Estudio bíblico de Isaías 28:5-29:8
Isaías 28:5 - 29:8
Al comenzar el capítulo 28 dijimos que la invasión inmediata de Efraín por parte de Asiria, fue una figura del futuro y una advertencia para Jerusalén. Este capítulo nos introduce a una nueva sección. Las profecías que eran totalmente para el futuro fueron incluidas en los capítulos 24 al 27. Ahora, en los capítulos 28 al 35, tenemos otras profecías que tuvieron un cumplimiento local y en el pasado, y también hay algunas que se proyectan hacia el futuro y cubren el mismo período de la sección anterior. Esta nueva sección se caracteriza por tener seis lamentos, y culmina en la gran guerra de Armagedón en el capítulo 34, seguida de los beneficios milenarios hechos realidad en la tierra, en el capítulo 35.
En el capítulo 28, que tenemos ante nosotros hay una buena ilustración de la combinación del punto de vista cercano y lejano en la profecía, de eventos pasados y futuros, de profecías locales y de cumplimiento inmediato, y de profecías generales y de cumplimiento lejano en el tiempo. Veremos lo que se ha cumplido, y lo que aún no se ha cumplido.
El reino del norte de Israel, designado aquí por el nombre de Efraín, iba a ser pronto conducido al cautiverio bajo Asiria. Ésta fue una vista anticipada de un día futuro, pero pretendía ser una advertencia dirigida al reino de Judá, el reino del sur. La primera parte se cumplió cuando Salmaneser, rey de Asiria, invadió Efraín en el año 721 A.C., derrocó al reino del norte, o de Israel, y condujo al pueblo al cautiverio.
Dijimos también que íbamos a ver seis ayes o lamentos. El primer ¡ay! que se mencionó fue contra el reino del norte, llamado aquí Efraín. También examinamos el primer párrafo de este capítulo 28, titulado "El cautiverio inmediato de Efraín", en los versículos 1 al 4. Hoy llegamos a un nuevo párrafo titulado:
El juicio lejano
En ese momento el profeta comenzó a moverse hacia el futuro. La expresión en aquel día se refiere al Día del Señor, que comenzó con la Gran Tribulación y se extiende a través del milenio. En este versículo 5, se nos dice lo siguiente:
"Aquel día, el Señor de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura para el resto de su pueblo."
Estas palabras se proyectan hacia el futuro, es decir, hacia el reino milenario que vendrá. El factor que causó la caída de Efraín, el reino del norte, fue su orgullo; tenía puesta una especie de corona de orgullo. Pero en aquel día futuro, cuando Dios les traiga de regreso a la tierra, la corona será de gloria. Luego, en los dos versículos siguientes, los versículos 6 y 7, leemos:
"Será espíritu de justicia para el que se sienta a juzgar, y dará fuerzas a los que rechazan el asalto a la puerta. Pero también éstos erraron por el vino y por la sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron por el licor, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con el licor, erraron en la visión, titubearon en el juicio."
Aquí Dios nos estaba dando los motivos de la caída de, reino del norte. Sacerdotes y profetas, hombres en posiciones de liderazgo estaban siendo controlados por la bebida y, con una mente embotada, tomaron decisiones erróneas que causaron la ruina del reino. Ahora, pasando al versículo 13, leemos lo siguiente:
"La palabra, pues, del Señor les será mandamiento tras mandamiento, mandato tras mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poco aquí, un poco allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, atrapados y aprisionados."
Secciones como la que leemos en este versículo han causado que algunos expositores Bíblicos del pasado llamaran a Isaías "el profeta de lo común". La enseñanza es una obra lenta, paciente y continua. Ésta es la forma en que la verdad espiritual se imparte, Dios no la imparte en un instante, con la rapidez de un destello, a un alma perezosa, aletargada. A medida que las personas caen en la apostasía en cualquier época, se hace cada vez más difícil impartir las verdades espirituales.
