Proverbios 9
La Biblia de las Américas
La sabiduría y la mujer insensata
1La sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas;2ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, ha puesto también su mesa;
3ha enviado a sus doncellas, y clama desde los lugares más altos de la ciudad:
4El que sea simple que entre aquí. Al falto de entendimiento le dice:
5Venid, comed de mi pan, y bebed del vino que he mezclado.
6Abandonad la necedad y viviréis, y andad por el camino del entendimiento.
7El que corrige al escarnecedor, atrae sobre sí deshonra, y el que reprende al impío recibe insultos.
8No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; reprende al sabio, y te amará.
9Da instrucción al sabio, y será aún más sabio, enseña al justo, y aumentará su saber.
10El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia.
11Pues por mí se multiplicarán tus días, y años de vida te serán añadidos.
12Si eres sabio, eres sabio para provecho tuyo, y si escarneces, tú solo lo sufrirás.
13La mujer insensata es alborotadora, es simple y no sabe nada.
14Y se sienta a la puerta de su casa, en un asiento, en los lugares altos de la ciudad,
15llamando a los que pasan, a los que van derechos por sus sendas:
16El que sea simple, que entre aquí. Y al falto de entendimiento, le dice:
17Dulces son las aguas hurtadas, y el pan comido en secreto es sabroso.
18Pero él no sabe que allí están los muertos, que sus invitados están en las profundidades del Seol.
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