Antes de terminar su ministerio, Elías recibió el encargo divino de llamar a Eliseo para ser su sustituto. ¿Cuáles eran las características de Eliseo que lo hacían un candidato adecuado? Y nosotros, ¿qué espera Dios de nosotros?...
La reina de Sabá era una mujer curiosa y escéptica que buscaba respuestas a los interrogantes de la vida. Por esa razón fue a ver a Salomón. Ella quedó fascinada por las respuestas que recibió y la gloria de su reino. Pero el Señor Jesucristo fue mucho mayor que Salomón, y un día, todos los que hemos creído en él, diremos como dijo la reina de Sabá: Es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído.
El sabio rey Salomón escribió: La justicia engrandece la nación (Pr 14:34). Pero para actuar con justicia, es necesaria también la sabiduría. En este pasaje vemos cómo él combinaba ambas cualidades. Desgraciadamente, muchos de nuestros gobernantes no representan estos valores, por eso esperamos al Rey supremo del mundo, al Señor Jesucristo, quien gobernará con sabiduría y justicia divinas...
A veces nos preguntamos por qué algunas personas afrontan tantas adversidades y tragedias mientras que otras van por la vida sin demasiadas dificultades. Nuestra protagonista es una mujer viuda que tiene un hijo que mantener y que después de perder a su marido quedó sumida en la más absoluta pobreza.
¿Cómo es posible que un hombre tan sabio como Salomón se volviera a la idolatría? Sin duda fue un proceso paulatino que comenzó con una "pequeña" desobediencia a Dios. En este interesante estudio se considera cómo esto tuvo lugar. Y debemos estar muy atentos, porque si un hombre como Salomón cayó en semejantes pecados, nosotros sólo podremos ser librados por el poder de Dios...
La pérdida de un ser querido siempre produce tristeza, pero aún más la de un hijo. Aquí tenemos el primer caso registrado en la Biblia de una resurrección, y precisamente se trata de un niño. Pero no fue ni será la última, porque Dios ha prometido que un día todos los creyentes resucitarán para estar con él.
Elías se enfrentó él solo a ochocientos cincuenta profetas de Baal. Esto sirvió para demostrar que los ídolos que hacen los hombres son falsos, pero también descubrieron que Dios es "fuego consumidor". ¡Qué necesidad tenemos de personas como Elías, con convicción, coraje y fidelidad a Dios, en estos días de superficialidad espiritual! ¿Será usted uno de ellos?
Los grandes hombres de Dios también se deprimen en ocasiones. El profeta Elías es un ejemplo de ello. Y a veces nosotros también nos sentimos como él, creemos que todo se acabó, que ya no servimos para nada, que nunca podremos hacer lo que Dios quiere que hagamos. Sentimos que no podemos más. Y, sin duda, las circunstancias por las que atravesamos pueden ser muy duras. Pero cuando Elías llega a ese punto, Dios le va a mostrar varias cosas que nosotros también debemos saber.
En ocasiones nosotros también nos sentimos como Elías, que pensaba que estaba solo sirviendo al Señor. Pero no es así, porque ahora como entonces, Dios cuenta con personas que no se han arrodillado ante los ídolos de este mundo. Elías no lo sabía, y además se sentía desanimado, por eso fue necesario que Dios le hablara de una forma especial para que le pudiera escuchar. Fue entonces cuando pudo oír la voz apacible de Dios en un mundo tormentoso y recobrar fuerzas para seguir sirviéndole.
La historia está llena de reyes, presidentes, dictadores y otros poderosos que han despojado a personas pobres e indefensas de sus derechos y propiedades. En el relato de Acab y Nabot encontramos uno de esos casos, y vemos lo que Dios hizo al respecto...