Folletos cristianos
¿Donar sangre? Por supuesto que sí
Hay gente para todo. ¿Verdad que se oye de vez en cuando de gente que deja morir familiares por no hacerles una transfusión de sangre? Son los llamados "testigos de Jehová". Dicen que la Biblia lo prohíbe, pero el que siente algún respeto o interés por la Biblia se pregunta: ¿Es eso cierto?
Pues NO. Nadie puede sostener que la Biblia prohíba las transfusiones. Leída de cabo a rabo no hay ni un solo pasaje que diga semejante cosa... sencillamente porque las transfusiones no existían en los tiempos en que se escribió la Biblia. Por tanto, si alguien se deja morir por rechazar una transfusión, ha de saber que lo hace, no porque la Biblia lo prohíba, sino porque los dirigentes de su religión así lo interpretan.
Sí que la Biblia prohíbe comer sangre, ¡pero no salvar la vida de alguien por medio de la sangre! Verlo así sería mirar con ojos de fariseo. ¿Por qué lo digo?:
El Antiguo Testamento prohibía a los israelitas trabajar los sábados, para que descansasen y se acordaran de Dios. En tiempos de Jesucristo ocurrió un sábado que, estando él en una sinagoga, los fariseos le vigilaban por ver si curaría a un hombre que tenía la mano atrofiada. Si lo hacía, podrían acusarle de violar el día de descanso. Dice el evangelio de Lucas que Jesús les preguntó:
"¿Es lícito hacer el bien o el mal en sábado, salvar la vida o perderla?" Y dirigiendo su mirada a todos ellos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El lo hizo y su mano quedó sana. Ellos se llenaron de furor y trataban entre sí qué podrían hacer contra Jesús (1).
¿Qué diría el Señor Jesús de alguien que no permitiera salvar una vida con una transfusión alegando que la Biblia prohíbe comer sangre? No seamos ciegos como aquellos fariseos...
Ahora bien, nos queda una incógnita por resolver: ¿Por qué la Biblia manda no ingerir sangre? Dios no da mandamientos sin ton ni son. Pues bien, la sangre era para los israelitas un símbolo de la vida, de modo que degollaban corderos y otros animales para ofrecer sacrificios a Dios. Ya desde Caín y Abel existía esa costumbre.
Caín ofrecía a Dios frutos de la tierra, mientras que su hermano Abel sacrificaba corderos. Y dice el Génesis que miró Dios con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y la ofrenda suya (2). ¿Y por qué? Fijémonos que en la ofrenda de Abel moría un animal; en la de Caín, no. El sacrificio de sangre significaba que Abel reconocía que por sus culpas merecía la muerte, y que sólo el sacrificio de un animal sin culpa que moría en su lugar, podía borrar sus pecados y mantenerle en paz con Dios. Por eso también a los israelitas Dios les ordenó ofrecer sacrificios semejantes.
Caín, en cambio, ofrecía "regalos" a Dios de lo que cultivaba con su propio esfuerzo, como si con sus recursos pudiera agradar a Dios. Como si no hiciera falta borrar las culpas. Como si no tuviera culpas que borrar.
Mucha gente se intenta acercar a Dios hoy día como se acercó Caín; convencidos de que son lo suficientemente buenos como para que Dios acepte sus "regalos" o se conforme con unas penitencias. Pero el Nuevo Testamento dice que sin derramamiento de sangre no se consigue el perdón (3). Tiene que haber una vida inocente sacrificada en lugar del culpable. Porque Dios no puede perdonar gratuitamente... ¿Lo hacen acaso los jueces?
Pero, como un animal no puede pagar por una persona, Dios mismo envió a su Hijo, Jesucristo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (4). El era el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (5). El "donó" su sangre para salvar eternamente al que confía únicamente en él. ¿Entendemos ahora por qué fue necesario que Cristo muriera en la cruz?
¡Vaya significado tiene la sangre en la Biblia!
(1) Evangelio de Lucas 6.9-11
(2) Génesis 4.4-5
(3) Epístola a los Hebreos 9.22
(4) Epístola a los Efesios 1.7
(5) Evangelio de San Juan 1.29