Para entender correctamente cualquier libro de la Biblia es imprescindible conocer bien el texto, así como el propósito con el que se escribió, los argumentos, su importancia dentro del conjunto de la Biblia... y de todo esto se trata en esta introducción a Los Hechos de los Apóstoles.
Cuarenta días después de haber resucitado, el Señor ascendió al cielo donde fue glorificado, pero antes encargó a sus discípulos la importante misión de llevar el evangelio por todo el mundo. No obstante, esto no podrían hacerlo hasta que hubieran recibido el Espíritu Santo quien los capacitaría para hacerlo...
El descenso del Espíritu Santo para morar en la Iglesia marcó el comienzo de una nueva época. En este estudio veremos las circunstancias en las que ocurrió y el mensaje del apóstol Pedro a raíz de este importante acontecimiento.
Después de la predicación del apóstol Pedro, miles de personas se arrepintieron y pusieron su fe en Cristo, formándose así la primera iglesia cristiana. Este pasaje es muy importante porque nos ayuda a entender cuáles son los pilares de una verdadera iglesia bíblica...
El Señor Jesús había resucitado y ascendido triunfante al cielo. Una prueba de ello la encontramos en que en su Nombre había poder para sanar enfermos y para traer salvación a los hombres.
A raíz de las predicaciones de los apóstoles se formó la primera iglesia en Jerusalén, que ha quedado como un bello ejemplo de la unidad y amor que debe existir entre los creyentes en su testimonio frente al mundo...
El avance del Evangelio desde Jerusalén hasta el fin del mundo continuaba, ofreciendo nuevas oportunidades pero también enfrentando nuevos retos. En todo caso, el Espíritu Santo seguía dirigiendo y obrando a través de sus siervos para cumplir con la tarea encomendada...
Dios usó la persecución que se desencadenó en Jerusalén a raíz de la muerte de Esteban para que el evangelio se extendiera por toda Judea y Samaria. Curiosamente, este importante avance no fue llevado a cabo por los apóstoles, sino por un ejército de creyentes anónimos...
En este texto encontramos la que sin lugar a dudas ha sido la conversión más conocida. Saulo de Tarso, que más tarde sería conocido como el apóstol Pablo, fue un instrumento escogido por Cristo para la extensión del Evangelio por el Imperio Romano y para recibir revelación complementaria acerca de este mensaje...