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Estudio bíblico de Apocalipsis 2:8-11

Apocalipsis 2

Versículos 8-11

Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por el libro de Apocalipsis. Es un libro fascinante y poco conocido. Es el último libro de la Biblia, las Sagradas Escrituras, y por lo tanto "Palabra de Dios".

Para aquellos estimados amigos oyentes que hoy nos acompañan por primera vez daremos unas breves pinceladas, a modo de bosquejo general para que puedan seguirnos hoy en nuestro estudio. El libro de Apocalipsis es un libro muy estructurado, muy organizado y podemos encontrar tres divisiones generales. El personaje principal es el Señor Jesucristo, pero no Aquel que podemos contemplar al leer la historia de la Navidad, o aquel Jesús que murió en una cruz, para pagar las culpas y los pecados de cada ser humano. En Apocalipsis tenemos al Señor Jesucristo glorificado, magnífico y excelso, en la Gloria de los Cielos. El autor de este libro, el único profético que está en el Nuevo Testamento, es el apóstol Juan quien, exiliado en la Isla de Patmos, recibió una visión de las cosas "que fueron", "las que son" y "las que serán". El capítulo uno contiene la presentación y los saludos de Juan, el autor, y de Jesucristo quien le ordena escribir todo cuanto ve y oye.

Los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis, tratan de "las cosas que son", es decir, se ocupa de temas que concierne a la Iglesia. A partir del capítulo 2, el Señor Jesucristo le dicta siete cartas, a las siete iglesias escogidas, que se encontraban en lo que en esos días se llamaba "Asia Menor". En nuestro tiempo a esa región geográfica la conocemos como Turquía. Estas siete iglesias fueron seleccionadas por una razón muy bien definida. Cada una de ellas tiene una característica que puede relacionarse con las diversas épocas por las que ha pasado la historia de la iglesia, hasta llegar a nuestros días.

Vimos en nuestro programa anterior que la iglesia en Éfeso, a la cual fue dirigida la primera carta, representaba a las numerosas iglesias de los primeros tiempos, a la iglesia apostólica. Esta etapa comenzó en el día de Pentecostés, cuando miles de personas aceptaron a Jesucristo como su único y suficiente Salvador, hasta aproximadamente el año 100 D. C.

Hoy veremos a la iglesia en Esmirna, que representa a la siguiente etapa de la Iglesia de Jesucristo. Se la llama también "la iglesia mártir". Como dijimos en nuestro programa anterior, ésta iglesia padeció el martirio, por su fe en Jesucristo. La palabra "Esmirna" proviene del significado "mirra", que implica la idea del "sufrimiento". Y esta se encuentra en Turquía y se llama en la actualidad Izmir. Es una ciudad muy comercial y hay quienes opinan que Izmir llegará a ser más grande que Estambul algún día.

Izmir es una de las ciudades más hermosas de Asia, de hecho ha sido llamada la corona de toda Asia. Su puerto, de gran tamaño, es uno de los más hermosos. Se puede encontrar La Acrópolis el monte Pagus. La fundación de la ciudad se remonta al año 2000 A.C., una ciudad hetea en las laderas del monte Pagus; más tarde Alejandro Magno agregó muchos edificios de hermosa construcción. La ciudad tenía grandes y hermosas avenidas a lo largo de las laderas del monte Pagus. Se la llamó "la ciudad coronada" porque estaba rodeada por hileras de flores, arbustos y de árboles de arrayán. Hermosos templos y elegantes edificios la adornaban. Había un templo para el dios Zeus, otro para la Cibeles, que era la misma Diana, otro templo para Afrodita, y uno para Apolo. Izmir también tenía un teatro y un audium, es decir un centro musical. Los habitantes eran amantes de la música, y también había un gran estadio. Fue en ese estadio que Policarpo, un estudiante del apóstol Juan, quien como obispo de Esmirna, fue martirizado allí en ese estadio, donde fue quemado vivo, en el año 155 D. C.

