Estudio bíblico de 1 Samuel 26:13-28:7
1 Samuel 26:13-28:7
Continuamos hoy estudiando el capítulo 26 del primer libro de Samuel. Y en nuestro programa anterior, estuvimos viendo cómo David y Abisai entraron al campamento de Saúl e inspeccionaron todo. Y habían encontrado a Saúl dormido en una trinchera, rodeado de sus hombres. A la cabecera de su cama, vieron su lanza clavada en la tierra. Y Abisai le dijo a David, que le permitiera herir a Saúl con la lanza y enclavarlo en la tierra, porque según él, Dios había entregado a su enemigo en manos de David. Pero vimos también, que David no le permitió hacer esto. Le dijo, "No le mates. Porque, ¿quién extenderá su mano contra el ungido del Señor, y será inocente?" Aunque David tuvo la oportunidad de matar a Saúl, rehusó hacerlo y aprovecharse de esa oportunidad. No quiso alzar su mano contra el ungido del Señor y habrá pensado que Dios se ocuparía de él. Como dijo el escritor a los hebreos, en el capítulo 10 de su carta, versículo 30: "Mía es la venganza; Yo daré el pago, dice el Señor". Y David actuó en base a ese principio. Luego vimos cómo decidió tomar la lanza que estaba a la cabecera de Saúl y la vasija de agua, y se fue con Abisai. En realidad, lo que hizo David no fue difícil. Tomó la lanza y la vasija de agua de Saúl y nadie se despertó, porque el Señor había causado que un profundo sueño cayera sobre Saúl y sus hombres. Leamos hoy el versículo 13 de este capítulo 26 del primer libro de Samuel:
"Luego pasó David al lado opuesto y se puso en la cumbre del monte a lo lejos, de manera que había una gran distancia entre ellos."
Entonces David se apartó del campamento de Saúl, pero no volvió donde estaban sus hombres. Fue al otro lado del campamento de Saúl y se situó en la cumbre de un monte. Era un lugar desde donde podía escaparse fácilmente si alguien le perseguía. Y dicen los versículos 14 al 17:
"Y gritó David al pueblo y a Abner hijo de Ner, diciendo: ¿No respondes, Abner? Abner respondió: ¿Quién eres tú que gritas al rey? Entonces dijo David a Abner: ¿No eres tú un hombre? ¿Quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al rey tu señor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu señor el rey. Esto que has hecho no está bien. ¡Vive el Señor!, que sois dignos de muerte, porque no habéis guardado a vuestro señor, al ungido del Señor. Mira ahora dónde está la lanza del rey y la vasija de agua que tenía a su cabecera. Reconociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, David, hijo mío? David respondió: Sí, es mi voz, rey y señor mío."
Francamente, creemos que David habló sarcásticamente aquí con Abner el general de Saúl, quien debía haber estado protegiéndole. David puso en ridículo a Abner. David le estaba diciendo que su rey podría haber sido asesinado. Al mismo tiempo creemos que el rey y sus hombres comenzaron a despertarse y se preguntaron qué había ocurrido. Luego David preguntó: "¿Dónde están la lanza y la vasija de agua de Saúl? ¡No están!" Y podemos imaginarnos a David levantando en alto la lanza y la vasija de agua de Saúl para mostrarlas, indicando así que bien pudo haber dado muerte a Saúl, pero que no lo había hecho. Y eso era lo importante: ¡David no había matado al rey! Tuvo una actitud prudente en cuanto a todo este asunto. Él sabía que Dios iba a ocuparse de este asunto. Por lo que a David se refería, Dios se encargaría del problema de Saúl. Es fácil criticar a David, pero, ¿cuántos de nosotros hoy dejamos que sea Dios quien se encargue de nuestros enemigos? Tratamos de aplicar la justicia nosotros mismos, con nuestras propias manos, para responder a nuestros acusadores según nuestro propio parecer. Dios dice: "Dejad que yo me encargue de la situación y vosotros vivid por la fe. Confiad en Mí". Más tarde veremos que David confió en el Señor, y que a su debido tiempo, el Señor se hizo cargo de Saúl. Aquí le dijo a Saúl en los versículos 23, 24 y 25 de este capítulo 26 del primer libro de Samuel:
"Que el Señor pague a cada uno según su justicia y su lealtad, pues el Señor te había entregado hoy en mis manos, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del Señor. Del mismo modo que tu vida ha sido estimada preciosa hoy a mis ojos, así sea mi vida a los ojos del Señor, y me libre de toda aflicción. Y Saúl dijo a David: Bendito seas tú, David, hijo mío; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David siguió su camino, y Saúl regresó a su lugar."
