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Estudio bíblico de Proverbios 10:5-11:1

Proverbios 10:5-11:1

Estimado oyente, en este capítulo 10 hemos entrado en la segunda división principal de este libro aquí, que hemos titulado "Proverbios de Salomón, escritos y ordenados por él mismo". Dijimos que en esta sección vemos que al joven estudiante se le dan algunas normas para su vida, que son lecciones que usted y yo también necesitamos aprender en la escuela de Cristo. A modo de introducción, vamos a recordar lo dicho en los versículos 3 y 4:

"El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas rechazará la codicia de los malvados."

Usted seguramente recordará que dijimos que en este libro hay un proverbio para cada persona, y un proverbio que encaja con las vidas de ciertos personajes de la Biblia. Cuando leemos este proverbio que dice que el Señor no dejará que el justo padezca hambre recordamos al patriarca José. El fue vendido por sus hermanos a Egipto y debe haber pensado que el final de su vida había llegado, y que Dios parecía encontrarse lejos de él. Sin embargo, tuvo fe en Dios. Y nosotros sabemos que Dios no lo abandonó, Dios dispuso las cosas para que al final el fuera liberado de la prisión, y convertido en el primer ministro de Egipto. Y el versículo 4 dice:

"La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece"

¡Ah! Que grandes diferencias hay entre las personas hoy. Hay muchos creyentes que son muy generosos, otros en cambio, no lo son; son más bien mezquinos. Es interesante que la persona que se ha impuesto a sí misma un presupuesto muy ajustado, y que vive esa clase de vida, parezca nerviosa y tensa todo el tiempo. Y en contraste, la persona generosa disfruta de una vida plena.

¿No le parece que este versículo se corresponde con la vida de Abraham? El era un hombre generoso. Cuando él y su sobrino Lot tuvieron que elegir una tierra, le dijo a su sobrino: "elige la parte de tierra que prefieras, y yo me quedaré con la otra parte". Solo un hombre generoso podría dividir bienes inmuebles de esa manera. Abraham tenía derecho a elegir. El seguramente sabía que la tierra de primera calidad era la bien irrigada llanura del río Jordán. Lot debe haber pensado que Abraham no era muy inteligente que digamos por no haberse trasladado allí. Pero ya que Abraham le dio a Lot la oportunidad de elegir, éste escogió la tierra fructífera de la llanura. Y así, de forma egoísta, eligió lo mejor para él, aunque al final, lo perdió todo.

El proverbio termina diciendo pero la mano de los diligentes enriquece. Tenemos que destacar que hay dos palabras que nunca aparecerán juntas en la Biblia: las palabras "fe" y "pereza" no se mezclan. Un cristiano perezoso no es un cristiano que tiene una verdadera fe en Dios. El que es diligente, activo, es el que trabajará, el que se esforzará. Este proverbio también me recuerda al apóstol Pablo: Cuando el Señor le llamó, con toda certeza no consiguió un individuo perezoso, sino todo lo contrario.

Ahora, vamos a comenzar la lectura correspondiente a nuestro programa de hoy leyendo el versículo 5, de este capítulo 10 de Proverbios, leemos:

"El que recoge en verano es hombre sensato, pero el que duerme en tiempo de siega, avergüenza."

Aquí tenemos otro proverbio de contraste. El joven llamado "sabio" es el que trabaja en el verano. El joven "perezoso" es el que duerme en el tiempo de la cosecha. Este último, evidentemente, no va a llegar a realizar su trabajo.

Permítanos decirle, estimado oyente y amigo creyente, en particular, que usted necesita reconocer que Dios quiere instruirnos y formarnos. Es bueno saber aprovechar el tiempo cuando uno es joven. Recuerde que, como dice este proverbio, el que recoge en verano es hombre sensato.

Le aconsejamos a cualquier joven que nos esté escuchando, que si usted quiere ser utilizado por Dios más adelante, donde quiera que se encuentre hoy, comience a prepararse. Recuerde lo que dice esta primera parte del versículo 5:

Estas frases del libro de los Proverbios son tremendamente importantes, son verdades eternas. Son verdades no para hacerle remontar el vuelo y elevarse hacia las regiones celestiales, sino para prepararle para recorrer las aceras de su propia ciudad. Si usted no puede usar esas grandes verdades, si no funcionan en su vida, no es porque haya un fallo en ellas, sino porque hay un fallo en usted. Ahora, notemos lo que dice el versículo 6:

"Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia."

Qué cuadro tenemos aquí de dos personajes del Antiguo Testamento. La frase Hay bendiciones sobre la cabeza del justo me recuerda al profeta Samuel. Y la segunda frase, la boca de los malvados oculta violencia me recuerda a Saul, primer rey de Israel. Ahora, el versículo 7, dice:

"La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá."