Hay muchos creyentes hoy que no están satisfechos con su vida cristiana. Ahora, no queremos ofender a nadie por la forma como expresamos nuestras ideas pero, hablando francamente, son ignorantes de la Palabra de Dios. De vez en cuando, puede que sigan un cursillo que les proporcione respuestas a sus problemas de la vida diaria, problemas familiares, de trabajo o de su relación social. Pero, esos métodos rápidos, a menudo simplistas, ni tampoco algunas grandes experiencias emocionales, resolverán los problemas. No hay atajos para llegar al éxito en la vida cristiana. Sólo hay un camino para crecer en la vida cristiana, y es tan normal y corriente que parece uno no se atreve a repetirlo otra vez. La palabra del Señor fue dada a Israel precepto tras precepto, mandamiento tras mandamiento, línea sobre línea, un poco aquí, otro poco en otro lugar y momento. Requería un esfuerzo intenso y diario. Pero, ¿qué sucedió? Israel no perseveró, no continuó. Se echaron para atrás, cayeron en la apostasía. Hay muchos cristianos hoy en la misma condición. No es que sean más débiles que los demás, sino que simplemente no pasan suficiente tiempo con la Palabra de Dios y bajo la dirección del Espíritu Santo. Quizás el método de estudiar la Biblia detalladamente no resulte atractivo para algunos, pero este estudio minucioso, realizado con una dependencia total del Espíritu, es la única manera de crecer espiritualmente, de desarrollarse en la vida cristiana. Por ello hemos dedicado cinco años a este estudio sistemático que abarca toda la Biblia, confiando en que el Espíritu nos guía en la comprensión del texto y en la aplicación práctica a las necesidades diarias de nuestra vida personal y de relación.
Ahora, escuchemos lo que dice aquí el versículo 14, de este capítulo 28 de Isaías, que inicia una sección que nos habla sobre:
La advertencia al reino de Judá (o del sur)
"Por tanto, señores burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra del Señor."
El juicio que se cernía sobre Israel en el norte debía ser una advertencia para el reino de Judá en el sur. Efraín habla de Jerusalén, Jerusalén nos habla hoy a nosotros, y la Palabra de Dios nos habla a todos. Parece como si Dios hubiera escrito este Libro, no en el día de ayer, sino mañana. En realidad, se proyecta muchísimo más lejos que el periódico de mañana. Tal es el valor de este Libro. Veamos que dice el versículo 15 de Isaías 28:
"Vosotros habéis dicho: Hemos hecho un pacto con la muerte; un convenio hicimos con el seol. Cuando pase el torrente del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira y en la falsedad nos esconderemos."
¿Cuál fue este pacto con la muerte y con el Seol? El profeta Daniel escribió sobre un pacto futuro que Israel haría con el Anticristo, el príncipe que vendrá, el llamado "hombre de pecado", el hombre impío, el rey despreciable, la bestia que sale del mar y la bestia que sale de la tierra y aquel que estará controlado por Satanás (ver Daniel 9:27). Y en el versículo 16, leemos:
"Por eso, el Señor, dice así: He aquí que yo he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable. El que crea en ella, no será perturbado."
¿Cuál es la respuesta que se puede dar hoy a la falsedad en las vidas de la personas, al engaño que existe en todas partes, y que continuará aumentando progresivamente hasta culminar en ese período de la Gran Tribulación? ¿Cuál es la respuesta? Bueno, Dios ya ha dado la respuesta. Es un fundamento; es una piedra probada, es una piedra angular y preciosa, un fundamento seguro. Aquel que crea en ella no será perturbado, podrá estar tranquilo, no andará desorientado. Podrá descansar espiritualmente en ella. El apóstol Pedro lo expresó con toda claridad, en su primera epístola, capítulo 2, versículos 6 al 8, con estas palabras: "Por lo cual también dice la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que crea en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso. En cambio para los que no creen: La piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo y: Piedra de tropiezo y roca que hace caer. Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la palabra. ¡Ése es su destino!" Simón Pedro nos mostró con toda claridad, que esa piedra de la cual estamos hablando, es Cristo Jesús. Continuemos leyendo el versículo 17 de Isaías 28:
"Ajustaré el juicio por medida, y la justicia por nivel. El granizo barrerá el refugio de la mentira y las aguas inundarán el escondite."