Ya hemos mencionado que en la literatura cristiana, Esmirna se identifica con el "sufrimiento". Al dirigirse a esta iglesia en Esmirna, el Señor Jesucristo les dijo: "Conozco. . .tu tribulación, y tu pobreza. . .". (Ap. 2:9). Él les hacía saber que conocía su sufrimiento y su pobreza. No tuvo ninguna palabra de condenación o reproche para los creyentes y miembros de esa Iglesia, débil económicamente, pero fuerte en espíritu y fe. Solo hay otra iglesia más, la de Filadelfia, que veremos algo más adelante, a la cual el Señor Jesucristo tampoco acusó, ni reprochó de falta alguna. Es interesante notar que sólo estas dos iglesias han perdurado a través de los siglos, aunque actualmente no practican su fe en el Señor Jesucristo abiertamente, por la escasa libertad religiosa que todavía hoy existe en ese país.

Así como los creyentes en la iglesia de Éfeso representan el período apostólico de la Iglesia, así Esmirna representa la iglesia mártir, que cubre un período desde el año 100 D.C., hasta aproximadamente el año 314 D. C., desde la muerte del apóstol Juan, hasta el Edicto de Tolerancia del emperador romano Constantino, promulgado en el año 313 D. C., con el cual se puso fin a la persecución de los cristianos, no sólo en Esmirna, sino en todo el imperio romano, especialmente en Roma.

Pero prosigamos con el texto que se encuentra en el capítulo 2 de Apocalipsis, versículo 8. El Señor Jesucristo se dirige a esta iglesia, en un mensaje muy breve; todo lo que les dice son elogios y palabras de alabanzas y complacencia. Leamos el versículo 8:

8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: (Ap. 2:8)

Este versículo es una referencia al capítulo 1, versículos 17 y 18, donde leemos que el apóstol Juan comenta: "Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mi, diciéndome: No temas; yo soy el primer y el último; y el que vivo y estuve muerto; mas he aquí que yo vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades". El Señor Jesucristo eligió de la visión que le otorgó a Juan, aquello que era adecuado y representativo de Si mismo, para cada iglesia. A la valiente iglesia de Esmirna, la iglesia mártir, el Señor se describe a Sí mismo como "el primero y el último, que estuvo muerto pero vivo".

La frase "el primero y el postrero" quiere decir que no hubo nada antes de Él, y que no habrá nada después de Él. Él es quien tiene a Su cargo la declaración final de todas las cosas. Los creyentes que estaban siendo perseguidos necesitaban saber que Él estaba a cargo de todo, y que sus sufrimientos, la persecución y hasta la muerte, estaba en los planes y propósitos de Dios.

Continuó diciendo el Señor: El que estuvo muerto y vivió. Estas palabras contienen el verdadero mensaje para los mártires. Habla de la muerte y resurrección de Cristo, y Su experiencia personal con la muerte lo identifica con los cinco millones de creyentes que fueron martirizados durante ese período. El comentarista Fox, en su "Libro sobre los Mártires" menciona como fidedigna la cifra asombrosa de 5 millones de personas que murieron como mártires durante ese período en concreto. Pero, el Señor Jesucristo triunfó sobre la muerte, y Él puede salvar a todos aquellos que están soportando persecución y martirio por su fe en Él. A continuación, Jesucristo sigue con su mensaje a los creyentes de la iglesia de Esmirna. Leamos los versículos 9 y 10 de este capítulo 2 de Apocalipsis:

9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. (Ap. 2:9-10)

Ahora, el Señor Jesucristo menciona siete características de esta iglesia que el Señor elogia en la iglesia. Primero, menciona la tribulación. Ahora, es cierto que en los mejores manuscritos del original de esta carta no están incluid as las palabras "tus obras", pero esto no altera para nada el sentido del mensaje. La tribulación que se menciona aquí, no es una referencia al período de la Gran Tribulación, sino a la terrible persecución que estaba padeciendo la iglesia bajo el dominio romano. Su amor por Jesucristo era tan fuerte y tan fiel que aceptaban incluso la muerte, porque entendían que su fe en Él merecía ser vivida hasta las últimas consecuencias. ¡Ojalá los cristianos en nuestros días fuéramos tan valientes para proclamar nuestra fe, a pesar de las críticas, las burlas, el desprecio y la incomprensión que un auténtico cristiano suele recibir, al ser consecuente con su fe y amor por Jesucristo!

