Estudios bíblicos más valorados

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(Muerte de Juan el Bautista)

A raíz del ministerio de los doce discípulos, todos se preguntaban quién era Jesús. En especial Herodes, a quien su conciencia perseguía por la muerte de Juan el Bautista. Esta será la última vez en que podremos considerar algunas de las virtudes de aquel gran profeta de Dios.
Valoración: 4.06

El Evangelio de Marcos (Dios se ha revelado)

Dios desea llegar a tener una relación personal con el ser humano y con esa finalidad ha tomado la iniciativa de darse a conocer. Veremos que Dios ha usado todos los medios a su alcance, de tal manera que cualquiera que le busque podrá encontrarlo. Ahora es responsabilidad del hombre tener el interés y la actitud correcta en esta búsqueda.
Valoración: 4.06

La Biblia (Nada oculto que no haya de ser manifestado)

El creyente no se debe avergonzar de su fe, sino que debe ser luz en el entorno en el que el Señor lo ha colocado. En este pasaje el Señor nos advierte de algunas cosas que pueden apagar esta luz. Y finalmente encontramos una advertencia: el que no avanza, está retrocediendo.
Valoración: 4.05

El Evangelio de Marcos (Jesús, el pan de vida)

Después del milagro de la multiplicación de los panes y peces, Jesús se presentó como el pan de vida que había descendido del cielo y que ofrecía vida eterna a todos aquellos que creen en él. Sin embargo, en aquel tiempo, como también ahora, las personas se aferran a las cosas perecederas de esta vida e ignoran las grandes realidades celestiales y eternas. En cualquier caso, la invitación de Jesús sigue en pie: "el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás".
Valoración: 4.05

El Evangelio de Juan (La seguridad eterna de los creyentes)

Tenemos aquí una de las promesas más hermosas que el Señor ha hecho a los creyentes. Podemos tener seguridad de nuestra salvación eterna aquí y ahora. Ya no tenemos temor a morir ni a comparecer ante Dios.
Valoración: 4.05

El Evangelio de Juan (Pedro niega a Jesús)

Pedro negó al Señor en un acto de cobardía, pero rápidamente se arrepintió. Esto nos enseña que el verdadero cristiano no es alguien que nunca peca, sino uno que se arrepiente, y con la ayuda del Señor, se levanta para comenzar de nuevo. En este estudio veremos qué ocurre cuando un creyente peca y cómo se produce su restauración...
Valoración: 4.05

El Evangelio de Marcos (La formación del apóstol Pablo)

Cuando estudiamos la vida del apóstol Pablo tenemos la fuerte impresión de que fue preparado para un propósito especial. A lo largo de este estudio veremos cómo Dios lo formó con el fin de que realizara esta labor. Parte de esta formación tuvo lugar sin que él tuviera que decidir nada, o incluso cuando sus intenciones eran diferentes a las de Dios...
Valoración: 4.05

El apóstol Pablo (El que no es contra nosotros, por nosotros es)

El Señor reprendió el exclusivismo religioso de los discípulos. El pasaje nos sirve para considerar algunos temas de mucha actualidad: ¿Hasta qué punto podemos recibir a alguien que sirve al Señor pero que no pertenece a nuestro grupo?
Valoración: 4.05

El Evangelio de Marcos (Aborto e infanticidio)

Dos investigadores han publicado un artículo en la revista "Journal of Medical Ethics" en el que defienden que matar a un recién nacido no difiere en nada, desde el punto de vista moral, a practicar un aborto. Su argumento se basa en el hecho de que un feto y un recién nacido son dos seres "moralmente equivalentes" y defienden que las mismas razones que justifican el aborto de un feto sirven también para el infanticidio, de tal manera que "si después del nacimiento se detectase alguna enfermedad no identificada durante la gestación; si algo va mal durante el parto o si alguna circunstancia económica, social o psicológica cambiase y supusiese una carga inaguantable", las personas deberían tener la opción de no verse forzadas a hacerse cargo del niño.
Valoración: 4.04

Etica cristiana (La autoridad del Hijo)

Creemos que el Señor Jesucristo es Dios. Creemos en la Santísima Trinidad. En este pasaje del evangelio de Juan vemos que éstas no fueron afirmaciones hechas por sus discípulos, sino que el mismo Señor Jesucristo afirmó su divinidad e igualdad con el Padre. De hecho, fue por esta declaración que los judíos le acusaron de blasfemo y finalmente le llevaron a la cruz. Esto nos coloca ante una disyuntiva: o aceptamos que él es Dios, o tenemos que estar de acuerdo en que era un blasfemo... No parece que haya un término medio... ¿Usted qué piensa?
Valoración: 4.04
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