El juicio para aquella gente iba a venir gradualmente. Creemos que viene en esa forma también hoy. A veces llega repentinamente. Pero el juicio gradual es peor que un juicio repentino, porque normalmente, el proceso es tan lento que uno no lo detecta, no se da cuenta. En el versículo 20 leemos:
"La cama será corta para poder estirarse y la manta estrecha para poder envolverse."
Quizá usted ha ido alguna vez a un hotel a pasar la noche, y ha encontrado que las mantas de la cama no eran lo suficientemente largas. No alcanzaban a cubrirle los hombros, y si uno se los cubre, le quedan los pies al descubierto. Y también puede que uno se haya encontrado en una cama muy corta; los pies quedaban fuera de ella, o sino, la otra alternativa era acostarse de una forma diagonal. Y eso, resulta bastante incómodo. Dios dijo a este pueblo: "Os voy a dar una cama corta. La manta será demasiado corta para envolverse en ella". A partir de entonces, el juicio de Dios vendría. No cayó sobre el reino de Judá por unos cien años, pero finalmente llegó.
Ahora nos toca considerar un párrafo que trata sobre:
El juicio final de Dios sobre su pueblo
El resto del capítulo 28 es casi una parábola del trigo y la cizaña. El profeta habló sobre diferentes tipos de grano, Hay granos duros y granos blandos, y hay diferentes métodos para trillarlos. En el versículo 28, de este capítulo 28, leemos:
"Cuando ya ha preparado su superficie, ¿no esparce el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, la cebada en el lugar señalado y la avena en su borde apropiado?"
Aquí vemos mencionados los granos: eneldo, trigo, cebada y avena. Y continúa diciendo los versículos 27 y 28:
"Que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. El grano se trilla; pero no lo trillará por siempre, ni lo aplasta con la rueda de su carreta, ni lo tritura con los dientes de su trillo."
Un agricultor tiene que ser cuidadoso con la manera en que cosecha los granos blandos. Porque cada grano es diferente.
Ahora el profeta dijo que ésta es la forma en que Dios juzga. Se habla del juicio como de una cosecha. El individuo o la nación realmente determinan el carácter del juicio que ha de venir sobre ellos. En otras palabras, si usted es duro y resiste a Dios, usted es un grano duro. Si usted es como una nuez dura para quebrar, el juicio para usted va a ser severo. Cierto hombre contaba en una ocasión que él había perdido a su esposa y a sus dos hijos, antes de que él volviera en sí. Y entonces dijo: "Dios tuvo que derribarme tres veces, porque yo era un pecador empedernido". Dios puede golpearle a usted, como se trilla el grano; y si usted es duro, el juicio será duro, severo.
El Señor Jesucristo explicó este asunto de la siguiente manera en el evangelio según San Mateo, capítulo 13, versículo 30, diciendo: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero". Y en este mismo evangelio, 13:41, Él dijo que: "Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen maldad". ¡Cuán tremendo es todo esto, estimado oyente! Nosotros mismos determinamos nuestro propio juicio. Si sólo le escucháramos, Dios nos colocaría donde se encuentra el trigo, perdonándonos y evitándonos la severidad de Su juicio. Y llegamos ahora al
Capítulo 29
Las profecías de este capítulo se limitan a Jerusalén pero se extienden desde la invasión de Senaquerib, pasando por el tiempo en que Jerusalén será pisoteada por los no judíos hasta que el último invasor (ver Zacarías 14:1-7) haya destruido Jerusalén y, finalmente, hasta el establecimiento del Reino, cuando el Mesías venga y sus pies toquen el Monte de los Olivos.
Sería de provecho comparar este capítulo con el discurso del Señor sobre Jerusalén en Mateo 23:37 - 24:2 y con Lucas 13:34-35 y 21:20-24.
Leamos ahora el primer versículo de este capítulo 29 de Isaías, que comienza a hablarnos sobre:
Jerusalén - Historia y profecía
"¡Ay de Ariel, de Ariel, la ciudad donde acampó David! Añadid un año a otro, y que las fiestas sigan su curso."
