaje está penetrando muy bien hoy en zonas a las cuales los individuos no pueden ir. Pero igualmente habrá quienes se nieguen a recibir la verdad. Continuemos leyendo el versículo 11:
"Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira"
Dios permitirá que el mundo crea en una mentira. ¿Por qué hará esto? Y, ¿No será algo injusto? No. Será el mismo caso que ocurrió cuando Dios endureció el corazón de Faraón. Faraón no estaba lamentando la situación de los israelitas, con la intención de dejarles ir libres, y contenido por Dios en sus buenas intenciones. Si usted pensara de esa manera, estaría equivocado. Faraón no quería dejarles ir, y lo que Dios hizo fue obligarle a adoptar una posición, y a tomar una decisión. Dios le obligó a colocarse en una situación que reveló las intenciones que verdaderamente tenía. Vemos a muchas personas que no quieren comprometerse. No adoptan una actitud frente a Dios. No escucharán el evangelio. Cierran su mente ante el evangelio. Dios en su compasión les comunica Su Palabra, pero ellos la rechazan. Ahora, después que ellos han escuchado la Palabra de Dios y se han negado a aceptarla, Dios les enviará un poder engañoso. ¿Por qué? Porque ellos no recibirían la verdad. Entonces, quedan abiertos para creer una mentira.
La gente que ha dejado de asistir a iglesias en las que escuchaba el mensaje del evangelio, quedan completamente abiertas, vulnerables, para ser captadas por cultos y sectas de nuestro tiempo. De ahí que muchos que hacen proselitismo para tales sectas tratan de captar a personas que han desechado el evangelio, porque saben que estarán propensas a creer cualquier otra cosa que se les presente de forma atractiva e insistente. Resulta sorprendente ver a gente inteligente, que ha escuchado la presentación del Evangelio y después se han adherido inocente e incondicionalmente a creencias que llegan a extremos extravagantes difíciles de imaginar, y se colocan bajo la autoridad de líderes. ¿Por qué? Porque Dios dijo que ocurriría de esa manera. Cuando la gente rechaza la verdad, creerán en una mentira.
Dios está separando a las cabras de las ovejas y para hacerlo, utiliza el mejor método del mundo. Si las personas no reciben el amor de la verdad, entonces Dios les envía un poder engañoso, para que crean en una mentira. ¿Y cuál es la mentira? La mentira del anticristo es que Jesucristo no es el Señor, que El no es quien dice ser. Les dirá a las personas que serán realmente inteligentes si no cometen la insensatez de creer en el Señor Jesús. El tendrá una buena explicación para dar ante la partida de los verdaderos creyentes de esta tierra en el arrebatamiento de la iglesia, y felicitará a aquellos que se han quedado para construir con él un reino aquí en la tierra. La gente creerá en él y creerá que el anticristo les traerá una época de paz y prosperidad. Las personas no serán conscientes que estarán entrando en el período de la Gran Tribulación. Esa será la mentira, y la gente la creerá, como consecuencia de haber rechazado la verdad. Continuemos leyendo, en este capítulo 2 de 2 Tesalonicenses, el versículo 12:
"A fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia."
Dios va a juzgar a aquellos que han rechazado la verdad. Lo hemos dicho muchas veces y queremos repetirlo una vez más. Si a usted le gusta sentarse a leer la palabra de Dios, pero continúa rechazando a Jesucristo, entonces, amigo oyente, usted que completamente abierto, vulnerable ante cualquier otra creencia que se le presente para engañarlo. Usted nunca podrá entrar a la presencia de Dios y decir: "Bueno, yo nunca escuché el evangelio". Si usted le da la espalda al Señor Jesucristo, entonces quedará en una posición vulnerable ante el engaño, y expuesto al juicio. Como creyentes proclamando el evangelio y para Dios, somos como un aroma de Cristo, un aroma de vida, que se esparce entre los que se salvan y entre los que se pierden. Para los que se salvan seremos como una fragancia que les da vida, y para los que se pierden, seremos como un olor mortal (como podemos ver en 2 Corintios 2:15-16). Realmente, escuchar el evangelio le deja, en cierto sentido, en una posición difícil, porque usted no podrá decir que nunca ha escuchado el evangelio. Usted lo ha escuchado, y probablemente ha tenido esa oportunidad en diferentes lugares.
A continuación, comenzamos la tercera división de esta epístola, que se extiende desde el 2:13 hasta el 3:18, que en nuestro Bosquejo General hemos titulado
El carácter práctico de la venida de Cristo
Pablo inició así la parte práctica de esta epístola. Bueno, a la luz del conocimiento de los hechos futuros, el creyente debería vivir una vida que demuestre que él cree en la venida de Cristo. El creer en la venida de Cristo, no quiere decir que uno tiene que quedarse mirando al cielo, y deseando que Cristo venga. Esta actitud podría parecer piadosa pero no tendría sentido. Si una persona cree en la venida de Cristo, su creencia se manifestará en 3 formas diferentes: (1) afectará a su actitud hacia la Palabra de Dios; (2) afectará a su andar, es decir, a su vida y (3) afectará a su trabajo.
Leamos entonces los versículos 13 y 14 de este segundo capítulo de 2 Tesalonicenses, que comienzan a hablarnos de la primera área influenciada, que nos recuerda que
Los creyentes deberían estar establecidos, afirmados en la Palabra
"Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Para esto él os llamó por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo."
Creemos que estos dos versículos nos presentan el espectro total de la salvación. Es decir que se nos presenta la salvación desde el pasado, en el tiempo presente, y proyectándola hacia el futuro.
