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Estudio bíblico de Salmos 107-109

Salmos 107, 108 y 109

El Salmo 107 comienza la sección del libro de los Salmos correspondiente al Deuteronomio. Un expositor Bíblico, el Dr. Gaebelein hizo el siguiente comentario: "El quinto libro escrito por Moisés, comienza con una mirada retrospectiva en las llanuras de Moab, en la cual un Moisés inspirado repasó los tratos misericordiosos de Dios con Su pueblo. Ellos se encontraban frente a la tierra prometida en la cual pronto entrarían. En el primer salmo de esta sección equivalente al Deuteronomio, el remanente fiel de Israel fue visto proféticamente reunido y listo para entrar en la tierra. Ellos estaban mirando hacia atrás a su prolongada experiencia secular, recordando cómo Dios les guió, como los trató, los humilló, los preservó y protegió".

Los creyentes de todas las épocas han compartido experiencias como éstas en su vida personal, y ellas se aplican a nuestra situación actual. Consideremos ahora el:

Salmo 107

El tema principal del salmo gira alrededor de la bondad de Dios. Es un Salmo que ha sido mal entendido por muchos. Pensamos que uno de los mejores expositores de la Escritura como fue Mathew Henry, por ejemplo, que tuvo muchas cosas maravillosas que decir acerca de este Salmo, pero no apreció su carácter profético. Confiamos en que usted pueda ver el significado profundo que estos salmos tienen cuando se los coloca en su debido contexto. Es la canción del judío errante cuando entra nuevamente en la tierra prometida. Este salmo también tiene un significado especial para nosotros en nuestro tiempo, y ha resultado de bendición para los corazones de los cristianos a través de las épocas.

Se divide en 4 estrofas y el coro o estribillo se repite 3 veces en los vv. 8, 21 y 31. Leamos los primeros dos versículos de este Salmo 107, que comienzan a hablarnos de

La providencia de Dios - Él dirige a los peregrinos

"Alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos del Señor, los que ha redimido del poder del enemigo"

En el día de hoy necesitamos más creyentes que den testimonio de su mensaje. Si usted es cristiano, debería decirle a los demás cuan bueno es Dios. Él es bueno, pero no tiene un buen nombre en el mundo actual. La reputación o el prestigio que le atribuye la sociedad no es buena. Entre las multitudes de personajes o el público en general, pocos están dispuestos a presentarse como testigos a Su favor. Y para comprobarlo no hay más que mirar a nuestro alrededor. En las religiones paganas. Su concepción de Dios es espantosa. Es representado como un Dios que destruye, que no salva, a quién es difícil aproximarse, que no tiene un interés personal en sus criaturas y que no las ama. La gente común de hoy vive en países con una apariencia de civilización, un mínimo de educación, y con algo de cultura cristiana untada sobre la piel, como si fuera una crema de maquillaje. Para la mayoría de las personas Dios no es alguien cuyo conocimiento y trato haya que cultivar; más bien prefieren mantener las distancias. La mayoría le ve como un policía, esperando a la vuelta de la esquina para sorprenderles en una falta. Ésa es la forma de pensar de muchas personas hoy.

Así es que, si alguien va a decir que Dios es bueno, tendrán que ser los redimidos, como declara el versículo 2. No es un axioma; es una proposición que está sujeta a prueba. No es una palabra repetida formalmente, ni un lema, ni una frase de propaganda. Simplemente es una verdad, una realidad. Y dice el versículo 3:

"y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur".

El Señor estaba reuniendo gente del este, oeste, norte y sur. ¿Quiénes eran ellos? Dios estaba hablando de Israel. Leamos ahora los versículos 4 al 7:

"Anduvieron perdidos por el desierto, por soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, para que llegaran a ciudad habitable".

Recordemos que el Salmo 107 comienza la sección del libro de los Salmos que corresponde al Deuteronomio, último libro del Pentateuco escrito por Moisés. Esta sección trata sobre la perfección y alabanza de la Palabra de Dios. En el libro de Deuteronomio 28:64-65, Dios ya les había dicho a los israelitas que iban a ser esparcidos por todas partes a causa de su pecado. Dice así el referido pasaje: "El Señor te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo, y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. Y ni aún entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo: pues allí te dará el Señor un corazón temeroso, languidez de ojos y tristeza de alma". Ése ha sido el cuadro de este pueblo a través de las edades, cuando ellos desobedecieron a Dios y estuvieron fuera de su tierra. Pero Dios los va a reunir una vez más y va a cumplir Su promesa de establecerlos en la tierra. Ésta es una hermosa imagen de la providencia de Dios actuando en la vida de Su pueblo.

Pero esto también me habla a mí. Dios me alcanzó aquí en el desierto de este mundo y me salvó. Y Él hará lo mismo por usted si ya no lo ha hecho. Aquí vemos un cuadro hermoso de la providencia de Dios en la vida de Su antiguo Pueblo. Dios aún no ha finalizado con la nación de Israel. Y en realidad, Dios no ha finalizado con usted, estimado oyente, así como tampoco ha terminado conmigo. Esta sección tiene un mensaje para nosotros.