Es necesario establecer el hecho de que Jerusalén fue la ciudad designada bajo el título de Ariel. Ariel significa "como el león". La palabra aparece en 2 Samuel 23:20; allí, un hombre de Ariel, significó "un hombre como un león". La palabra también incluye el significado de "el león de Dios". En Ezequiel 43:16 la misma palabra es traducida "altar" y, bajo ciertas circunstancias, podría significar "el altar de Dios". Ambos significados constituyen un título apropiado para la ciudad de Jerusalén. La ciudad es además identificada aquí como "la ciudad donde acampó David". El león es la insignia de esa familia. Nuestro Señor fue llamado "el León de la tribu de Judá" (Apocalipsis 3:5). Igualmente, Jerusalén fue el lugar donde se encontraba el templo de Dios y el altar, por supuesto, estaba allí.
Ésta es una notable profecía sobre Jerusalén. La profecía comenzó a ser cumplida en los días de Isaías y ha continuado directamente hasta nuestro tiempo. Si usted camina por las calles de Jerusalén, usted verá como esta profecía se está cumpliendo, y continuará cumpliéndose. Leamos ahora el versículo 2 de Isaías 29:
"Mas yo pondré a Ariel en aprietos, y habrá desconsuelo y tristeza. Será para mí un ariel."
Ahora, éste es el juicio sobre Jerusalén. Leamos los versículos 3 al 5 de este capítulo 29 de Isaías:
"Porque acamparé contra ti, a tu alrededor; te sitiaré con máquinas de asedio y levantaré contra ti baluartes. Entonces serás derribada y hablarás desde la tierra. Tu habla saldrá del polvo; tu voz, desde la tierra, será como la de un fantasma, y tu habla susurrará desde el polvo. La muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo y la multitud de los fuertes como paja que pasa. Acontecerá repentinamente, en un momento."
Esta profecía fue pronunciada antes que Nabucodonosor llegara a la ciudad y la destruyera, evento que marcó el comienzo de los "tiempos de los Gentiles, o no judíos" (Lucas 21:24). Nuestro Señor dijo que Jerusalén sería pisoteada por los no judíos hasta que el tiempo de los no judíos se cumpliera. Los no judíos han caminado por sus calles y aún lo hacen hoy.
Jerusalén ha sido asediada y capturada con más frecuencia que cualquier otra ciudad. Disponemos de una lista de 27 asedios realizados contra esta ciudad a través de la historia. Casi cada vez que fue tomada, fue destruida. Aquellos que pretendan ir a Jerusalén para caminar por donde Jesús caminó no lo conseguirán. Porque Jerusalén se encuentra hoy a una altura mayor que la que estaba en los tiempos de Jesús. Por ejemplo, el estanque de Betesda, alrededor del cual el Señor caminó, está a unos 15 metros por debajo del actual nivel del suelo. Y es bastante evidente que el templo de Salomón estaba probablemente a más de 30 metros por debajo de donde se encuentra hoy la Mezquita de Omar. La ciudad ha sido destruida varias veces y cada una de ellas fue nivelada y reedificada sobre las ruinas. Esto fue lo que hizo Nehemías, porque utilizando los escombros reedificó las murallas de Jerusalén. Las rocas no tuvieron que ser arrastradas para que pudieran repararlas porque allí había más rocas que las que podían usar. La ciudad y alrededores se encuentran en un terreno rocoso, accidentado y escabroso. Por tal motivo, fue siempre una ciudad muy difícil de conquistar. Continuemos leyendo los versículos 6 al 8 de Isaías 29:
"Por el Señor de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y con llama de fuego consumidor. Y será como un sueño de visión nocturna la multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel, y todos los que pelean contra ella y su fortaleza, y los que la ponen en aprietos. Les sucederá como al que tiene hambre y sueña: le parece que come, pero cuando despierta su estómago está vacío; o como al que tiene sed y sueña: le parece que bebe, pero cuando despierta se halla cansado y sediento. Así será la multitud de todas las naciones que pelean contra el monte Sión."
El último sitio de Jerusalén será el peor de todos (ver Zacarías 14), pero Dios intervendrá en el último momento para liberar a Su pueblo del exterminio. Todos los sueños de los enemigos de Dios de establecer sus propios reinos serán frustrados y Dios los abatirá. Él establecerá Su propio reino, y lo hará Él mismo, tal como dijo que lo haría.
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