Jeremías es un profeta que predica el juicio de Dios sobre su pueblo y por ello sufre, llora, se deprime... pero finalmente, como el junco ante el viento, aunque se dobla nunca se rompe... esto es así porque fue seducido por la Palabra y Dios estaba a su lado como un poderoso gigante....
Al igual que en los tiempos de Jeremías, hoy también hay muchos falsos profetas que anuncian cosas buenas sin haber recibido Palabra del Señor... Y por supuesto, las personas siguen prefiriendo escucharles a ellos antes que las serias advertencias de la Palabra...