Aunque Saúl otra vez admitió que estaba equivocado e interrumpió su persecución de David, éste sabía que se trataba solo de un alivio momentáneo. David estaba llegando a un extremo de desaliento; estaba cansado de estar huyendo constantemente, y de andar refugiándose en las cuevas. Y así concluimos nuestro estudio de este capítulo 26 del primer libro de Samuel. Entramos ahora a
1 Samuel 27
Aquí, leamos el versículo 1, donde damos comienzo a un párrafo titulado
David se retiró al país filisteo
"Dijo luego David en su corazón: Cualquier día de estos voy a morir a manos de Saúl; por tanto, lo mejor será que me fugue a tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe más de mí y no me siga buscando por todo el territorio de Israel; así escaparé de sus manos."
En este capítulo, vemos que Saúl, oyendo que David estaba en Gat, en tierra de los filisteos, no le buscó más. Esto, evidentemente, fue una desviación en la vida de David de aquel nivel alto de fe en Dios que había caracterizado a la vida de David. Éste fue un período de descenso, en la fe de David. Encontramos que lo mismo sucedió en las vidas de Abraham, Isaac y Jacob. Y parece que la mayoría de los que sirven a Dios tiene un período de bajo nivel espiritual en sus vidas.
Pero, hay un mensaje para usted y para mí en este capítulo, estimado oyente. Quizás en este mismo día usted se ha enfrentado con ciertos problemas. Posiblemente se haya sentido como pasando por un valle oscuro. Y parece no haber solución para sus problemas. Bueno, si le sirve de algún consuelo, ha habido muchos otros que han pasado y están pasando por ese valle. Es que ésa ha sido una ruta muy concurrida. Este hombre, David, caminó por ese sendero mucho antes que usted y yo. Ésta ha sido una de las razones por las que David me ha sido de mucha ayuda en mi vida cristiana. Puedo simpatizar con él en su situación. Parecía que iba a pasar el resto de su vida huyendo como un fugitivo y que, finalmente, acabaría muerto por Saúl. Continuemos leyendo los versículos 2 hasta el 6 de este capítulo 27 del primer libro de Samuel:
"Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que lo acompañaban se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat. Y vivió David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada cual con su familia; David con sus dos mujeres, Ahinoam, la jezreelita, y Abigail, la que fue mujer de Nabal, el de Carmel. Saúl recibió la noticia de que David había huido a Gat, y no lo buscó más. David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, haz que me den un lugar en alguna de las aldeas para que habite allí; pues ¿por qué ha de vivir tu siervo contigo en la ciudad real? Aquel mismo día Aquis le asignó Siclag, por lo cual Siclag pertenece a los reyes de Judá hasta hoy."
Y así estaba David, desanimado y abatido, haciendo algo que nunca debió haber hecho. Salió de la tierra de los israelitas y se fue a vivir en la tierra de los filisteos. No hay nada en este capítulo que revele que David fuese en esos momentos un hombre de Dios. Los versículos 7 al 11 de este capítulo 27 del primer libro de Samuel, nos relatan sus andanzas en esa tierra, sus incursiones guerreras asolando el país al servicio del rey Aquis, que viéndole actuar llegó a pensar de él lo que leemos ahora en el versículo final de este capítulo 27, el versículo 12:
"Pero Aquis confiaba en David, pues pensaba: Él se ha hecho odioso a su pueblo Israel, y será mi siervo para siempre."
Y así concluimos el capítulo 27 de este primer libro de Samuel. Y llegamos ahora a
1 Samuel 28:1-7
Este capítulo relata que Saúl, siendo desechado por Dios, consultó a una pitonisa, o sea, a una hechicera. Samuel apareció de entre los muertos. Saúl, enterándose de su propia ruina, se desmayó, pero cobró nuevas fuerzas, después de haber comido.
