Estudio bíblico: El poder del ejemplo para producir un cambio - Lucas 11:1

Serie:   La vida de oración de Jesús   

Autor: Wolfgang Bühne
Email: estudios@escuelabiblica.com
Alemania
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El poder del ejemplo para producir un cambio

(Lc 11:1) "Aconteció que estaba Jesús orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos."
Lucas habla aquí de "un cierto lugar". Es un detalle interesante, porque parece indicar que en la vida de nuestro Señor había ciertos lugares conocidos por sus discípulos, donde solía orar. Esto nos recuerda algunas consideraciones del capítulo 3. Algunas veces puede ser una ayuda tener un lugar o un cuarto conocido, donde uno se puede retirar para orar.
En la biografía sobre James Fraser, escrita por su hija, se puede aprender mucho sobre la oración. En su diario y en sus numerosas y largas cartas enviadas a sus compañeros de oración, Fraser habla a menudo sobre sus experiencias con la oración y lo que descubría al estudiar los pasajes bíblicos que trataban sobre ella. No importaba en la región que vivía, ni en la cabaña primitiva donde habitaba; siempre tenía en las cercanías un lugar, donde podía orar sin ser molestado y donde podía derramar su corazón delante de Dios. En Tengyueh por ejemplo, su lugar preferido para orar era un templo abandonado. Incluso después de casado (a sus 42 años), después de mudarse pronto con su pequeña familia a una casa de la misión en Paoshan, buscó y encontró fuera de su vivienda un lugar donde estaba a salvo de ser molestado:
"La única manera de escaparse del ajetreo, para James era encontrar en otro sitio un lugar de silencio. Encontró y alquiló un cuartito en el último piso de una casa, justo enfrente de la casa de la misión. Eran muchos escalones para subir a oscuras en la casa de un amigo islámico. Temprano por la mañana iba a menudo allí, suspendiendo el desayuno, para pasar horas en oración. Allí se sentía libre para orar en alta voz."
También en la vida de nuestro Señor había ciertos lugares, parajes y también casas que jugaban un papel llamativo. Y eso seguramente es de importancia también para nosotros.
Por supuesto, el Señor no necesitaba estas "muletas" humanas. Pero el hecho de que se mencionen a menudo en la Biblia, muestra que contienen una lección práctica para nosotros, sus discípulos, que con nuestras muchas debilidades somos marcados, más de lo que pensamos, por las circunstancias y costumbres.
En los próximos capítulos hablaremos de la bendición de las buenas costumbres; aquí, sin embargo queremos considerar la bendición y las consecuencias que puede tener un buen ejemplo.
Ya sabemos por experiencia que un ejemplo tiene más efecto que muchas palabras. En sus conversaciones con los discípulos y también en sus sermones públicos, el Señor habló muchas veces sobre la oración, animando a orar. Pero, su ejemplo al orar, evidentemente retó a sus discípulos más que sus palabras podían hacerlo. El hecho de que vivía lo que predicaba, despertó en los discípulos el deseo de llegar a ser hombres de oración como Él.
Una persona que no haya recibido la nueva vida de Dios, es improbable que exprese el deseo de aprender a orar. Para muchas personas orar es una pérdida de tiempo, y, en el mejor de los casos, una clase de hipnotismo personal o una autosugestión en situaciones de estrés.
Lamentablemente, la experiencia muestra que un discípulo de Jesús no tiene automáticamente el deseo ansioso de convertirse en un hombre de oración. Muchos asentirán a las palabras de J. Oswald Sanders quien dice que "la mayor parte de nosotros somos atormentados por una pérfida aversión contra la oración. No es nuestra alegría natural el acercarnos a Dios."
A menudo son apuros interiores o exteriores, los que Dios permite en nuestra vida con la intención de enseñarnos a orar. Sólo aceptaremos poco a poco nuestra completa dependencia de Dios, cuando lleguemos a nuestros límites (no sólo en teoría, sino en la práctica), y nos demos cuenta de que aun nuestros mejores anhelos e intenciones espirituales no tienen fuerza. Entonces, y es triste que tardemos tanto tiempo en verlo, y que antes destrocemos nuestros pies caminando por nuestros propios caminos, aumentará nuestro anhelo de que el Señor nos enseñe a orar.
Seguramente no es casualidad que en los versículos anteriores no se hable de un "cierto lugar", sino de una "cierta mujer" (Lc 10:38) que recibió en su casa al Señor y a sus discípulos. Era Marta, bien conocida para nosotros, quien tuvo que aprender la dolorosa lección que toda persona extrovertida y llena de energía tiene que aprender tarde o temprano: "afanada y turbada estás con muchas cosas; pero sólo una cosa es necesaria" (Lc 10:41).
Estar inactiva, sentada a los pies de Jesús y escucharlo, aprender de Él, para poder imitar su ejemplo, era la lección espiritual que imperiosamente ella tenía que aprender; y cada uno de nosotros también.
El ejemplo único del Maestro despertó en el discípulo, cuyo nombre no se nos relata, el ardiente y sincero deseo de llegar a ser un hombre de oración. Y para nosotros no hay motivación mayor que su ejemplo; si lo amamos a Él.

Comentarios

México
  Daniel Castan  (México)  (05/12/2018)
Impresionado por cada una de sus enseñanzas. De la manera que sus discípulos fueron motivados a orar, yo soy motivado para estudiar más acerca de la palabra de Dios. Claro sin descuidar mi relación con Él
Colombia
  Luis Angel Barrera  (Colombia)  (30/10/2018)
Muchas veces puede mas nuestra propia voluntad, pero cuando nos acercamos a nuestro señor en oración puede mas su santo espíritu, gracias Señor por su palabra y por la escuela bíblica que nos brinda un estudio fascinante de las sagradas escrituras ...........bendiciones .
Colombia
  Gloria Soto Orrego  (Colombia)  (24/10/2018)
Gracias, por permitirme ser parte de todas estas bendiciones que me enriquecen. Dios los bendiga .
Estados Unidos
  Yolanda Posada Alvarenga  (Estados Unidos)  (23/10/2018)
Doy infinitas gracias a Dios por haberles encontrado en mi camino, a mis 71 años, me deleito en estudiar la Biblia, versículo por versículo en A través de La Biblia. Les bendigo y doy gracias a Dios por siervos fieles como ustedes, para Su gloria Él les seguirá fortaleciendo! Amén! Bendiciones!
Estados Unidos
  Leon Jose Chavez  (Estados Unidos)  (23/10/2018)
El Señor les continúe bendiciendo a todos los que hacen posible este sitio en la red para compartir la palabra de Dios.

Bendiciones.
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