El libro de Nehemías fue escrito después del cautiverio babilonio, y narra el esfuerzo de Nehemías por levantar las murallas derrumbadas de la ciudad de Jerusalén y ordenar la vida espiritual de sus habitantes. Sobre un telón de fondo oscuro, de fracaso total, Nehemías aporta consuelo y encarna numerosas cualidades del Señor Jesucristo. Al mismo tiempo, su labor de reedificación de la ciudad de Jerusalén aporta al creyente de nuestros días perspectiva sobre la edificación de la obra del Señor...
El libro de Nehemías gira en torno a un gran proyecto de construcción: levantar las murallas de la ciudad de Jerusalén. Se trataba de una tarea grande que exigía el esfuerzo compartido de muchas personas y que despertó la oposición de algunos que no querían ver cómo el pueblo de Dios progresaba. Hoy en día somos llamados a edificar la iglesia local. Esta es una tarea en la que cada creyente cuenta y tiene algo importante que hacer. En este estudio consideraremos algunos aspectos importantes sobre la tarea de edificar...
Cuando estudiamos la persona de Nehemías encontramos maravillosas semejanzas con la persona de Jesucristo. En este estudio consideramos algunas de ellas que nosotros también debemos imitar: Preocupación por las personas, dependencia de Dios, sintonía con la Palabra, amor activo, búsqueda del perdido, sabiduría en el trato con las personas, perseverancia para terminar la obra...
Cuando los judíos regresaron del cautiverio babilónico, el templo estaba destruido, y el arca del pacto había desaparecido. Esdras y Nehemías llevaron a cabo una importante labor de reconstrución, pero las cosas ya nunca volverían a ser como antes. Es en este contexto donde cobra fuerza la esperanza en la venida del Mesías prometido por Dios. Nehemías quiere animar al pueblo por medio de las Escrituras para que preparen sus corazones para recibir al Redentor. La comparación de algunos detalles entre este libro y los evangelios nos llevan a ver cómo esta esperanza se cumplió perfectamente en Jesucristo.
En este amplio estudio consideramos algunos de los paralelismos que hay entre la labor de edificación que Nehemías tuvo que llevar a cabo al regresar del cautiverio y la que ahora somos llamados a hacer en la iglesia del Señor. Tocaremos temas importantes y de mucha actualidad: el uso correcto del dinero, la manifestación del amor cristiano entre hermanos, la separación del mundo, la evangelización, la centralidad de la Palabra de Dios en el culto, la adoración, la música, las ofrendas, el día de reposo...
La obra de Dios siempre es atacada por enemigos. Esto lo sabía muy bien Nehemías, quien durante la reconstrucción de la muralla de Jerusalén tuvo que soportar calumnias, falsas acusaciones y ataques diversos. Pero él se mantuvo firme en su fe en Dios; trabajando y orando sin cesar. ¡Un excelente ejemplo para todos nosotros!
Cuando el creyente está involucrado en servir al Señor, siempre surge la oposición a nuestro alrededor. Nehemías lo sabía muy bien. Los enemigos de la obra del Señor intentaron atemorizarle, le acusaron falsamente y buscaron la forma de que abandonara la obra que hacía. Pero en todo esto Nehemías se mantuvo firme porque confiaba en el Señor.