1. En primer lugar, dice aquí: que Dios os haya escogido desde el principio para salvación. Esta verdad está claramente enseñada en Romanos 8:28-31. El primer versículo de esta cita, el 28 dice: 28Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. El Dr. R. A. Torrey acostumbraba decir que este versículo era como una almohada muy suave para un corazón cansado. Y los versículos 29 al 31, de ese mismo capítulo 8 de la epístola a los Romanos, continúan diciendo: A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Esto es exactamente lo que Pablo estaba escribiendo aquí en 2 Tesalonicenses; que Dios os haya escogido desde el principio para salvación. Esta afirmación mira hacia el pasado. Todo lo que sabemos es lo que dice y lo creemos. Alguien podría preguntar: "¿Quiere usted decirme que Dios nos eligió antes de que incluso llegáramos aquí?" Bueno, el gran predicador Spurgeon lo expresaba de la siguiente manera: "Me agrada que Dios me eligiera antes que yo llegara aquí, porque si Él hubiera esperado hasta que yo llegara aquí, entonces, nunca me habría elegido". Y esto quiere decir sencillamente, que usted no sorprende a Dios cuando confía en Cristo. Pero también está el otro lado de la moneda. Todo aquel que quiera puede ir. Y eso no tiene ningún efecto en usted si usted no lo quiere hacer. Así es como son las cosas. Todo el que quiera, puede ir a Cristo. Los que vienen a Cristo son los elegidos, y los que no vienen, son los no elegidos. Jesús dijo en Juan 7:37, Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Esta es una oferta legítima de salvación; es una oferta sincera, clara e inequívoca, sin complicaciones adjuntas. Si usted no viene, no se deberá a que usted no esté elegido. En absoluto. El motivo por el cual usted no viene es que no tiene sed; es decir, que usted piensa que no necesita un Salvador. Y si usted tiene sed, entonces viene a Cristo.
2. El versículo 13 sigue diciendo: mediante la santificación por el Espíritu. La frase anterior que decía que Dios los había escogido desde el principio para salvación, miraba hacia el pasado. Y ahora, la santificación por el Espíritu mira hacia el presente. Usted es santificado tanto en su posición como en la práctica. Cuando usted acepta a Jesucristo como su Salvador, usted está en Cristo; esa es una santificación de posición, posicional; este es el tiempo pasado de la salvación. Y además está el aspecto práctico de la santificación, que concierne a su vida; por medio del Espíritu de Dios usted va creciendo en la Gracia, desarrollando progresivamente una santificación práctica.
3. Y el versículo 13 añade y la fe en verdad. Esto quiere decir que un creyente va a estudiar la Palabra de Dios. Esta es la forma en que va a crecer y desarrollarse espiritualmente.
4. Y el versículo 14 finaliza diciendo para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Esta frase se refiere al futuro, o sea, al arrebatamiento, al encuentro con Cristo. En este sentido, el apóstol Juan dijo en su primera carta 3:2, Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es. Y además tenemos la siguiente declaración de Pablo en Colosenses 1:27: A ellos Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, que es Cristo en vosotros, esperanza de gloria. Esta realidad mira hacia el futuro, destacando la gloriosa perspectiva que nos espera.
Y así, hemos visto como estos dos versículos, el 13 y el 14, nos presentan el espectro total de la salvación: hemos sido salvos (que mira al pasado), estamos siendo salvados (que es el aspecto presente) y seremos salvados (que mira hacia el futuro). Esta es pues la obra de Dios en nosotros. Continuemos leyendo el versículo 15:
"Así que, hermanos, estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra o por carta nuestra."
Pablo se estaba refiriendo a lo que les había enseñado cuando estaba con ellos. Es la Palabra lo que permite al creyente estar firme, fiel, estable. Y finalmente por hoy leamos los versículos 16 y 17 del capítulo 2 de esta 2 carta a los Tesalonicenses.
"Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones y os confirme en toda buena palabra y obra."
El Señor Jesucristo trae consuelo a nuestros corazones. Y lo hace por medio de Su Palabra. Esta palabra nos afirmará, nos fortalecerá, para que tanto en palabra como en obra hagamos todo lo que sea bueno, es decir aprobado por Dios.
Y la Palabra de Dios no solo nos consolará, sino que también nos edificará. Aquí dice que esa Palabra nos confirme, lo cual quiere decir que hemos de estar arraigados en la Palabra de Dios, para no ser arrastrados por cualquier viento de doctrina. Nuestras mentes y corazones deben estar centrados en El. Ello evitará que vayamos tras cada moda o novedad que nos llame la atención. Necesitamos estar afirmados, arraigados en la fe.
Entonces, será la Palabra de Dios lo que nos guiará a realizar la obra de Dios. En el capítulo 3 que los creyentes deberían también estar establecidos, afirmados en su andar, en su vida, y en su trabajo aquí en la tierra. Es que resulta más bien engañoso (para usted y para otros) hablar mucho sobre la venida del Señor, y no estudiar Su Palabra. Entonces su creencia no se sostiene a sí misma en su vida y no le impulsa a trabajar, a una vida de acción. Si usted realmente cree que Cristo vendrá, usted se va a mantener muy ocupado trabajando para El. Algún día tendrá que rendirle cuentas. Supongamos que El venga mañana, entonces hoy, queremos estar bien ocupados. No deberíamos limitarnos a estar contemplando desde una ventana esperando que El venga, con la mirada fija en el cielo. En cambio, deberíamos estar mirando a nuestro alrededor, llevando a cabo la obra del Señor aquí en la tierra. Esta será la mayor prueba de que creemos en Su venida.
Y aquí, amigo oyente, vamos a detenernos por hoy. Y antes de despedirnos, le sugerimos que usted lea todo el capítulo 3 de esta Segunda Epístola a los Tesalonicenses, para estar bien informado sobre su contenido, para poder obtener el mayor provecho posible de este estudio.
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