Uno puede pensar sobre este proverbio en relación con ciertas personas que eran famosas hace unos pocos años pero hoy, su recuerdo se está desvaneciendo. Pensamos que los personajes de esta generación serán olvidados en los próximos 50 años. Sin embargo la memoria de otros, muchos de ellos siervos de Dios, resiste el paso del tiempo. Así que, este es un Proverbio muy cierto. Ahora, el versículo 8, dice:

"El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina"

El de labios necios, aquí, podría traducirse literalmente "charlatán". Aquel que habla sin parar. Es sabio de acuerdo con su propia opinión. En contraste, el de sabio corazón acata las órdenes, aceptará mandatos. Recordemos que había un rey que se llamaba Nabucodonosor, que escuchó el consejo de Daniel y prosperó. Luego hubo otro rey que se llamaba Belsasar. Este rey era un necio. Un banquete real celebrado en una noche marcó el final de su vida y de su reinado (Daniel 5) Luego, leamos el versículo 9, de este capítulo 10 de Proverbios:

"El que camina en integridad anda confiado, pero el que pervierte sus caminos sufrirá quebranto."

Este proverbio tiene su equivalente actual en la frase: la honradez es la mejor política. Ahora, en el versículo 10, leemos:

"El que guiña el ojo acarrea tristeza; el de labios necios será derribado."

Aquí tenemos un detalle interesante: que el ojo y la boca tienen que estar de acuerdo. Cuando usted ve a alguien que dice algo y guiña el ojo, significa que realmente no quiere decir lo que está diciendo. Su boca y su mente no están de acuerdo y, cuando no están de acuerdo, bueno, causarán mucho dolor.

¿A qué personaje Bíblico correspondería este proverbio? Bien, ¿qué le parece Judas? El beso de Judas fue, sin ninguna duda, un beso de traición. Porque se supone que demostraba cariño, y en realidad para Judas no significó ningún sentimiento, sino más bien una señal para que los soldados pudieran identificar a Jesús y arrestarlo. Escuchemos ahora lo que dice el versículo 13, de este capítulo 10 de Proverbios:

"En los labios del prudente hay sabiduría, mas la vara es para las espaldas del insensato."

Gente de todo el mundo vino para escuchar la sabiduría de Salomón, pero la frase la vara es para las espaldas del insensato encaja con su hijo Roboam. El no quiso escuchar los consejos de los ancianos sabios del pueblo; sino que siguió el consejo de los jóvenes que se habían criado con él (1 Reyes 12). En consecuencia, este rey insensato trajo la división de la nación y una guerra civil. Y el versículo 14, de este capítulo 10 de Proverbios dice:

"Los sabios atesoran sabiduría, mas la boca del necio es una calamidad cercana."

Todo el tiempo el hombre sabio está acumulando el conocimiento; en cambio, la boca del hombre necio coloca a éste con un pie sobre una cáscara de plátano y el otro casi en su sepultura. Luego en el versículo 16, encontramos lo siguiente:

"La obra del justo es para vida; el fruto del malvado es para pecado."

Este proverbio nos recuerda a Caín y Abel. La frase la obra del justo es para vida, nos recuerda a Abel. El criaba ovejas y ofreció un cordero como su sacrificio. Y la frase el fruto del malvado es para pecado nos recuerda a Caín. En rebelión el trajo el fruto de la tierra. El apóstol Pablo dijo en Romanos 8:6, que la mentalidad pecaminosa, el ocuparse solo de lo que es humano, lleva a la muerte, y esa advertencia fue dirigida al cristiano. La "muerte" para él significa separación de una relación de comunión y compañerismo con Dios. Dios no va a tener camaradería con una persona cuya mente está concentrada en lo humano y pecaminoso. Cuando el proverbio dice la obra del justo es para vida significa compañerismo con Dios. Abel fue un hombre salvo. En cambio la frase el fruto del malvado caracterizó a Caín. Continuemos leyendo el versículo 17 de Proverbios 10:

"Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la reprensión, se extravía."

Esto se aplicaría a Absalón, hijo del rey David. Él no quiso escuchar una reprobación... Y él cometió la gran equivocación de intentar hacerse con el reino enfrentándose a su propio padre quien era un experto en la guerra. Luego en el versículo 18, encontramos lo siguiente:

"El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la calumnia es un necio."

¡Qué terrible es que alguien finja ser su amigo y más tarde usted descubra que es realmente su enemigo! Esa persona es realmente necia, porque con el tiempo usted la descubrirá. Y todo aquel que calumnia es también un insensato.

Dios le dio una ley a Su pueblo con respecto a esto: la podemos leer en los versículos 16 y 17, del capítulo 19 de Levítico. Allí se nos dice: No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo el Señor. No aborrecerás a tu hermano en tu corazón. Reprenderás a tu prójimo, para que no participes de su pecado. No halague a ninguna persona, cuando en realidad la odia, pero tampoco tiene que calumniar a esa persona.

Este proverbio describe a un personaje de la Biblia. ¿Recuerda usted que Joab fingía ser amigo de Abner, lo engañó para que saliera fuera de la ciudad y luego lo mató, para vengar a su hermano Asael? Él murió como muere un necio. Eso fue lo que David dijo al lamentar su muerte. El episodio está registrado en 2 Samuel 3. Leamos ahora el versículo 21 de Proverbios 10:

"Los labios del justo sustentan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento."

