Estudio bíblico de Hebreos 1:3-7
Hebreos 1:3-7
En nuestro programa anterior dijimos que se nos mostró la superioridad del Hijo en siete importantes declaraciones, que encontramos a partir del versículo 2 de este primer capítulo. Antes de comenzar hoy con la declaración número 6, resumiremos algunas de las anteriores, concretamente a partir de la tercera, es decir del versículo 3. Dice aquí "El, que es el resplandor de su gloria". Ese resplandor significa brillo, un brillo que emite fulgor. El sol allá en el espacio, nos da una buena ilustración de este brillo. Nunca podríamos apreciar la gloria del sol mirándolo directamente; si lo intentáramos, la luz nos cegaría. Pero de los rayos del sol nosotros recibimos luz y recibimos el calor, y en realidad, hasta efectos positivos para nuestra salud. Y en una manera parecida, así como los rayos del sol con su calor y luz nos hablan del sol físico, así el Señor Jesús nos revela hoy a Dios. Luego se nos presenta una cuarta declaración. Notemos lo que se dice en cuanto a Él. "Y quien sustenta todas las cosas con la Palabra de Su poder". Aquel pequeño niño Jesús, que yacía en el seno de María en Belén, pudo haber ordenado con una palabra que este universo existiera. Él mantiene todos los elementos por Su palabra poderosa. No sólo creó todas las cosas por medio de Su Palabra, pero mantiene unidos todas las cosas. Veamos ahora la quinta declaración que se menciona aquí. Escuche usted: "Habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo". El Señor Jesucristo proveyó la limpieza, la purificación de nuestros pecados. Él perdonó nuestros pecados. Él purificó nuestros pecados. Él pasó a través del castigo por el pecado por usted y por mí, amigo oyente. Él ha pagado ese castigo sufriéndolo Él mismo. La limpieza, la purificación fue lograda por su obra en la cruz por usted y por mí. Y hoy somos aceptados en al amado Salvador. Aquel que venga a Cristo recibe una redención plena, y el perdón completo de sus pecados.
Y ahora continuamos con nuestro estudio al llegar a la declaración número seis, la provisión divina para el presente, de que Él "se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas". Éste es en realidad el mensaje de la epístola a los Hebreos. En primer lugar permítanos decir que Él recibió una gloria y una majestad cuando regresó al trono de Su Padre, que nunca había tenido antes. Es decir, que hay algo en el cielo en el día de hoy que no había hace 2.500 años, o en la eternidad pasada, porque en la gloria se encuentra ahora el Hombre con Sus manos y pies perforados por los clavos, y con la herida de una lanza en su costado. Incluso en un cuerpo glorificado pueden verse esas señales y cuando las veamos, lo reconoceremos por esas mismas marcas de su cuerpo. Él era Dios hace 2.500 años, pero en el día de hoy, es el Dios Hombre.
Y cuando dice aquí en el versículo 3 que Él "se sentó", este detalle no indica que Él estaba descansando por causa de cansancio, o que se encontraba sin hacer nada. Significa que cuando Él finalizó con nuestra redención, "se sentó" porque la obra de la redención ya estaba completa. Esto fue exactamente lo que significó el séptimo día en la creación. Se nos dice que Dios descansó en el séptimo día. ¿Por qué? ¿Estaba cansado? Como dijo el predicador John Wesley, cuando Él creó el universo, ni siquiera se esforzó para hacerlo. Descansó porque había completado la obra; ya no necesitaba hacer nada más.
Con nosotros no sucede lo mismo. No pasa un día en que, al concluir nuestras tareas nos vayamos a casa con la satisfacción de haber finalizado toda nuestra tarea. Siempre queda algo incompleto, lo cual se refleja en el aspecto de nuestro escritorio, lleno de asuntos pendientes. Nuestro trabajo nunca queda completo. Pero, en contraste, Cristo se sentó porque Su obra de redención estaba completa. Y, amigo oyente, usted no puede levantar ni siquiera un dedo para agregarle algo a la redención que Él logró para usted en la cruz, Él ha completado ya su redención, nuestra redención y nosotros estamos completos en Cristo. El apóstol Pablo dijo en su epístola a los Colosenses, capítulo 2, y versículos 9 y 10: "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad". Nosotros hemos sido hechos completos en Él, y hemos sido aceptados en Su amado Hijo.
