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Estudios biblicos de Deuteronomio

Predicaciones cristianas en texto y audio de Deuteronomio

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El libro de Deuteronomo contiene un resumen de la ley que Moisés predicó en varios sermones antes de su muerte, y que debemos situar en el contexto de la renovación del pacto cuando el pueblo se disponía a cruzar el río Jordán para poseer la Tierra Prometida. Esta nueva exposición de la ley era una nueva invitación al pueblo de Israel a dedicarse al pacto que Dios había establecido con ellos. Por esta razón se subrayan las bendiciones que les traería la obediencia a la ley de Dios y también las consecuencias de su desobediencia...

Deuteronomio 1:3

El libro de Deuteronomio fue el último que escribió Moisés antes de morir, justo cuando estaban a punto de entrar en la tierra prometida. En él se hace un repaso de los errores que habían cometido durante sus cuarenta años de peregrinaje por el desierto, con el fin de que no volvieran a repetirlos. Pero también se miraba hacia el futuro, enseñándoles nuevamente que si obedecían a Dios y sus leyes por amor, les iría bien en la tierra que iban a entrar a poseer. En realidad, el propósito del libro era lograr que el pueblo renovara su compromiso con el Señor...

Deuteronomio 1:9-2:5

Moisés comienza el libro de Deuteronomio haciendo memoria de los años que Israel había vagado por el desierto. En realidad, era un viaje de unos cuantos días, pero ellos tardaron cuarenta años. Por lo tanto, era importante que se dieran cuanta de cuáles habían sido sus pecados y se arrepintieran si querían tener un futuro diferente. Se subraya que su pecado fundamental fue la incredulidad; constantemente cuestionaron lo que Dios decía y murmuraban contra Moisés. Se quejaban de las circunstancias adversas por las que atravesaban, pero el verdadero problema radicaba en sus corazones...

Deuteronomio 2:7-4:12

Moisés hizo un repaso de los viajes de Israel por el desierto y se resalta la fidelidad de Dios durante todo el trayecto: "Durante estos cuarenta años el Señor, tu Dios, ha estado contigo sin que nada te haya faltado". Luego vemos que dos tribus y media decidieron quedarse en la parte oriental del Jordán, aunque se comprometieron a ayudar a sus hermanos en la conquista de la tierra prometida. Moisés suplicó a Dios que le permitiese entrar, pero no se lo permitió. Esto nos enseña que algunas veces tendremos que soportar las consecuencias de nuestros pecados en esta vida. Terminamos con una importante exhortación a la obediencia a la Palabra y sus consecuencias...

Deuteronomio 4:24-5:21

Estamos considerando los resultados de la obediencia y la desobediencia a la ley de Dios en la nación de Israel. Y como sabemos, ellos fracasaron una y otra vez en cumplirla, lo que tuvo graves consecuencias para ellos. Sin embargo, Dios siempre se mostró misericordioso y dispuesto a perdonarlos y recibirlos nuevamente. Luego les recordó otra vez la ley, que era como un espejo colocado en frente del corazón, mostrando su maldad, pero sin dar solución al problema. En realidad, el propósito último de la ley es revelarnos la necesidad de un Salvador y traernos a Cristo...

Deuteronomio 5:27-6:25

Estamos considerando la importancia de la ley. Por medio de ella Dios revela su propio carácter y al mismo tiempo pone en evidencia nuestro pecado. Por ejemplo, la ley dice: "Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas". Y luego nos muestra que el verdadero amor se demuestra por la obediencia a sus mandamientos: "Si me amáis, guardad mis mandamientos". Lamentablemente tenemos que admitir que ningún hombre llega a alcanzar esta meta, por lo que necesitamos un Salvador. En contrapartida, debemos considerar el amor de Cristo a su Padre y a nosotros, que fue manifestado en la entrega de su propia vida a nuestro favor...

Deuteronomio 7:1-8:9

El pueblo de Israel estaba listo para entrar en la tierra prometida. En este momento Moisés pronunció algunas solemnes advertencias. Por un lado debían ejecutar los juicios de Dios sobre aquellas naciones paganas, y por otro lado, debían evitar tener tratos con ellas. Podían parecer medidas muy drásticas, pero habían sido ordenadas por Dios después de siglos de paciencia. El obedecer a la Palabra les libraría de caer en la misma condenación y les traería bendición. En otro sentido, el pueblo sentía inquietud sobre cómo derrotar a sus enemigos, pero debían estar confiados recordando cómo Dios les había guiado durante los cuarenta años en el desierto...

Deuteronomio 8:10-9:18

Dios prometio bendecir al pueblo de Israel si le obedecían de corazón. Estas bendiciones serían materiales dentro de la tierra prometida. Hoy en día a la iglesia se nos ha prometido ser bendecidos "con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". En cualquier caso, ni ellos ni nosotros debemos enorgullecernos o jactarnos, porque la razón por la que Dios nos bendice no tiene nada que ver con nuestra bondad o justicia, porque no la tenemos, sino por su gracia y por su amor. Por esta razón, toda la gloria debe ser dada a Dios...

Deuteronomio 9:19-11:32

Moisés volvió a recalcar la importancia crucial de la obediencia. Les recordó su infidelidad a Dios en el desierto cuando hicieron el becerro de oro y cómo estuvieron a punto de perecer. Fueron salvados por la oración de Moisés, que de una forma inteligente y espiritual apeló al honor y la gloria de Dios. A raíz de aquí les volvió a dar una nueva oportunidad, y otra vez les enseñó su ley y constituyó a la familia de Leví para que fueran sacerdotes que intercediesen por ellos. Finalmente comenzó a instruirles sobre cómo entrar a poseer la herencia que Dios les daba, aunque también perdieron mucho de esta bendición por su desobediencia...

Deuteronomio 12:1-13:16

Cuando Israel entrara en la tierra prometida debían cuidarse de no imitar las prácticas religiosas de los habitantes de aquellos lugares. Dios les mandó que se reunirían en un solo lugar que él escogiera y que más tarde fue establecido en Jerusalén. Esto daría unidad al pueblo y les libraría de la idolatría pagana de aquellas gentes. En relación al culto también les enseñó sobre la importancia de la sangre y les dio directrices para detectar a los falsos profetas. No tener todo esto en cuenta les traería graves consecuencias. Hoy nosotros nos reunimos en torno a Jesucristo, y somos limpiados por su sangre, pero no estamos libres de los mismos peligros que enfrentaron los israelitas...

Deuteronomio 14:1-15:15

Moisés hizo un repaso de algunas de las leyes que ya habían sido dadas al pueblo. Les recordó la prohibición de imitar los ritos paganos, o las leyes que regulaban los animales que podían comer, también la obligación de dar el diezmo o el año sabático. Todas éstas eran leyes justas y buenas que les ayudarían a establecer la vida nacional. Pero tristemente tenemos que preguntarnos ¿de qué sirven las normas justas creadas para regular la convivencia humana si el hombre tiene un corazón malo que le lleva constantemente a incumplirías? En realidad, Dios tiene que cambiar primero el corazón de los hombres...