Y nuevamente recordamos a Samuel y a Saúl ante nosotros como ejemplos de estos proverbios. Samuel fue un gran juez de Israel. Pero el rey Saul hizo verdaderas tonterías. Luego en el versículo 22 leemos:

"La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza con ella."

Hay algunos que viven en el placer y piensan que se lo están pasando en grande, que se están dando la gran vida. Pero a medida que se van acercando al final, encuentran que esa vida es insoportable.

A veces hemos observado a la gente que asiste a banquetes, banquetes que se celebran para celebrar acontecimientos o para recaudar fondos. Al observar uno por uno los rostros de los asistentes, mientras conversan animadamente o se cuentan chistes, resulta interesante comprobar cuan pocos de esos rostros revelan una verdadera felicidad.

La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. El cristiano contemporáneo, por su indiferencia a lo que es moral o doctrinalmente malo, y por su laxitud o falta de rigor en su forma de vivir, está perdiendo mucho de lo que Dios tiene para él. Y leamos ahora el versículo 23:

"Cometer maldad es una diversión para el insensato, mas la sabiduría recrea al hombre inteligente."

Este es realmente un consejo bueno y útil para un joven. Y el versículo 26 dice:

"Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así es el perezoso para quienes lo envían."

¿Le tocó a usted alguna vez, enviar a un perezoso para que hiciera algo para usted, y esperarlo, primero apoyándose en su pie y luego, para descansar, en el otro pie? Si alguna vez le sucede, recuerde este proverbio y compárelo con lo que sienta. Y luego el versículo 27, nos dice:

"El temor del Señor aumenta los días, mas los años de los malvados serán acortados."

Y eso fue cierto en los tiempos del Antiguo Testamento. Dios había prometido larga vida a quienes le obedecieran. Y quizás usted se pregunte: ¿No promete lo mismo hoy? No, estimado oyente, Él nos promete vida eterna. Y esa será una vida de mejor calidad, así como también de mayor cantidad o duración. Luego, el versículo 30 de este capítulo 10 de Proverbios dice:

"El justo jamás será removido, pero los malvados no habitarán la tierra."

Con estas palabras en mente, echemos una mirada a la historia. Todos los grandes líderes mundiales han desaparecido. Los Faraones, los Césares, Alejandro Magno, Napoleón, y tantos otros, se han ido. Dice aquí que los malvados no habitarán la tierra. Ningún sistema político ni forma de gobierno prevalecerá y, curiosamente, ni siquiera la democracia, porque Dios tiene una forma de gobierno que será una monarquía. No habrá ninguna dictadura como la del Señor Jesucristo cuando el asuma el gobierno de esta tierra. Y entonces se cumplirán las palabras de este proverbio, el justo jamás será removido.

Y ahora llegamos a

Proverbios 11:1

Como hemos visto el joven está ahora en la escuela y la sabiduría, que es Cristo, es el Maestro. La sabiduría tuvo que salir a los caminos y senderos para conseguir alumnos, pero ella tiene ahora una clase y está enseñando los proverbios.

La forma literaria de estos proverbios es mayormente la de versos pareados. Las dos cláusulas de un pareado están generalmente relacionadas entre sí por lo que se ha llamado paralelismo, de acuerdo con la poesía Hebrea. La poesía Hebrea se consigue por repetir o contrastar un pensamiento. Hay cuatro tipos de paralelismo: Paralelismo Sinónimo, que consiste en volver a exponer el pensamiento de la primera cláusula; Paralelismo Antitético, que expone verdades en contraste; Paralelismo Sintético, en el que la segunda cláusula desarrolla el pensamiento de la primera; y Paralelismo Emblemático, en el cual una línea ilumina el significado de la otra por medio de un símil o de una metáfora.

Este capítulo verdaderamente le dará al joven alumno algunos buenos consejos sobre los negocios y el comercio. Leamos entonces el primer versículo de este capítulo 11 de Proverbios:

"El Señor abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada."

Dios entra a los negocios. Usted lo puede poner a Él en sociedad con usted. Sin embargo, usted no lo puede tener a Él como socio, si usted es una persona deshonesta. Pero si usted es honrado, a Él le gustaría ser su socio.

El hombre de negocios cristiano ha de caracterizarse por honestidad e integridad. Dios ha permitido que hombres y mujeres se esfuercen en la lucha por la vida aplicando conocimientos adquiridos con sacrificio, y trabajo realizado con esfuerzo. Pero aparte los bienes personales que todos tengamos, se nos pide que, tanto en abundancia como en escasez, seamos fieles administradores al cuidado de los bienes que Dios nos ha entregado. Y entonces El nos bendecirá. Y las iglesias y organizaciones cristianas deberían tener siempre presente lo que se dice en estos proverbios enseñados a los jóvenes de la escuela de la sabiduría de este libro, para poder evaluar hasta qué punto se aplican la honradez y la integridad en los asuntos prácticos y materiales del reino de Dios. La transparencia en estos asuntos es una forma más de mostrar el poder de Dios, que por Su Espíritu transforma a las personas, haciéndolas cada vez más semejantes a Cristo.

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