El ministerio actual de Cristo es otro aspecto de este asunto. Creemos que esta idea estaba presente en la mente del escritor que dijo: "Hay un hombre en la gloria pero la Iglesia lo ha perdido de vista". Y opinamos que lo que él pensaba al decir estas palabras estaba relacionado con el presente ministerio de Cristo. Su ministerio actual puede expresarse de la siguiente manera: Él murió aquí en la tierra para salvarnos; Él vive allí en el trono para mantenernos salvos. Él tiene un ministerio de intercesión en el día de hoy, un ministerio pastoral, un ministerio para disciplinar a los Suyos. Aunque Él se encuentra justamente ahora a la derecha de Dios, está vitalmente interesado en aquellos que le pertenecen, y Él se encuentra a nuestra disposición, está dispuesto a ayudarnos.
¿Qué es lo que necesita usted hoy, amigo oyente? ¿Necesita misericordia? ¿Necesita ayuda? ¿Necesita sabiduría? Cualquier cosa que usted necesite, ¿por qué no acude a Cristo para presentarle su caso? Si usted le pide que intervenga a favor suyo, Él lo hará de acuerdo con Su voluntad, no con la suya. La oración no es para persuadir a Dios para hacer algo que Él no tenía intención de hacer; la oración es para ponernos de acuerdo con el programa de Dios. Y Cristo se encuentra a la derecha del Padre, viviendo siempre para interceder por nosotros. Y así, podemos obtener misericordia y encontrar gracia para ayudarnos en tiempo de necesidad. Éste es el ministerio actual de Cristo, y convierte a estos versículos de la carta a los Hebreos en una experiencia real para usted y para mí. Ningún fundador de cualquier otra religión puede ayudarle. Cristo sí puede, porque Él vive, Nuestro gran Sumo Sacerdote está hoy vivo.
Éste es el gran mensaje de la epístola a los Hebreos. Cuando Cristo Jesús "se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas". Y Él, llevó consigo una gloria que aun Dios no tenía, y que era ese cuerpo en el cual Él había logrado su redención y la mía aquí en esta tierra. Él se entregó a Sí mismo, Él derramó Su preciosa sangre para que usted y yo, amigo oyente, podamos tener vida.
Bien, llegamos ahora a la séptima declaración que se hizo en cuanto a Jesucristo. Leamos el versículo 4, de este capítulo 1, de la Epístola a los Hebreos, en el que vemos que:
Cristo es superior a los ángeles
"Hecho tanto superior a los ángeles cuanto que heredó más excelente nombre que ellos."
Cristo es mejor que los ángeles. Ahora, los ángeles han ocupado un lugar muy destacado en su ministerio a la nación de Israel en el Antiguo Testamento. En realidad se nos dijo que la ley fue dada por medio de los ángeles. (Salmo 68:17, Hechos 7:53, Gálatas 3:19). Los querubines fueron tejidos en el velo o cortina del tabernáculo, y también fueron fabricados en oro para la tapa del arca o propiciatorio. Hemos leído que el profeta Isaías tuvo una visión de los serafines. Y en el libro de Apocalipsis, encontramos que después de que la iglesia sea removida, tendrá lugar un ministerio angélico de juicio.
Ahora, debemos aclarar que creemos que el ministerio de los ángeles no está conectado con la Iglesia. Algunos creen hoy tener un ángel guardián. Pero ¿dónde han escuchado esa idea? Ante esta especulación, preguntamos a quién así piense: "¿Es usted un hijo de Dios?" Si usted lo es, entonces en usted mora el Espíritu Santo de Dios, que es la tercera persona de la Deidad. ¿Qué podría hacer por usted un ángel guardián que el Espíritu no pudiera hacer? A nosotros nos parece que el ministerio de los ángeles no está relacionado con la iglesia en absoluto.
