Estudios biblicos de Éxodo
Predicaciones cristianas en texto y audio de Éxodo
Exodo es el libro de la redención. En esta extraordinaria experiencia de los israelitas que salen de Egipto en pos de la Tierra Prometida hay una interesante tipología de la redención de toda la humanidad por Dios. La esclavitud en Egipto representa o es tipo del mundo, Faraón viene a ser un tipo de Satanás, que oprime al mundo, y Moisés, el libertador, un tipo de Cristo...
Comenzamos el estudio del libro de Éxodo que narra la historia de la salvación del pueblo de Israel que se encontraba en dura esclavitud en Egipto. Para este propósito Dios utilizó a Moisés, aunque también sobresale la fe de otros personajes que nos llenan de admiración. Finalmente, no podemos perder de vista de que se trataba de un ejemplo histórico de la forma en la que Dios nos salva también ahora del pecado y de Satanás...
Israel estaba en dura esclavitud en Egipto cuando nació Moisés. Aunque sus padres eran unos esclavos, Dios dirigió las cosas para que el niño fuera adoptado en la familia de Faraón. Allí recibió una educación brillante, aunque no fue instruido en cómo servir a Dios. Cuando creció quiso salvar a su pueblo por sus propias fuerzas e inmediatamente fracasó. A partir de aquí huyó al desierto donde estuvo por otros cuarenta años, y allí Dios trabajó con él hasta convertirlo en el gran líder espiritual que se enfrentaría con Faraón y sacaría a Israel de la esclavitud de Egipto...
Dios iba a salvar a Israel de la esclavitud en Egipto. ¿Por qué lo iba a hacer? ¿Cómo lo iba a hacer? El texto nos enseña primeramente que la razón por la que los salvó no fue porque vio que eran buenas personas, sino porque eran pecadores que en su agonía clamaron a Dios. Y en cuanto a la forma en la que los salvó, vemos que no utilizó grandes ejércitos, ni poder político o diplomático, sino a un hombre que después de haber pasado cuarenta años en el desierto había aprendido a depender de Dios y a desconfiar de sí mismo...
Después de cuarenta años en el desierto, Moisés había cambiado radicalmente. Ya no era el hombre presumido y arrogante del pasado, que creía que por sus propios medios podría liberar a Israel. El tiempo de soledad con Dios le había hecho consciente de su propia debilidad, lo que le capacitaba para ser un instrumento útil en sus manos. A todo esto hay que añadir que Dios se le dio a conocer por su nombre, "Jehová" o "el Eterno" y le proveyó de señales adecuadas para la misión que debería realizar...
Dios llamó a Moisés para que fuera en su Nombre a liberar a Israel de Egipto y para ello le dio diferentes credenciales que debería presentar ante Faraón. Sin embargo, Moisés se sentía un hombre débil e incapaz y puso algunas objeciones. Aquí aprenderemos que aunque tenemos que reconocer nuestras debilidades, cuando Dios nos llama a realizar una tarea, debemos responder con confianza. Luego veremos que Moisés tuvo que poner cierto orden dentro de su familia antes de enfrentarse con Faraón. Finalmente todo estaba listo, y Jehová trajo sus juicios sobre los dioses de Egipto...
Moisés se presentó ante Faraón para que dejara salir a Israel, pero en respuesta, éste endureció aun más sus duras condiciones de trabajo de los hebreos. Esto provocó que el pueblo se volviera contra Moisés, acusándole de sus desgracias. Pero Dios conocía sus necesidades y condiciones desesperadas, de la misma forma que conoce las nuestras, y estaba llevando a cabo su plan para librarles, pero antes tenía mucho que enseñar a Moisés, a los israelitas, a los egipcios y al mismo Faraón...
Después de que Moisés se presentó por primera vez ante Faraón para que dejara ir al pueblo, todo se había complicado. Por un lado Faraón se negó a dejar ir a Israel y endureció sus condiciones de trabajo, y por otro lado, el pueblo culpaba a Moisés de lo ocurrido. En esas circunstancias Dios volvió a renovar sus promesas de libertad y bendición para Israel, y también animó a Moisés en medio de todas sus dificultades...
A pesar de la incredulidad de Faraón, Dios le dio todo tipo de evidencias para que llegara a conocerle. Primeramente le envió a sus siervos Moisés y Aarón con diferentes credenciales que los identificaban como siervos suyos. Faraón se mostró indiferente ante esto y Dios comenzó a traer distintas plagas con las que juzgó a los falsos dioses que Faraón tenía. Y a pesar de que sus magos lograron imitar el milagro, fueron incapaces de cambiar los juicios de Dios. Ante todo esto, es triste ver cómo Faraón no quiso reflexionar ante las claras señales que Dios le daba, sino que fue endureciendo progresivamente su corazón...
Estamos considerando las plagas que Dios trajo sobre Faraón en Egipto. Por algún tiempo los magos egipcios pudieron imitarlas, pero llegó un momento en el que tuvieron que admitir que eran señales de Dios. Por otro lado, las plagas no afectaban a los israelitas que se encontraban a salvo en la tierra de Gosén. Faraón estaba considerando todo esto, pero no quiso rendir su corazón a Dios, sino que en un intento de librarse del castigo intentó "negociar" con Dios. Así que poco a poco fue endureciendo cada vez más su corazón, hasta un punto sin retorno...
A pesar de las tremendas consecuencias de las plagas y del juicio que todo aquello constituía para la idolatría de Egipto, Faraón no permitió la salida de los israelitas y se mantuvo dispuesto a resistir con una actitud desafiante y rebelde. La finalidad de aquellos juicios era que los egipcios recapacitaran y se volvieran al Dios vivo y verdadero. Pero de una forma incomprensible, y a pesar de que el país estaba destruido, Faraón persistió en su incredulidad. Esto nos recuerda la situación de muchas personas, que aun viendo sus vidas deshechas no se vuelven a Dios en busca de perdón y salvación...