Libro electrónico: Comentario bíblico de 2 Timoteo
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El apóstol Pablo estaba encarcelado y veía su muerte como algo inminente, así que escribió esta última carta a su amado hijo Timoteo con el fin de despedirse y hacerle ciertos encargos.
Contrariamente a lo que pudiéramos pensar, Pablo contemplaba su muerte como un triunfo. Se refería a ella de esta manera: "el tiempo de mi partida esta cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día".
Sin embargo, no ocultaba las dificultades personales por las que atravesaba, en especial la soledad con la que estaba enfrentando su proceso judicial ante Nerón. Eran tiempos de cambio para el cristianismo, que se había convertido en una religión perseguida por el Imperio Romano, lo que había comenzado a diezmar la iglesia del Señor y hacía que toda identificación con el evangelio implicara necesariamente pasar por sufrimientos y padecimientos.
Pero si bien esto le preocupaba, había algo que todavía le resultaba mucho más doloroso, y era la apostasía y el abandono de la Palabra de Dios que se estaba extendiendo de manera muy peligrosa por toda la cristiandad.
Así pues, aunque Pablo se encontraba a la espera de su muerte, sin embargo pensaba aprovechar hasta el último momento de su vida para servir al Señor, y desde su celda escribió esta carta a Timoteo para advertirle de los tiempos peligrosos que se acercaban y exhortarle en cuanto a la actitud que debería tomar frente a ellos.
Se trata, por lo tanto, de una carta escrita hace casi dos mil años, pero al leerla y estudiarla, nos damos cuenta de su actualidad y pertinencia para nuestros tiempos modernos.
Contrariamente a lo que pudiéramos pensar, Pablo contemplaba su muerte como un triunfo. Se refería a ella de esta manera: "el tiempo de mi partida esta cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día".
Sin embargo, no ocultaba las dificultades personales por las que atravesaba, en especial la soledad con la que estaba enfrentando su proceso judicial ante Nerón. Eran tiempos de cambio para el cristianismo, que se había convertido en una religión perseguida por el Imperio Romano, lo que había comenzado a diezmar la iglesia del Señor y hacía que toda identificación con el evangelio implicara necesariamente pasar por sufrimientos y padecimientos.
Pero si bien esto le preocupaba, había algo que todavía le resultaba mucho más doloroso, y era la apostasía y el abandono de la Palabra de Dios que se estaba extendiendo de manera muy peligrosa por toda la cristiandad.
Así pues, aunque Pablo se encontraba a la espera de su muerte, sin embargo pensaba aprovechar hasta el último momento de su vida para servir al Señor, y desde su celda escribió esta carta a Timoteo para advertirle de los tiempos peligrosos que se acercaban y exhortarle en cuanto a la actitud que debería tomar frente a ellos.
Se trata, por lo tanto, de una carta escrita hace casi dos mil años, pero al leerla y estudiarla, nos damos cuenta de su actualidad y pertinencia para nuestros tiempos modernos.