La idea de un ministerio activo de los ángeles entró en la iglesia porque a algunos de sus miembros, que eran grandes artistas, les gustaba pintar ángeles. Dudamos de que algunos de ellos hubiera visto ángeles, pero igual los dibujaron. Si uno visita la Capilla Sixtina en Roma y mira hacia el techo, tendrá la impresión de que los ángeles están planeando sobre usted. Aparecen allí relacionados con todos los dibujos. Es que a Miguel Ángel le agradaba pintar ángeles. Pero lo que es una obra de arte no nos enseña que ellos están relacionados hoy con nuestra vida. Estimado oyente, tenemos un Salvador que vive, así que no pensemos en los ángeles, porque no tenemos que acercarnos a Dios por medio de ellos. Tenemos al Espíritu Santo, y tenemos a Cristo, nuestro gran intercesor. Así que no les demos a los ángeles un lugar que no les corresponde y concentrémonos en la persona de Cristo, que es superior a los ángeles.
Dice la frase del versículo 4, "hecho tanto superior a los ángeles". La palabra "ángel" simplemente significa "mensajero" y no tiene otro significado que éste. Los ángeles adoran al Señor Jesús. Son criaturas creadas, así que Cristo es mucho mejor que los ángeles, y estas afirmaciones han sido hechas para nosotros de forma definitiva y dogmática aquí en la carta a los Hebreos. Muchos creen que en el Antiguo Testamento el Señor Jesucristo es mencionado como "el ángel del Señor". Pero en el Nuevo Testamento Él se convirtió en un hombre, asumiendo así una forma humana. Él ya no apareció más como el Ángel del Señor, Él fue un hombre, Cristo Jesús. Él es hoy el Hijo del Hombre. Éste es el énfasis de esta epístola a los Hebreos.
Comenzando con Hebreos 1:5, hay una serie de citas del Antiguo Testamento; en realidad, hay siete citas y seis de ellas son del libro de los Salmos. Los Salmos tienen más que decir acerca de Cristo, que sobre otras personas. Era el himnario del templo, pero el tema gira alrededor de Él; son un canto de alabanza a Él. Tenemos una figura completa de Cristo en los Salmos que la que tenemos en los Evangelios. Estas citas del libro de Hebreos son muy importantes. El escritor a los Hebreos citó del Antiguo Testamento para reforzar su argumento, que era la superioridad del Hijo sobre los ángeles. Continuemos leyendo el versículo 5 de este primer capítulo de Hebreos:
"¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy, ni tampoco: Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí?"
Esta frase "Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy" es una cita del Salmo 2:7. En Hechos 13 ha quedado registrado el gran sermón de Pablo en Antioquía de Pisidia, en el cual él citó al Salmo 2:7. Pablo dijo que no hacía referencia a Belén, sino que se refería a la Resurrección de Cristo, cuando Él regresó de los muertos. Por lo tanto, Cristo fue el único que pudo morir por los pecados del mundo. Estimado oyente, ningún ángel podía salvarnos. Sólo Cristo pudo convertirse en un hombre y pagar el precio, el castigo, que era la muerte. Recordemos la frase "La paga del pecado es muerte". Cristo Jesús tuvo que derramar Su sangre, porque sin derramamiento de sangre no había perdón de pecados. De esa manera Él logró la redención para usted y para mí. Después Cristo fue hecho regresar de los muertos. ¿Por qué? Porque Él es el Hijo. Él recibió vida y salió del reino de la muerte.
Tenemos ahora la frase "Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí" es una cita de 2 Samuel. Ésta fue la promesa de Dios a David cuando hizo un pacto con él. Dice 2 Samuel 7:12-14, "12Y cuando tus días se hayan cumplido y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual saldrá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13Él edificará una casa para mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14Yo seré padre para él, y él será hijo para mí". Ahora, hay quienes dicen que este personaje de la línea de descendencia de David era solamente Salomón. Bueno, Hebreos 1:5 dejó bien en claro que cuando Dios le hizo esa promesa a David se refería al Señor Jesucristo. Hemos encontrado argumentos a favor y en contra de esta afirmación, pero los argumentos son inútiles cuando tenemos una confirmación clara de la Biblia en el sentido de que esta afirmación se refiere a Cristo. Sólo Él la cumplió. Y dice el versículo 6 de este primer capítulo de Hebreos:
"Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios."
