Saltar al contenido

Folletos cristianos

Beber es un gran placer


Folletos cristianosEso dice la canción. Y también tenemos sanjuaneras que cantan el placer de beber sin medida: "Con el tinto sabroso y dulzón que se bebe sin tregua en San Juan, se podría llenar, creo yo; se podría llenar otro mar. De poderse el humor repartir entre gentes que viven sin paz, todo el mundo sería feliz, regalando el que sobra en San Juan". Y también otra ensalza la bota, que dice infunde alegría de noche y de día, y siempre en San Juan. Esta visto: el vino y la alegría van de la mano. Y si alguien lo duda, que vea los anuncios de bebidas alcohólicas, y se convencerá.

Eso es verdad; "el vino alegra el corazón del hombre" (1). ¿Pero es toda la verdad? Preguntemos a la Policía Local de Soria, que tiene que vérselas con los jóvenes de las litronas y el calimocho los sábados por la noche en la Dehesa. O pidamos opinión al que ha sufrido de cerca un accidente de tráfico provocado por el exceso de alcohol. O a la madre de familia que es maltratada por un marido borracho. O al alcohólico que está luchando por librarse del hábito... ¿Qué alegría les infunde a ellos el alcohol?

Está claro que lo que dicen las sanjuaneras, lo que se asume en nuestra cultura y lo que nos mete por los ojos la publicidad NO ES TODA LA VERDAD.
















NOS HACEN CREER... PERO LO CIERTO ES...
· Que beber es sinónimo de alegría y jolgorio. · Que tiene efectos secundarios: vómitos, resaca, dolor de cabeza, vértigo...
· Si eres adolescente, te dan a entender que el beber te hace una persona adulta. · Que precisamente el consumo excesivo de alcohol entorpece el crecimiento y el desarrollo intelectual.
· Que beber es un signo de madurez e independencia. · Que te hace perder el control sobre ti mismo y puede crear dependencia.
· Que es un factor de éxito en las relaciones sexuales... · Que provoca inhibición sexual, e incluso impotencia.
· Que el alcohol es un aliado para hacer amigos. · Que el alcohólico suele terminar perdiendo las amistades y a la familia.
· Que ayuda a olvidar las penas.  · Que olvidar no es solución, y que el alcohol añade nuevos problemas a los que ya tienes.



¿Te das cuenta de que nos pretenden engañar?

En un suplemento de domingo del Heraldo Soria 7 días del mes de mayo publicaron un reportaje sobre los jóvenes sorianos que beben sin medida los fines de semana. Decía que el Servicio de Urgencias del INSALUD ha constatado que la edad en que empieza a consumirse alcohol con exceso es cada vez más precoz: alrededor de los 12 años. Y también decía que los jóvenes no beben por beber, sino porque su vida no les satisface en algún aspecto esencial.

Es de temer: Que el que se lanza a beber hasta emborracharse siempre que quiere pasar un buen rato es que tiene alguna insatisfacción honda. Algo le falta ¿Pero quién no tiene alguna sed del alma no satisfecha? Lo malo es que ni el vino ni la juerga la llegan a saciar.

En los evangelios se cuenta la historia de una mujer insatisfecha y con sed, que llevaba una vida desordenada y sin meta. El Señor Jesús le salió al encuentro en un pozo, cuando ella iba a buscar agua, y le dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás" (2).

El que dijo eso no fue el Cristo rancio de los crucifijos y los pasos de Semana Santa, sino el que anduvo sobre las aguas, el que resucitó muertos... ¡El que convirtió el agua en vino en un convite de boda! El que murió en la cruz, sí, pero resucitó de la tumba para dar fe de que él puede dar vida nueva y saciar la sed a todo el que se lo pida.

Si acudes a él con arrepentimiento y fe no vas a quedar defraudado. Él no engaña. La publicidad lo hace. La sociedad también. Nosotros podríamos hacerlo; ¡vete a saber! Pero él no: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" (3).

(Y, si eres sanjuanero, acuérdate de esto cuando se acaben las fiestas).

(1).Salmo 104.15
(2). Evangelio de Juan 4.13-14.
(3). Evangelio de Juan 7.37.