Leamos ahora el versículo 8, que inicia la sección que trata sobre:

El perdón de Dios - Él libera a los prisioneros

"¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres!"

Esta parte debería ser cantada por una soprano. Comienza con una nota de alabanza, es decir, con un hermoso coro que se encuentra al principio en vez de estar al final.

Al continuar nuestra lectura de este Salmo, veremos que Él libera a los prisioneros, y tenemos aquí una imagen de un hombre que se encuentra en la prisión. Describe a ese pueblo en tiempos de persecución de la gran tribulación. Si alguien se encuentra en prisión en aquel día, Dios lo libertará y lo llevará de regreso a su tierra. Pensemos en las multitudes que estuvieron en prisión durante la segunda guerra mundial, y todos no pudieron salir en libertad. Y nos preguntamos, cuántos de ellos en aquella ocasión habrán pensado en este Salmo. Ahora, el versículo 10 dice:

"Algunos moraban en tinieblas y en sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros"

Esta es una descripción de la situación de impotencia del prisionero. Y los versículos 14 al 16:

"Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres! porque quebrantó las puertas de bronce y desmenuzó los cerrojos de hierro".

Recordemos cómo Dios sacó de la cárcel a Simón Pedro, y cómo también liberó de la prisión a Pablo y a Silas en la noche. Él también nos liberó a usted y a mí, cuando nos encontrábamos en la prisión del pecado y nos perdonó. Pero este perdón es para todos. Cuando uno se encuentra en una prisión, uno debe aceptar el perdón. Se cuenta que un gobernador perdonó a cierto criminal, pero este hombre no quería aceptar el perdón. Así que en la cárcel los guardias se encontraban con un dilema. ¿Qué se podía hacer cuando una persona que ha sido perdonada no quiere aceptar ese perdón? Por fin decidieron apelar al juez. Y él decidió que en ese caso, el implicado debería permanecer en la prisión. Estimado oyente, uno debe aceptar el perdón para poder salir en libertad.

Ahora, el Señor Jesucristo tiene un perdón para usted. En Él tenemos el perdón de los pecados, pero tenemos que aceptarlo. ¿Ha aceptado usted el perdón? ¿Ha sido librado del pecado y del castigo del pecado?

Esta es una hermosa imagen de la misericordia de Dios y pensemos en el significado que tendrá para el pueblo de Dios en el futuro. Muchos de ellos se encontrarán en prisión y Dios les liberará y los traerá de regreso a la tierra.

Leamos ahora los versículos 21 y 22, que encabezan el párrafo dedicado a:

La protección de Dios - Él resuelve los problemas

"¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres! ¡Ofrezcan sacrificios de alabanza y publiquen sus obras con júbilo!"

Esta parte la podría cantar un solista masculino. Se inicia con el mismo coro. Ésta debería ser nuestra actitud. Dios quiere que cuando nos acerquemos a Él, usted y yo traigamos sacrificios de gratitud. Y como resultado, nos dice el escritor a los Hebreos, en el capítulo 13:10-15"Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo. Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta de la ciudad. Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre".

Estimado oyente, usted no tiene que esperar a ir a la iglesia para ofrecer un sacrificio a Dios, que consiste en que nuestros labios le alaben. Ahora, ¿por qué debemos expresarle nuestro agradecimiento? Por Su protección. Él le ha llevado a usted hasta la hora presente. Ahora, veamos lo que dicen aquí los versículos 23 y 24, de este Salmo 107:

"Los que descienden al mar en naves y hacen negocio en las muchas aguas, ellos han visto las obras del Señor y sus maravillas en las profundidades"

La profesión de marinero en los tiempos del salmista era peligrosa. Cuando un hombre se embarcaba en un viaje como éstos, no sabía si iba a poder regresar o no. Así que, en aquellos tiempos esa gente se encomendaba más a Dios que los que hoy suben a bordo de un avión o un barco. Otros, no piensan en ello en absoluto, porque adoptan la filosofía fatalista y creen que el día de su muerte ya está predeterminado. Sin embargo, es maravilloso de veras que nosotros podamos encomendarnos a las manos de Dios en momentos así.

Llegamos ahora a la última estrofa del salmo y vamos a leer el versículo 31, que nos introduce al tema de:

El poder de Dios - Él deleita a su pueblo

"¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres!"

Éste es el coro de este Salmo, y todos pueden unirse a él porque todos necesitamos hoy de este poder en nuestras vidas. Se cuenta que en cierta ocasión Tomás Aquino se presentó ante el Papa que estaba contando su dinero, y el Papa miró a Tomás Aquino y le dijo: "Tomás, la iglesia ya no puede decir no tengo plata ni oro". Y Tomás Aquino dio media vuelta y comenzó a alejarse del lugar, y sin siquiera mirar atrás dijo. "Así es Señor. Y la iglesia tampoco puede decir al hombre cojo levántate y anda". En la actualidad somos conscientes de los problemas, pero no del poder de Dios. Es bueno recordar que la primera iglesia cristiana era consciente del poder de Dios.