Este versículo es una cita del Salmo 97:7 y Deuteronomio 32:43 en la versión Septuaginta (o versión griega del Antiguo Testamento) aunque no en el Hebreo del Antiguo Testamento. Los ángeles de Dios son maravillosos, pero son inferiores al Hijo. Ellos son Sus ángeles, Sus servidores, y Sus adoradores. Ellos le adoran. No es Cristo el que los adora a ellos. Continuemos leyendo el versículo 7 de este primer capítulo de Hebreos.
"Y ciertamente, hablando de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego."
Aquí tenemos una cita del Salmo 104:4. Como acabamos de decir, los ángeles pertenecen al Señor y son sus servidores y adoradores. Éste es un detalle muy importante. El escritor a los Hebreos, que nosotros creemos que fue Pablo, estaba mostrando a sus lectores que Cristo era superior a los ángeles, y estaba utilizando las Escrituras del Antiguo Testamento para probarlo. ¿Puede usted ver cuán absolutamente importantes son los dos primeros capítulos de Hebreos? Ellos colocan el fundamento para el resto del libro que trata sobre el ministerio actual de Cristo a favor de los creyentes, ¡Ah, si fuéramos conscientes del hecho de que hay un Cristo vivo a la derecha de Dios en este mismo momento! Él es más real que nosotros, porque cuando usted escuche nuestras palabras grabadas en este programa, ¡quién sabe dónde nos encontraremos! No sabemos qué nos deparará cada nuevo día. Pero Cristo va a estar allá en el cielo a la derecha de Dios por usted y por mí. Hoy Él es el Cristo real y vivo.
Resulta fácil entender que los ángeles fueran muy importantes para los Hebreos porque la mayoría de ellos estaban familiarizados con el Antiguo Testamento. Ellos se imaginaban a los ángeles al lado del mismo trono de Dios. Habían leído sobre la aparición de ángeles a muchos de los siervos de Dios y a muchos de los profetas. Por eso, los ángeles tenían mucha importancia para ellos.
Ahora, los seres humanos nunca se convierten en ángeles. Dios ha hecho este universo de manera que haya cosas visibles e invisibles. En Colosenses 1:16 leemos creó cosas visibles e invisibles. Por ejemplo, usted no puede ver un átomo, pero éste es material y se convierte en energía. Dios creó inteligencias superiores al hombre. Usted y yo vivimos en un universo del cual dijo el Señor, en Juan 14:2, "En la casa de mi Padre muchas moradas hay". Las inteligencias creadas viven en esas moradas o residencias, y Dios ha creado mucho más en este universo de lo que usted y yo podríamos hoy jamás soñar. El hombre no procede de los animales. Hay un mundo material. Hay un mundo animal. Hay criaturas que son inferiores al hombre, y criaturas superiores al hombre. Nosotros no procedemos de los animales, y nunca nos convertiremos en ángeles.
La palabra "ángel" (griego aggelos) significa mensajero y puede ser aplicada a un mensajero humano o divino. Hay in orden de criaturas que es sobrenatural, y lo vemos en la Biblia. Creemos que sería sorprendente si tuviéramos una idea del número de ángeles existentes en el universo. Ellos son llamados "las huestes celestiales" y ello indica que hay muchísimos. Su número aparentemente no es disminuido o aumentado de ninguna manera, pero no tenemos idea de cuantos ángeles hay. Ellos tienen una parte importante en el plan de Dios, pero, de todas formas, Cristo es superior a los ángeles.
Amigo oyente, vamos a detenernos aquí por hoy. Pero antes, le sugerimos que lea todo este capítulo 1 de la epístola a los Hebreos. De esta forma estará usted mejor preparado para seguir los detalles de este estudio y obtener así el mayor provecho posible. Le invitamos, pues, a que sintonice nuestro próximo programa.
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