Proverbios 28
Reina Valera 1960
1Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.
2Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable.
3El hombre pobre y robador de los pobres Es como lluvia torrencial que deja sin pan.
4Los que dejan la ley alaban a los impíos; Mas los que la guardan contenderán con ellos.
5Los hombres malos no entienden el juicio; Mas los que buscan a Jehová entienden todas las cosas.
6Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos y rico.
7El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
8El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.
9El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
10El que hace errar a los rectos por el mal camino, El caerá en su misma fosa; Mas los perfectos heredarán el bien.
11El hombre rico es sabio en su propia opinión; Mas el pobre entendido lo escudriña.
12Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; Mas cuando se levantan los impíos, tienen que esconderse los hombres.
13El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
14Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal.
15León rugiente y oso hambriento Es el príncipe impío sobre el pueblo pobre.
16El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
17El hombre cargado de la sangre de alguno Huirá hasta el sepulcro, y nadie le detendrá.
18El que en integridad camina será salvo; Mas el de perversos caminos caerá en alguno.
19El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
20El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.
21Hacer acepción de personas no es bueno; Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.
22Se apresura a ser rico el avaro, Y no sabe que le ha de venir pobreza.
23El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia Que el que lisonjea con la lengua.
24El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor.
25El altivo de ánimo suscita contiendas; Mas el que confía en Jehová prosperará.
26El que confía en su propio corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría será librado.
27El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones.
28Cuando los impíos son levantados se esconde el hombre; Mas cuando perecen, los justos se multiplican.
Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org)
2Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable.
3El hombre pobre y robador de los pobres Es como lluvia torrencial que deja sin pan.
4Los que dejan la ley alaban a los impíos; Mas los que la guardan contenderán con ellos.
5Los hombres malos no entienden el juicio; Mas los que buscan a Jehová entienden todas las cosas.
6Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos y rico.
7El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
8El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.
9El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
10El que hace errar a los rectos por el mal camino, El caerá en su misma fosa; Mas los perfectos heredarán el bien.
11El hombre rico es sabio en su propia opinión; Mas el pobre entendido lo escudriña.
12Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; Mas cuando se levantan los impíos, tienen que esconderse los hombres.
13El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
14Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal.
15León rugiente y oso hambriento Es el príncipe impío sobre el pueblo pobre.
16El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
17El hombre cargado de la sangre de alguno Huirá hasta el sepulcro, y nadie le detendrá.
18El que en integridad camina será salvo; Mas el de perversos caminos caerá en alguno.
19El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
20El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.
21Hacer acepción de personas no es bueno; Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.
22Se apresura a ser rico el avaro, Y no sabe que le ha de venir pobreza.
23El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia Que el que lisonjea con la lengua.
24El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor.
25El altivo de ánimo suscita contiendas; Mas el que confía en Jehová prosperará.
26El que confía en su propio corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría será librado.
27El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones.
28Cuando los impíos son levantados se esconde el hombre; Mas cuando perecen, los justos se multiplican.
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