Y esto nos recuerda lo que ocurrió en cierta ocasión en un desfile donde se presentaba carrozas cubiertas. Una de esas carrozas estaba auspiciada por una compañía de petróleo, y en la mitad del desfile se le acabó la gasolina a esta carroza y entonces tuvo que ser remolcada. Ahora, todo el mundo que estaba presenciando ese desfile comenzó a reírse ya que una carroza representando una compañía de petróleo tendría que ser la última en quedarse sin gasolina. Pero, alguien se había olvidado de llenar el tanque, y allí quedaron a mitad de camino. Un incidente así nos hace pensar en el cuadro de la iglesia en el presente. Tenemos edificios hermosos, bien decorados, tenemos programas atractivos, así como también nuestros servicios religiosos elaborados, también utilizamos la propaganda, pero no existe poder. Y poder es lo que necesita la iglesia, y poder es lo que cada cristiano a nivel personal necesita. Y una de las razones de nuestra falta de poder es que no estamos alabándole a Él como debemos. Ahora, el versículo 32, de este Salmo 107, dice:

"¡Exáltenlo en la asamblea del pueblo, y en la reunión de ancianos lo alaben!"

Necesitamos alabar a Dios hoy y la alabanza va antes que el poder. Es como la energía del combustible en el tanque que impulsa a un cohete para despegar de la tierra en su viaje al espacio. Finalizamos este salmo 107 leyendo el versículo 43:

"Quien sea sabio y guarde estas cosas, entenderá las misericordias del Señor".

Otras traducciones prefieren traducir aquí "entenderá el amor del Señor". Y el amor, la bondad y la misericordia de Dios colman las vidas de aquellos que le pertenecemos.

Siguiendo adelante, tenemos ahora el:

Salmo 108

Es otro Salmo de David. La primera mitad es igual al Salmo 57 y la última, como el Salmo 60. Por esta razón ha sido criticado y considerado algo así como un remiendo. Sin embargo, ése no es el caso. Si las partes de otros salmos han sido incluidas en éste, será que Dios tuvo un propósito en ello. El primer versículo del Salmo 108, dice:

"Mi corazón, Dios, está dispuesto; cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria".

Este es el remanente de Israel que ha sido redimido, y traído a su hogar, alabando y exaltando al Señor. Vimos esto en el Salmo anterior. Dios los llevaría de regreso a su tierra, reuniéndolos de todo el mundo y al estar de regreso en la tierra, aparecen alabando y reconociendo la gloria de Dios. Ahora, el versículo 7, de este Salmo 108, dice:

"Dios ha dicho en su santuario: ¡Yo me alegraré; repartiré a Siquem y mediré el valle de Sucot!"

Estas parecen las palabras del remanente fiel liberado. Ellos se ven a sí mismos recibiendo la herencia y dividiendo la tierra entre las tribus. Y ahora pasamos al:

Salmo 109

Este es un salmo mesiánico, que ilustra la humillación de Cristo. Es un Salmo imprecatorio. Se le ha relacionado con Judas Iscariote, porque Simón Pedro citó de este salmo en referencia a Judas, en Hechos 1:20, que dice: "porque está escrito en el libro de los salmos: Sea hecha desierta su habitación y no haya quien more en ella". Simón Pedro llevó a cabo una elección para elegir a alguien que ocupara el lugar de Judas.

Veamos cómo este salmo describe a Judas Iscariote. Leamos los versículos 6 al 9:

"Pon sobre él al impío y Satanás esté a su diestra. Cuando sea juzgado, salga culpable, y su oración sea para pecado. Sean pocos sus días, tome otro su oficio. Queden sus hijos huérfanos y su mujer viuda".

Estas palabras parecen indicar que Judas era casado, y que tenía hijos. Y dice el versículo 10 de este salmo 109:

"Anden sus hijos vagabundos y mendiguen; procuren su pan muy lejos de sus desolados hogares".

Es difícil encontrar algo más terrible que esta oración imprecatoria que fue aplicada a Judas. Por lo que sabemos, nadie está defendiendo a Judas Iscariote. La Palabra de Dios es muy clara en este tema. Judas fue un hombre culpable y un hombre perdido. Este salmo coloca la condición de estar perdido como algo espantoso. Es terrible estar perdido. De hecho, Jesús dijo, en Mateo 26:24 "Pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido". El Señor Jesús dejó bien claro que la condición de perdido era algo trágico. En Juan 3:36, donde pronunció una hermosa invitación, también presentó el otro lado de la misma; contrastó la luz y la oscuridad, cuando dijo: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna: pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él". No sé cómo podríamos expresar este versículo con mayor severidad. La enseñanza de que de alguna u otra manera los que están perdidos van a tener una segunda oportunidad, que habrá aun mayor esperanza, y que Dios dispondrá otra forma de salvación, es completamente extraña a la Palabra de Dios, que establece que el castigo de Dios permanece sobre la persona que no ha confiado en Cristo. El Señor Jesucristo soportó el castigo, la ira de Dios por nosotros en la cruz. Lo hizo por nosotros, y nuestro único camino de salvación es confiar en Él. Si no lo hacemos así, el castigo de Dios estará sobre nosotros.

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