Ahora, la segunda característica que Jesucristo elogia es su desprendimiento de posesiones materiales, o la falta de interés en ella "y tu pobreza (pero tú eres rico)". Estimado amigo oyente, la primera iglesia estaba formada en su gran mayoría por personas sin recursos, por gente obrera y por gente necesitada de ayuda. Cuando se convertía alguna persona ricos, como represalia, sus propiedades eran confiscadas, todo a causa de su nueva fe en el Señor Jesucristo. Sigue el Señor: Pero tú eres rico, y eso nos habla de otra clase de riqueza, que son las bendiciones espirituales. Más adelante, cuando lleguemos a estudiar el caso, o el mensaje dirigido a otra iglesia, la iglesia de Laodicea, veremos un gran contraste. La iglesia en Laodicea era rica, pero el Señor le tuvo que decir: "Tú eres pobre y no lo sabes".

Esta iglesia mártir no podía jactarse de tener muchos bienes materiales. Los miembros esa congregación eran gente pobre, y muchos habían sido esclavos, esclavos que habían sido liberados o que habían huido de sus amos.

Tercer característica: "y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. La implicación es que los judíos de Esmirna que habían llegado a aceptar a Jesucristo, eran judíos íntegros, eran judíos en su interior y en su exterior. El Apóstol Pablo, en Romanos 9, 6 dijo que no todo Israel, es Israel. Un judío, un hebreo, no lo es solamente por su raza, sino por seguir y practicar la religión del pueblo de Israel, eso es lo que lo identifica. Había judíos que vivían en esa ciudad pero que habían aceptado la cultura de esa región; a pesar de decir que eran judíos, estilo de vida negaba la herencia histórica de sus antepasados, como también la fe en los libros sagrados del Antiguo Testamento.

La cuarta mención específica de Jesucristo fue: No temas en nada. Este es el ánimo que da el Señor en medio de la persecución. Y es la segunda vez en este libro que el Señor ofrece esta clase de aliento. La historia de la iglesia, pero también la secular relata de las multitudes de personas que se enfrentaron a la muerte, cantando alabanzas a Dios.

En quinto lugar, Jesucristo menciona al diablo. Más adelante estudiaremos a este terrible personaje. Aquí Cristo dice que Satanás es responsable por el sufrimiento de los santos en Esmirna. Nosotros, generalmente acusamos a las personas más cercanas, o a las circunstancias, como instrumentos que Satanás emplea para infligir dolor, angustia o problemas. Pero el Señor Jesucristo indica la raíz misma del problema. El autor de estos estudios bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee, contaba que él creía que podía clasificar todos los sufrimientos que padecen los hijos de Dios como juicios o castigos de Dios. Pero cuando él mismo comenzó a tener muchos problemas físicos estaba un poco confundido. Muchas personas comenzaron a escribirle diciendo que creían que Satanás era el responsable, y que esa era la explicación por la cual tenía tantos problemas físicos. Por lo tanto, el Dr. McGee llegó a la conclusión que esa debía ser la explicación de tantas dolencias.

Ahora, la sexta cosa que el Señor Jesucristo menciona es: Y tendréis tribulación por 10 días. Hubo 10 períodos de intensa persecución contra los creyentes de parte de 10 emperadores romanos, y queremos mencionarlos, porque opinamos que son datos importantes. 1. Nerón, del año 64 al 68 D. C. El Apóstol Pablo fue decapitado bajo el gobierno del emperador de Nerón. 2. Domiciano, desde el año 95 hasta el 96 D. C., y él fue todavía mucho peor que Nerón. El apóstol Juan fue exiliado durante ese período. 3. Trajano, de los años 104 al 117. Fue entonces cuando Ignacio fue quemado en la hoguera. 4. Marco Aurelio, de los años 161 al 180. Policarpo encontró el martirio en ese período. 5. Severo, del año 200 al 211; 6. Maximiano, del 235 al 237; 7. Decio, del 250, al 253; 8. Valeriano, del 257, al 260; 9. Aureliano, del 270, al 275, y 10. Diocleciano, el peor de todos los emperadores, durante los años 303 al 313. Estos fueron, pues, los 10 emperadores romanos que encabezaron una terrible persecución de los creyentes.