La entrevista de Saúl con la adivina de Endor plantea y promueve muchas preguntas. La principal tiene que ver con Samuel. ¿Logró la hechicera hacer volver a Samuel de los muertos? Se han adelantado al respecto algunas explicaciones; (1) Algunos expositores Bíblicos rechazan esa posibilidad, alegando que se trató de un fraude, adoptando la posición de que la hechicera era ventrílocua; (2) Otros mantienen que el deseo abrumador de comunicarse con los seres queridos muertos hace que los familiares del difunto sean víctimas del engaño; y (3) otros creen que la hechicera realmente hizo volver a Samuel de los muertos. Esta postura es insostenible, según el resto de las Escrituras. Si es así, éste sería el único caso en todas las Escrituras. Comencemos, pues, leyendo los primeros cuatro versículos de este capítulo 28 del primer libro de Samuel, en los que se inicia el relato en el que
Los filisteos planearon un ataque y Saúl consultó a la adivina de Endor
"Aconteció en aquellos días, que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y Aquis dijo a David: Ten entendido que has de salir a campaña conmigo, tú y tus hombres. David respondió a Aquis: Muy bien, ahora sabrás lo que hará tu siervo. Aquis dijo a David: En ese caso, te haré mi guarda personal mientras viva. Ya Samuel había muerto. Todo Israel lo había lamentado y lo había sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado de la tierra a los encantadores y adivinos. Se reunieron, pues, los filisteos, y vinieron a acampar en Sunem. Mientras, Saúl reunió a todo Israel y acampó en Gilboa."
Nuevamente los filisteos reunieron sus tropas para ir a la guerra contra Israel. Ahora, David no les dio ninguna promesa clara de que les ayudaría en su guerra contra los israelitas. Por supuesto, de haber podido, hubiera evitado hacerlo. Los filisteos se habían reunido en Sunem, y Saúl reunió sus tropas en Gilboa. Continuemos con los versículos 5 hasta el 7 de este capítulo 28:
"Cuando Saúl vio el campamento de los filisteos, tuvo miedo y se turbó sobremanera su corazón. Consultó Saúl al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños ni por el Urim ni por los profetas. Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que vaya a consultar por medio de ella. Sus criados le respondieron: Aquí, en Endor, hay una mujer que tiene espíritu de adivinación."
Ahora, como Dios no estaba hablando con Saúl, en su desesperación él se volvió a Satanás. La adivina de Endor era probablemente una ventrílocua. Creemos que en parte, ella engañaba y que en parte, estaba entregada al espiritismo.
Ahora, quisiéramos hacer por un momento una pausa para decir algo en cuanto al espiritismo. Vivimos en un tiempo en el cual los asuntos de la religión causan unas emociones vivas. Una de las vías que los que buscan las experiencias emocionantes exploran, es el espiritismo moderno, o la nigromancia antigua. Claro que el argumento más fuerte que tienen es el caso de la adivina de Endor. Dicen que ella hizo volver a Samuel de los muertos. La pregunta es ésta, entonces, "¿Volvió en realidad Samuel de los muertos y se comunicó con Saúl?" Como ya hemos dicho, si así ocurrió, sería éste el único caso de tal aparición en todas las Escrituras.
Ahora, antes de contestar esta pregunta, quisiéramos considerar algún material al respecto. Las Escrituras categóricamente condenan la práctica de la nigromancia. En Deuteronomio, capítulo 18, versículos 9 al 14, leemos en cuanto a este tema: "Cuando entres a la tierra que el Señor tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para el Señor cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Señor tu Dios expulsa a estas naciones de tu presencia. Perfecto serás delante del Señor tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; pero a ti no te ha permitido esto el Señor tu Dios". Ahora, permítanos advertirle, estimado oyente, que vivimos en tiempos en los que nuevamente se practican muchas de las cosas que aquí se mencionan y se condenan.
Una revista de noticias muy reconocida y de gran circulación mundial, publicó una vez los nombres de dos adivinos. Según explicó la revista, la mayoría de las estrellas de Hollywood los consultaban para enterarse de lo que les depararía el futuro. Vemos en la actualidad un gran resurgimiento de estas prácticas aunque, en realidad, el ocultismo en todas sus formas es algo que ya ha sido practicado por mucho tiempo.