Luego, la séptima cosa que el Señor Jesucristo menciona es: Sé fiel hasta la muerte. Y ellos lo fueron. Los creyentes de Esmirna fueron fieles hasta la misma muerte. Y Él promete que les dará la corona de la vida. Es muy interesante notar que el Señor tiene coronas especiales. Conocemos a muchos santos maravillosos que van a recibir esa corona algún día. Y queremos decirle a nuestros amigos oyentes que si alguien está sufriendo en estos momentos y se pregunta si Dios realmente se preocupa, podemos asegurar que no sólo usted es muy importante para Él, sino que Él tiene algo bueno para usted preparado en la Eternidad. El apóstol Santiago dice en su epístola, capítulo 1, versículo 12: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Y esa corona de la vida indica que la disfrutará por toda la Eternidad. ¡Qué cosa más gloriosa le espera a todos aquellos que soportan penalidades y sufrimientos, pero perseveran en su fe en Él, en Jesucristo! Continúa el versículo 11 de este capítulo 2 de Apocalipsis, dice:

11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. (Ap. 2:11)

Dwight L. Moody lo expresó de la siguiente manera: "Aquel que ha nacido una vez tiene que morir dos veces. Aquel que ha nacido dos veces, sólo debe morir una vez. Y quizá ni siquiera tenga que morir una vez". No sufrirá daño de la segunda muerte. Esa es la muerte que ningún creyente va a experimentar. La primera muerte es la física, por la que todo ser humano pasa, y tiene que ver sólo con su cuerpo físico. La segunda muerte es la del alma y el espíritu, una separación eterna de Dios. Eso es lo que significa la segunda muerte, y por la que ningún creyente pasará.

Llegamos ahora a la carta del Señor Jesucristo a la iglesia de Pérgamo. Izmir, la Esmirna de la antigüedad, es una gran ciudad que puede ser visitada cuando se viaja a Turquía. ES una ciudad moderna, con un aeropuerto y muchos hoteles. Si usted viaja unos 100 kilómetros al sur, llegará a Éfeso. Pero si viaja unos 110 kilómetros al norte, llegaría a Pérgamo. Estas son tres grandes ciudades. Eran ciudades de la realeza, y competían entre sí. Izmir, o Esmirna, era el gran centro comercial. Pérgamo, era el gran centro religioso. Y Éfeso, era el gran centro político. Allí es donde permanecían los emperadores romanos. Allí también hay una hermosa avenida de edificios revestidos de mármol. Se puede contemplar el templo de Trajano, con una gran fuente, y también está el templo de Adriano.

Pergamum, como se la llamaba hace muchos siglos, era la capital del reino de Pérgamo. Sir William Ramsey dijo de ella: "Era una ciudad que merecía el nombre de ciudad real, en la cima de la montaña, una gran ciudad". Era una ciudad muy bien fortificada, una ciudad real, con su acrópolis que dominaba toda la región de hermosos y fértiles valles que eran bañados por dos ríos. Pérgamo era muy pagana, debido a sus muchos templos, dedicados a Atenea, Deméter, Hera, Dionisio, Esculapio (dios de la medicina), y el gran altar de Zeus, estaban allí como un trono en la cima de la acrópolis.

El apóstol Juan le dijo a esta iglesia en Pérgamo, que allí estaba el trono de Satanás. Esto lo comentaremos en nuestro próximo programa. Esperamos que usted, estimado oyente nos acompañe también en nuestro siguiente estudio.

Mientras tanto, le sugerimos que usted lea los próximos versículos, del versículo 12 hasta el versículo 17, que contienen el mensaje del Señor Jesucristo a la iglesia en Pérgamo, y se familiarice con su contenido.

Será entonces, hasta nuestro próximo programa, amigo oyente, y es nuestra más ferviente oración para que también usted sienta la necesidad de conocer más a Jesucristo, y las cosas que han de ocurrir en el futuro en nuestro planeta Tierra.

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