En el año 1947, una revista de la Iglesia de Inglaterra, publicó un artículo en el cual decía: "A pesar de la gran cantidad de fraude, falsificación, engaño e interpretación de los pensamientos, de forma consciente o inconsciente, con la que el investigador de fenómenos psíquicos tiene que contender, hay un núcleo de material genuino que no se puede explicar con nuestro conocimiento presente, salvo que se acepte la hipótesis de que las personalidades humanas continúan su existencia más allá de la muerte y que ciertas personas tienen el poder y el don de ponerse en contacto con ellas. Las iglesias no tienen nada que temer de los fenómenos psíquicos genuinos". Hasta aquí, la cita del artículo.
Ahora, esto es asombroso ya que desde ese entonces ha habido un creciente interés en la observación de las estrellas. El interés en la supuesta ciencia de la percepción extrasensorial, también ha aumentado. Son muchos los que consultan los horóscopos. Y los astrólogos ganan anualmente enormes sumas de dinero.
Permítanos decir, estimado oyente, que la Palabra de Dios categóricamente condena toda esta clase de actividades, y Dios ha juzgado a las naciones en el pasado por involucrarse en semejantes prácticas. Incluso desterró a Su propio pueblo por apartarse de Él y volverse a estas prácticas abominables. Estimado oyente, éstas son las prácticas peligrosas de la hora actual, y las Escrituras nos advierten de su peligro, y predicen que habrá un notable incremento de este interés en el ocultismo.
Ahora, en el relato de "el rico y el mendigo Lázaro", que tenemos en el capítulo 16 del evangelio según San Lucas, versículos 19 al 31, usted recordará que el rico pidió que Abraham enviara a Lázaro a la casa de su padre porque él tenía cinco hermanos y quería que Lázaro regresara a la vida y les testificara, para que ellos no fueran a ese mismo lugar de tormento en que él se encontraba. Abraham rechazó esta petición recordándole que sus hermanos ya tenían a Moisés y a los profetas y que debían escucharles a ellos. O sea que de ninguna manera podría Lázaro volver al mundo de los vivos. Pablo, por su parte, fue arrebatado al tercer Cielo pero mantuvo silencio en cuanto a aquella experiencia. No pudo hablar de lo que había visto, como lo menciona en su segunda carta a los Corintios, capítulo 12, versículos 2 al 4. Y en su segunda carta a los Tesalonicenses, capítulo 2, versículo 9, dijo el apóstol: "El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros". También, escribiendo al joven predicador Timoteo, Pablo le dijo en su primera carta, capítulo 4, versículo 1: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios". La adoración a Satanás ha proliferado tanto que hasta existen iglesias ? o lo que ellos llaman iglesias ? en donde en realidad se le rinde culto a Satanás. Esto es algo que la Palabra de Dios dice que aumentará en los últimos tiempos.
Encontramos, pues, ahora a Saúl visitando a la adivina de Endor. Y vamos a considerar este incidente, Dios mediante, en nuestro próximo programa. Pero al haber iniciado aquí este tema del mundo sobrenatural que opera como fuerza de maldad, recordamos que Jesucristo se enfrentó con esas fuerzas que esclavizaban a las personas totalmente y acababan destruyéndolas física y espiritualmente. Todos aquellos que se acercaron a Él, fueron liberados y experimentaron una gran transformación. Nadie debiera ignorar la importancia de este tema, ni tampoco sentir temor u obsesionarse con él. Se trata de descansar en la muerte de Jesucristo y en la victoria de la resurrección. El apóstol Pablo, escribiendo a los Colosenses, 2:15, les reafirmó en su fe diciéndoles que por medio de la obra de Cristo en la cruz, Dios venció a los seres espirituales que tenían poder y autoridad, y los humilló públicamente, llevándolos prisioneros en su desfile victorioso. Estimado oyente, si usted es consciente de una dependencia por su parte de algunas de estas prácticas que hemos considerado a la luz de la Palabra de Dios, y quiere liberarse de ellas, deposite su confianza en el Señor Jesucristo, recordando que, como bien dijo al apóstol Juan en su primera carta 4:4, "el que está en vosotros es más poderoso que el que está en el mundo."
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